11:30  hrs. 09 de Enero de 2008

  

Boletín UNAM-DGCS-016

Ciudad Universitaria

 

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CUMPLIÓ LA BIBLIOTECA NACIONAL DE MÉXICO 140 AÑOS DE SER LA MEMORIA HISTÓRICA DEL PAÍS

 

·        Desde hace cuatro décadas está bajo custodia del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM

·        El acervo asciende a más de un millón 250 mil unidades entre libros, folletos y documentos y su Fondo Reservado es el más importante de la nación

·        Su coordinadora, Rosa María Gasca Núñez, anunció la creación de la Biblioteca Nacional Digital de México, que pronto estará en Internet para consulta

·        Es precursora y lleva la delantera en las bibliotecas del mundo hispánico. También en la digitalización de sus materiales, de los más importantes del orbe: Vicente Quirarte, titular del IIB

 

La Biblioteca Nacional de México (BNM), resguardo de la memoria bibliográfica y máximo acervo de la nación, celebró 140 años de apoyar el desarrollo científico, educativo y cultural del país.

 

A unos días de poner en marcha la Biblioteca Nacional Digital de México, Rosa María Gasca Núñez, coordinadora de la BNM, agregó que “se ha cuidado el concepto, las formas de acceder a la información, las búsquedas libres, por tema, palabra o autor, lo mismo que el diseño del portal”.

 

Informó que recientemente se constituyó la asociación civil Amigos de la Biblioteca Nacional de México, integrada por donadores, intelectuales y académicos, quienes entre otras acciones, apoyarán el desarrollo del acervo digital, y el fortalecimiento de los trabajos de catalogación, automatización y conservación.

 

Mencionó que otro proyecto en marcha es el Catálogo Colectivo del Patrimonio Bibliográfico Mexicano, donde participan instituciones nacionales que poseen fondos antiguos. “Será una guía para los investigadores, quienes podrán conocer en cuál repositorio se halla la obra que necesitan, vía Internet”.

 

Para Vicente Quirarte Castañeda, director del Instituto de Investigaciones Bibliográficas (IIB) –instancia que también cumplió cuatro décadas–, traspasar el umbral de la Biblioteca entraña encontrarse con la historia del país. En sus estantes, por ejemplo, puede contemplarse el manuscrito del registro del Curato de Dolores, firmado en 1806 por Miguel Hidalgo y Costilla, apenas unos cuantos años antes de la Guerra de Independencia.

 

Pero también, añadió, quien recorre sus pasillos puede entrar en contacto con la época prehispánica. Con una traducción del náhuatl al español el historiador Miguel León-Portilla nos ha permitido leer y releer Los Cantares Mexicanos.

 

La BNM “es precursora y lleva la delantera en las bibliotecas en torno al mundo hispánico en la digitalización de su acervo, uno de los más importantes del orbe”, puntualizó Quirarte.

 

Es fruto importante de la historia de las ideas y de la riqueza cultural en el  territorio. Es herencia de la lengua y patrimonio que se expresa no sólo en la arquitectura, el arte y las tradiciones, sino también en su legado bibliográfico y documental. Universo de signos escritos, espacio para acceder al conocimiento y la imaginación, precisó.

 

Hoy, el acervo de esa institución asciende a más de un millón 250 mil unidades entre libros, folletos y documentos y su Fondo Reservado es el más importante de la nación, pues alberga valiosas obras, como los incunables (libros impresos en Europa en el siglo XV), archivos y manuscritos de personajes como Benito Juárez, Francisco I. Madero o el Doctor Atl.

 

En los últimos cuatro años los materiales de este recinto ubicado en el Centro Cultural Universitario, han sido consultados por 105 mil 581 usuarios.

En dicho periodo, su Fondo Reservado ha sido visitado por más de 14 mil 240 personas, quienes han examinado aproximadamente 39 mil 900 mil textos, de los más de 200 mil volúmenes en este espacio. Por su parte, la Sala Mexicana, una de las zonas donde se encuentran libros de gran valía histórica, como los relativos a la Independencia de México, atesora unos mil 200 ejemplares.

 

Como parte de sus funciones, la Biblioteca es receptora del depósito legal; adquiere las obras sobre México editadas o producidas en el extranjero; compila la bibliografía nacional y proporciona servicios bibliotecarios y de información.

 

El acervo se organiza en las colecciones de Fondo Reservado con los documentos más antiguos. También  figura la Colección General, conformada por obras monográficas contemporáneas; la Sala de Consulta, que ofrece títulos en estantería abierta, y las Salas Especiales.

 

La BNM, junto con la Hemeroteca Nacional, es responsabilidad del IIB, dependiente de la Coordinación de Humanidades; ese Instituto, como parte de sus tareas, impulsa y realiza la investigación bibliográfica, hemerográfica, bibliotecológica, bibliológica, de archivos y manuscritos, y de estudio de fuentes. Asimismo, prepara, edita y difunde inventarios, guías, índices, catálogos y otros instrumentos que faciliten la labor en la materia.

 

Quirarte detalló que la labor de la dependencia a su cargo consiste en administrar y coordinar el funcionamiento de la Biblioteca y la Hemeroteca; en la organización y promoción de actividades relacionadas con la bibliografía y la cultura y en el desarrollo de trabajos enfocados al rescate del acontecer mexicano.

 

Construyendo las bases

Hija de la Reforma y del pensamiento liberal, la BNM fue fundada el 30 de noviembre de 1867 por el presidente Benito Juárez en el antiguo templo de San Agustín, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. En ese recinto, se inició la compilación de su acervo con los libros de las bibliotecas de corporaciones religiosas, de la Real y Pontificia Universidad y de donaciones particulares. Fue inaugurada el 2 de abril de 1884, con aproximadamente 91 mil volúmenes.

No fue sino hasta 1914 cuando quedó vinculada a la Universidad Nacional de México, y cuando ésta obtuvo su autonomía en 1929, pasó a formar parte de esta casa de estudios.

 

Para administrarla y coordinarla, en la década de 1960 se creó el Instituto de Investigaciones Bibliográficas, y en 1979 se trasladó de su antigua sede al Centro Cultural Universitario.

 

El IIB, en tanto, tiene como antecedente al Instituto Bibliográfico Mexicano, creado en 1899, el cual se formó como parte de la Biblioteca Nacional, con la misión de formar el acervo general del país, que incluyera tanto las obras de mexicanos escritas en el territorio y en el extranjero, así como de autores foráneos.

 

El instituto desapareció en 1909 y fue hasta el 15 de diciembre de 1967, por acuerdo del Consejo Universitario de la UNAM, cuando se crea el IIB con la función principal de dirigir y coordinar las labores de la Biblioteca y Hemeroteca nacionales. Ésta última posee más de cuatro millones de ejemplares con más del 60 por ciento de su contenido digitalizado.

 

La BNM hoy

En su Sala de Consulta el usuario recibe información breve, inmediata y confiable sobre materias humanísticas, técnicas y científicas; se ofrece asesoría personal por parte de bibliotecarios profesionales, además de orientación hacia otros centros de información. La colección en estantería abierta posee obras con temas de la más diversa índole.

 

Ahí, los interesados tienen a su disposición diccionarios, enciclopedias, anuarios, directorios, manuales, catálogos, índices, resúmenes, bases de datos, discos compactos y microformas. Además de las obras en español, la sala cuenta con algunos títulos en inglés, francés e italiano, entre otros idiomas.

 

En los servicios especiales, se encuentra la consulta de material sonoro en las cabinas de audición de la Sala Especial de Fonoteca, la de material audiovisual en las de proyección de la Sala de Videoteca; lectura y grabación automatizada para ciegos y débiles visuales; edición de materiales impresos (programas Screen Reader, Open Book y Jaws); amplificación de caracteres; transcripción de Braille a caracteres comunes y viceversa, entre otros, en la Sala de Tiflológico.

El Fondo Reservado conserva los archivos, manuscritos, incunables e impresos mexicanos del siglo XVI al XIX. Se conforma de cuatro secciones: Obras raras y valiosas; Archivos y manuscritos e Iconoteca; Fondo de Origen (Fondo Primitivo), y Colecciones Especiales.

 

Las novedades

Al hablar de las adquisiciones relevantes de los últimos años en la BNM, su coordinadora, Rosa María Gasca Núñez, explicó que se han recibido más de 12 archivos en donación como el de Carlos Fuentes, Carlos Pellicer, Mariano Azuela, Boris Rosen y Gilberto Bosques, y también compras destacadas como una obra de Sor Juana Inés de la Cruz.

 

Las donaciones son significativas porque muestran la confianza en esta institución. “Se trata de archivos ricos, conformados por epistolarios, documentos y fotografías que reflejan la vida intelectual de México en diferentes momentos”. Han enriquecido a la Biblioteca y, sobre todo, refrendan su carácter patrimonial. Eso significa que en ningún otro lugar esos acervos pueden estar mejor resguardados, aclaró.

 

Dicho patrimonio se ha integrado en la sección de Colecciones Especiales del Fondo Reservado, donde se conformó la Sala de Escritores, que contiene obras de la literatura mexicana desde el Porfiriato hasta la fecha.

 

 

Además, incluye el archivo del Centro Mexicano de Escritores, que constituye una invaluable memoria literaria, con obras de becarios como Juan José Arreola y donde se halla un ejemplar mecanografiado de Pedro Páramo con anotaciones del propio Juan Rulfo.

 

Gasca anunció que uno de los proyectos más importantes es la creación de la Biblioteca Nacional Digital de México que pronto estará en Internet para su consulta. “Se desarrolló para beneficiar a los usuarios y, al mismo tiempo, conservar y difundir las colecciones”.

 

En principio, se trabajó con la parte correspondiente al siglo XIX del Fondo Reservado por ser la  más consultada. De esta colección son alrededor de 800 mil imágenes. Luego se siguió con los archivos de Benito Juárez y los de Carlos Pellicer, y Lía y Luis Cardoza y Aragón.

 

También cuenta con los impresos mexicanos del siglo XVI, “nuestras joyas”, declarados Memoria Regional del Mundo por la UNESCO en el 2002, como Dialéctica resolutio, uno de los primeros textos universitarios y una de las obras primigenias editadas fuera de Europa en la naciente imprenta de América, en 1554.

 

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La BNM es precursora y lleva la delantera en las bibliotecas del mundo hispánico en la digitalización de su acervo, uno de los más importantes del orbe, dijo Vicente Quirarte Castañeda, director del IIB de la UNAM.

 

 

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La Biblioteca Nacional de México, bajo resguardo de la UNAM, contiene más de un millón 250 mil de libros, folletos y documentos, y su Fondo Reservado es el más importante de la nación.

 

 

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Cantares mexicanos, de la época prehispánica, y que ha sido traducida del náhuatl al español por el historiador León-Portilla y su equipo, es una de las joyas de la BNM, bajo resguardo de la UNAM.

 

 

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Rosa María Gasca, coordinadora del BNM, destacó que se han recibido los archivos de Carlos Fuentes, Carlos Pellicer, Mariano Azuela, Boris Rosen y Gilberto Bosques, entre otros.