Boletín
UNAM-DGCS-050
Ciudad Universitaria
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final del boletín
PARTICIPA
·
El hallazgo abre una “nueva ventana” para ver el
universo y una era diferente en la exploración del cosmos
·
Relaciona a los núcleos activos de las galaxias
como las fuentes más probables que originan los rayos cósmicos de más alta
energía que llegan a la Tierra
·
Permitirá comprobar si se cumple o no la Teoría
de la Relatividad y si se violan o no los principios establecidos por Einstein
·
Intervienen en este proyecto internacional
investigadores de los institutos de Geofísica y Ciencias Nucleares de
Científicos de 17 países
del mundo, entre ellos México –donde participa
Este descubrimiento
relaciona a los núcleos activos de las galaxias como las fuentes más probables
que originan los rayos cósmicos de más alta energía que llegan a la Tierra en
forma anisotrópica, es decir, provienen de direcciones preferenciales del
cielo.
Ello permitirá comprobar
si se cumple o no la Teoría de la Relatividad y si se violan o no los principios establecidos por Albert
Einstein, señaló el director del Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la
UNAM, Alejandro Frank Hoeflich.
Esta investigación fue dada a conocer en
En conferencia de
prensa, el hallazgo fue presentado por el coordinador de
También intervinieron
los investigadores Juan Carlos D´Olivo,
Como parte de esta
colaboración internacional, el equipo integrado por más de 370 investigadores e
ingenieros, compartieron el financiamiento para la construcción y operación del
Observatorio de Rayos Cósmicos Pierre Auger, el más grande del mundo en su tipo –ubicado en Argentina–, así como los diversos desarrollos técnicos y
los análisis científicos que han llevado a este descubrimiento.
También representa un gran paso hacia la
solución de los misterios sobre la naturaleza y origen de los rayos cósmicos de
más alta energía, observados por primera vez en 1938 por el físico francés Pierre
Auger. Se ha demostrado en forma incuestionable que
éstos no llegan por igual de todas direcciones, pues algunas son
preferenciales.
Se suma a las investigaciones que la
astronomía lleva a cabo desde hace mucho tiempo sobre los rayos de baja intensidad,
procedentes del Sol.
La contribución principal de la UNAM ha sido
en el diseño de la óptica y la electrónica analógica del detector de
fluorescencia; en el esbozo, instalación, método de calibración y monitoreo del
detector de superficie o de partículas y en el sistema global de análisis de
datos y diseño del programa computacional respectivo.
Además, en el manejo del Observatorio, que se
hace a control remoto desde el edificio de operaciones, en el mismo campo de
despliegue del detector, y en la recopilación de información, entre muchos
otros aspectos.
La intervención de alumnos en este proyecto
ha dado lugar a numerosas tesis de licenciatura, maestría y doctorado, en las
instituciones nacionales involucradas.
José Valdés ejemplificó que la energía
contenida en un rayo cósmico de alta intensidad equivale a
“Esta energía es la de una pelota de tenis a
Los estudios forman parte de una alianza
internacional en la que todos los países miembros han contribuido para sufragar
el costo total de la construcción del Observatorio, que asciende a 54 millones
de dólares. México aportó un tercio de los mil 600 tanques requeridos por el
detector de superficie o de partículas. El total de unidades está basado en
tanques de polietileno rotomoldeado.
La construcción del Observatorio de Rayos
Cósmicos Pierre Auger inició en 1999 y, aunque no se ha concluido, genera datos en forma
estable desde enero de 2004. Hoy, ya están instalados y en funcionamiento los
24 telescopios de fluorescencia y más de mil 500 de los mil 600 detectores de
superficie o de partículas.
Los especialistas explicaron que los rayos
cósmicos son protones y núcleos atómicos que viajan a través del universo a
velocidades cercanas a
Los científicos
encontraron que las fuentes de partículas de alta energía no se distribuyen de
manera uniforme en todo el cielo, sino que los resultados vinculan a los
Núcleos Activos de Galaxias (AGN, por sus siglas en inglés) como posible origen
de esas misteriosas partículas.
Los
AGN, según se sabe, son alimentados por agujeros negros que absorben
grandes cantidades de materia. A pesar de que la mayoría de las galaxias poseen
en su interior esos hoyos, sólo una pequeña fracción tiene un núcleo de este
tipo.
Estos objetos son considerados sitios
probables para la producción de partículas de alta energía, pues “engullen” el
gas, polvo y otras formas encontradas en las galaxias que los hospedan, y
emiten grandes cantidades de energía en forma de radiación y partículas.
Estas últimas pueden alcanzar energías que
superan 100 millones de veces las que se pueden lograr con el acelerador más
poderoso de
Carlos Arámburo de
la Hoz subrayó, en su intervención, que esta investigación es testimonio de la
competencia de los científicos mexicanos y prueba la calidad de las tareas que
se hacen en las instituciones públicas del país.
Se requiere mayor financiamiento destinado a
la investigación científica. Han sido las universidades públicas donde,
fundamentalmente, y aunque no de manera exclusiva, se lleva a cabo la mayor
parte del trabajo científico de México, manifestó. Para que una nación tenga
viabilidad, añadió, es indispensable el fortalecimiento de esta actividad. No
se trata de un gasto sino de una inversión, redondeó.
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PIES DE FOTO
FOTO 01.
FOTO 02
Carlos Arámburo de la Hoz, José Valdés Galicia y Arnulfo Zepeda,
explican el hallazgo internacional sobre los rayos cósmicos realizado en el
Observatorio Pierre Auger, en Argentina.