Boletín
UNAM-DGCS-035
Ciudad Universitaria
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final del boletín
GENERA VIOLENCIA
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Aída Valero, profesora de
·
Se expresa en prohibiciones,
condicionamientos, actitud devaluatoria, insultos, gestos agresivos,
negligencia o abandono definitivo del enfermo, dijo
·
Participó en el Coloquio Internacional
sobre Violencia Social, inaugurado por
La violencia psicológica que ejerce el cuidador primario hacia el
paciente con Enfermedad de Huntington (EH), también conocida como “mal de San
Vito”, está determinada por la sobrecarga de atenciones y problemas económicos
en el núcleo familiar, afirmó Aída Valero, profesora de
Al
participar en el Coloquio Internacional sobre Violencia Social –inaugurado por
En México, hay un promedio de ocho mil casos detectados, sin embargo,
no hay un registro preciso. Se sabe que este padecimiento es hereditario en
gran porcentaje, de manera que en una familia pueden encontrarse hasta tres
manifestaciones en distintas generaciones, explicó.
Al dictar
De acuerdo con
Para
este trabajo, puntualizó, se eligieron 41 mujeres de entre 109 pacientes de
ingresos económicos limitados con EH, quienes por el avance del padecimiento
son totalmente dependientes de un cuidador, que no siempre está en la mejor
disposición de atender las necesidades vitales de las enfermas.
Una persona con este mal, indicó, tiene complicaciones físicas y
psicológicas, que hace necesaria la presencia de un responsable. Esto origina una
sobrecarga en cuanto a las actividades que se debe tener con los afectados.
El cuidador primario, dijo, generalmente es un pariente que tiene a su
cargo las tareas de alimentación, aseo, suministro del tratamiento y el aspecto
emocional.
El trastorno generalmente se desarrolla en la tercera y cuarta etapa de
la vida, cuando los individuos por lo regular son cabeza del hogar. Ello
ocasiona una modificación completa del seno familiar y, al mismo tiempo, genera
violencia, actos de intolerancia, frustración, inclinación a controlar y
ejercer poder.
Por tanto, sostuvo, sí existe violencia hacia las mujeres con EH y
escasos recursos. Entre las principales actitudes, se encuentran conductas
devaluatorias, abandono por parte del esposo y los hijos, gestos agresivos
cuando se les dan los alimentos o se les cambia la ropa; así como falta de
aseo, reclamos, negligencia o aislamiento.
En el caso del cuidador primario, se encontró que presenta ansiedad, depresión,
insomnio, aislamiento, pérdida de autocuidados, dolores corporales, acidez,
mareos, culpabilización, hipocondría, fatiga crónica e irritación, entre
otros, subrayó.
De este modo, se corrobora que la sobrecarga, aunada a los problemas
económicos, la mala relación familiar, el deterioro y dependencia física del
enfermo, puede generarle violencia, concluyó.
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FOTO 1.
Manuel Velasco,
FOTO 2
Aída Valero, de