12:30  hrs. 17 de Febrero de 2008

  

Boletín UNAM-DGCS-102

Ciudad Universitaria


José Eduviges Pool Ojeda

Pie de fotos al final del boletín

 

SE TITULA JOVEN MAYA COMO MAESTRO DEL SISTEMA DE BECAS PARA ESTUDIANTES INDÍGENAS DE LA UNAM

 

  • José Eduviges Pool Ojeda, de Artes Visuales, se convirtió en el primer alumno de ese programa de apoyos, a cargo del PUMC, en culminar ese nivel de estudios
  • Su trabajo, que lleva por título La Batalla”, mural prehispánico de Chichén Itzá. Variantes y variaciones pictóricas, se refiere a las obras plásticas que el estudiante realizó con ese modelo
  • Su línea de estudio se ubica en el análisis de la cultura a partir de de las manifestaciones visuales

 

El joven de origen maya, José Eduviges Pool Ojeda, se tituló como maestro en Artes Visuales en la UNAM, convirtiéndose en el primer alumno de ese nivel escolar que forma parte del Sistema de Becas para Estudiantes Indígenas de esta casa de estudios.

 

Por la calidad de su exposición y la de su trabajo, obtuvo mención honorífica y la recomendación por parte de sus sinodales, de exponer el resultado pictórico de su tesis en la Academia de San Carlos.

 

Su trabajo, que lleva por título La Batalla”, mural prehispánico de Chichén Itzá. Variantes y variaciones pictóricas, se refiere a una serie de obras plásticas que el estudiante hizo a partir de una pintura mural ubicada en esa ciudad maya. 

 

El trabajo escrito por el becario del Programa Universitario México Nación Multicultural (PUMC), consta de dos partes, cada una formada por dos capítulos. En la primera, aborda generalidades sobre la cultura maya y la pieza de estudio; la segunda, contiene el trabajo particular de Pool Ojeda y el proceso que siguió en la realización de sus obras. La línea de estudio se ubica en el análisis de la cultura a partir de las manifestaciones visuales.

 

La Batalla, explicó el maestrante, se encuentra en el interior del Templo Superior de los Jaguares, en el muro suroeste. Mide 3.40 por 2.90 metros. La fecha de realización es aproximadamente entre el 1000 y el 1260 después de Cristo. Sólo queda un fragmento restaurado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia. Fue elaborado con la técnica del fresco y es narrativa, “tal vez conmemora la conquista del norte de Yucatán por grupos toltecas”.

 

El mural, agregó, se divide en tres partes: la superior representa una aldea saqueada por guerreros y gente huyendo; la central, de gran dinamismo, muestra propiamente el enfrentamiento bélico, y la inferior, lo que pueden ser las almas de los contendientes muertos en la batalla.

 

Respecto a las obras que creó a partir de esa pieza –entre 40 y 30 pinturas sobre tela, unos mil 500 bocetos, además de las libretas con los trabajos previos–, dijo que tienen en común la utilización de elementos como guerreros, chozas y árboles, a los que agrega televisiones o tanques con los mismos tonos que el referente prehispánico.

 

“Empecé imitando, pero finalmente llegué a un empleo libre de los colores”, explicó en el examen profesional, donde participaron como miembros del jurado los académicos Juan Antonio Madrid Vargas, como presidente; Pablo Estévez Kubli, como secretario, y Arturo Miranda Videgaray, como vocal, quien además fue su tutor.

 

Primero fueron copias, después intentos y finalmente trabajos libres, añadió en su exposición, donde mostró algunas de las variaciones sobre tela que hizo en diversos soportes y materiales como discos compactos o boletos de camión.

 

Su vida

Pool Ojeda, mejor conocido en el medio artístico como Mashka (pseudónimo maya que significa “dos veces rey”), nació en Izamal, Yucatán, poblado levantado sobre 12 colinas que rompen la planicie del entorno y que todavía conserva los vestigios de su antiguo y enorme poderío, con cenotes de sacrificio ritual.

 

Como él, sus abuelos paternos, maternos, padres y hermanos, son hablantes de las lenguas maya y español. Los estudios hasta la preparatoria los realizó en su pueblo natal.

 

Como pasatiempo dibujaba y pintaba. De hecho, no sabe bien cómo se interesó en el arte. En su familia nadie se dedica a esa actividad. Además de pintar, toca la guitarra, la armónica y los teclados.

 

Una vez que concluyó la educación media, esperó un tiempo para seguir con sus estudios de licenciatura. Hasta 1998 decidió dedicarse profesionalmente al arte y emigró a la Ciudad de México a estudiar Artes Visuales en la Escuela Nacional de Artes Plásticas y, posteriormente, la maestría en la Academia de San Carlos.

 

De 12 hermanos, es el único que ha cursado una carrera universitaria. De ellos, narró, algunos emigraron. “Se fueron a trabajar a Cancún y Playa del Carmen; dos son artesanos”.

 

Tras vivir una década en el Distrito Federal, señaló, en ocasiones se siente “extranjero en su tierra”. Sobre su trabajo artístico, la gente de su comunidad no lo entiende. Conservan la idea de que la pintura debe ser “hiperrealista, figurativa, casi fotográfica”.

 

En 2006 ganó el primero lugar del concurso de la revista Punto de partida, en la categoría de Gráfica, con la serie Mi sombra, y ha realizado trabajo comunitario en Chiapas, con la elaboración de folletos didácticos.

 

“Me siento agradecido con la Universidad”, consideró, “porque gracias a sus profesores y bibliotecas aprendí mucho”, además de que recibió su apoyo al ingresar al programa de becas.

 

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FOTO 01.

El maestrante de la UNAM de origen maya, José Eduviges Pool, muestra algunas de sus obras realizadas basado en el mural La Batalla, que se encuentra en Chichén Itzá.

 

FOTO 02

El joven de origen maya, José Eduviges Pool, se tituló como maestro en Artes Visuales en la UNAM con 40 pinturas sobre tela y unos mil 500 bocetos.

 

FOTO 03

Pablo Estévez, José Eduviges Pool, Juan Antonio Madrid y Arturo Miranda, tras el examen profesional del segundo, integrante del Sistema de Becas para Estudiantes Indígenas de la UNAM.