12:30  hrs. 10 de Febrero de 2008

  

Boletín UNAM-DGCS-085

Ciudad Universitaria


Marlen Rodríguez

 

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DESARROLLA ALUMNA DE LA UNAM NUEVO SISTEMA DE LIBERACIÓN CONTROLADA DE FÁRMACOS

 

 

La alumna del doctorado en Ciencias Químicas de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán (FESC) de la UNAM, Isabel Marlen Rodríguez Cruz, desarrolló un nuevo sistema de liberación controlada de fármacos, por el que se hizo acreedora al Premio Santiago Maza que otorga la Asociación Farmacéutica Mexicana.

 

La innovación de la universitaria, se basa en membranas biodegradables porosas y nanotecnología, con las que el estudio del principio activo puede llegar al organismo de manera más eficaz. Hasta ahora, se ha probado para un antiepiléptico, la carbamazepina, y próximamente para otro destinado al tratamiento de cáncer de próstata, el leuprolide.

 

Ahora, se pasará a una fase en animales, preclínica, con alguna sustancia cuya administración ya haya sido caracterizada, a fin de observar la utilidad del material.

Al respecto, David Quintanar Guerrero, del Laboratorio de Posgrado en Tecnología Farmacéutica del Campo Uno de la FESC y asesor de la doctorante, precisó que en este ámbito hay tres áreas: obtención de principios activos, formulación y creación de nuevos sistemas para administrarlos. En este caso, el proceso está en la última fase.

 

Particularmente, afirmó que la labor de Rodríguez fue de ensamblaje. Utilizó tres ingredientes básicos, ya formados, “tanto el principio activo como el polímero para hacer el sistema poroso y las nanopartículas de ácido poliláctico-co-glicólico”.

 

El tutor destacó que el proyecto, titulado Desarrollo de un nuevo sistema de liberación controlada para fármacos sensibles mediante el “tamponamiento” con nanopartículas en sistemas biodegradables porosos, ha tenido gran impacto por sus innovaciones. Incluso, ha recibido compromisos internacionales de colaboración, por parte de las universidades de Montreal, Canadá, y de Ginebra, Suiza.

 

Por lo innovador del trabajo, fue considerado el mejor póster de investigación en la Primera Semana de Ingeniería y Tecnología de la FESC, y mereció que Rodríguez recibiera el galardón referido durante el XL Congreso Nacional y IV Congreso Internacional de Ciencias Farmacéuticas.

 

La estudiante hará una estancia en la Universidad de Valencia, España, de febrero a julio de este año, para concluir la fase experimental de este trabajo. El próximo mes, además, enviará un artículo relativo al Internacional Journal of Pharmaceutics.

 

Al explicar su labor, señaló que en la tecnología farmacéutica han llamado la atención los sistemas porosos, que permiten una alta interconectividad entre las células. De hecho, se utilizan de tiempo atrás en la medicina, para remplazar tejido dañado. Ahora se emplean como acarreadores de sustancias.

 

En este caso, resaltó, primero se absorbió el fármaco dentro de este material, a fin de evaluar cómo liberaba el activo. Resultó ser rápido: el cien por ciento en menos de 15 minutos, y sin ningún control de lo depositado.

 

Luego, comentó Rodríguez, se procedió a incorporar nanopartículas para ensamblar el sistema, se formó una película que sirve como barrera de difusión, dando como resultado membranas de penetración controlada.

 

Entre sus ventajas, mencionó Quintanar, se tiene que es polifuncional, puede ser utilizado para muchos principios activos, es decir, podrían ser cargados fármacos de cualquier naturaleza. Asimismo, una vez dirigido el proceso, se reproduciría y escalaría para uso industrial. Finalmente, es biodegradable: si se introduce al cuerpo y se deja ahí, el propio organismo lo degradaría.

 

El sistema se dosifica prácticamente en cualquier vía de administración, no sólo oral, sino vaginal, subcutánea o colocarse en un implante, lo que “depende del formulador del medicamento correspondiente”. Adicionalmente, se controlaría la cantidad de liberación con nanopartículas infiltradas, aclaró.

 

Pero su beneficio fundamental reside en que es puramente acuoso, evita el contacto directo de las sustancias con solventes orgánicos –una restricción desde el punto de vista farmacéutico–, al reducir el riesgo de degradación, situación ideal para la formulación de principios activos como péptidos, proteínas, genes y oligonuceóticos, apuntó.

 

Lo fundamental, sostuvo Quintanar, es que se busca dar aplicación a diferentes conceptos nanotecnológicos, es decir, de naturaleza por debajo de una micra. En los países industrializados se da un enorme apoyo a este tipo de trabajos y se invierten millones de dólares. En México se debe convertir en un área prioritaria, pues de lo contrario se tendrá un gran rezago en su aplicación.

 

La universitaria dijo sentirse satisfecha de esta investigación. “Estoy poniendo gran parte de mis esfuerzos en obtener buenos resultados. Deseo que este trabajo salga adelante. Es una nueva tecnología que aporta buenos aspectos a la sociedad y permite ayudar a la gente. Hay que continuar esta línea de estudio para estar a la vanguardia”.

 

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FOTO 01

Isabel Marlen Rodríguez Cruz, doctorante de la FES Cuautitlán de la UNAM, desarrolló un nuevo sistema de liberación controlada de fármacos, por el que obtuvo el Premio Santiago Maza.

 

FOTO 02.

Hasta ahora, la innovación de la alumna de la FES Cuautitlán de la UNAM, Isabel Marlen Rodríguez, se ha probado para un antiepiléptico, y próximamente se hará para uno de cáncer de próstata.

 

FOTO 03

El trabajo de la doctorante Isabel Marlen Rodríguez ha recibido compromisos internacionales de colaboración, dijo su tutor, David Quintanar, de la FES Cuautitlán de la UNAM.