11:00  hrs. 07 de Enero de 2008

  

Boletín UNAM-DGCS-012

Ciudad Universitaria

 

 

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EN INVIERNO AUMENTA LA INCIDENCIA DE ENFERMEDADES RESPIRATORIAS POR LA CONTAMINACIÓN

 

 

Contaminantes como el ozono y las partículas atmosféricas son los principales causantes de una mayor incidencia de enfermedades en vías respiratorias en el invierno, aseguró Mireya Moya, investigadora del Centro de Ciencias de la Atmósfera (CCA) de la UNAM.

 

En esta época, informó, hay un estancamiento de estos elementos debido a las condiciones naturales por lo que deben implementarse medidas preventivas, más que correctivas, para el cuidado de la salud.

 

La académica dijo en entrevista, que en esta temporada los niveles de ozono y partículas atmosféricas se vuelven especialmente peligrosos, pues no existen fenómenos naturales que los diluyan o logren removerlos y, por el contrario, la recurrencia de inversiones térmicas en estas fechas hace que se “concentren” en el entorno, en especial a primeras horas de la mañana.

 

 

 

Así, recordó que el tiempo de frío es el más crítico en cuanto al ascenso de los niveles de concentración de sustancias tóxicas, aún cuando sus fuentes de origen provean los mismos niveles de emisión que en otros meses del año sin que registre variación alguna en su actividad.

 

Los elementos referidos, se generan principalmente derivados de los procesos de combustión de los automóviles y del sector industrial. Mencionó además que estos contaminantes se ubican en una capa adyacente a la superficie terrestre.

 

De ocho a diez de la mañana, explicó, los niveles de polución son altos. Al existir un rompimiento de la inversión térmica, que ocurre normalmente entre 10 y 11:30 horas, los daños a la población expuesta en esa hora y media son más severos.

 

También, recomendó como principales medidas preventivas no realizar actividades al aire libre cuando se decrete pre contingencia o contingencia.

 

Además sugirió que ante el aumento de visitas hospitalarias por problemas en vías respiratorias (entre 15 y 40 por ciento según el año y la fuente) relacionadas con altos niveles de polución en esta época, se deben ejercer acciones específicas en los meses de enero y febrero, para generar una disminución de gastos y efectos favorables en la salud de la población.

 

El ozono, advirtió, debe observarse durante el invierno pese a que es durante el verano –por la mayor incidencia de la radiación solar–, cuando los niveles de éste son más altos y más aún las partículas finas menores a un micrómetro, que aquejan de manera considerable al bienestar colectivo.

 

Por ello, planteó, es necesario disminuir la emisión de contaminantes con menos procesos de combustión. Si se reduce el uso del automóvil, sin esperar a que comiencen las contingencias o precontingencias, o se adoptan medidas específicas durante enero y febrero, la inversión térmica que “concentra” una capa de contaminantes a primeras horas de la mañana afectaría en menor proporción, indicó Mireya Moya.

 

La especialista concluyó que es importante crear conciencia para  restringir el uso de vehículos y aumentar el de medios de transporte menos dañinos como el Metrobús y el Metro.

 

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Mireya Moya, del CCA de la UNAM, dijo que en invierno el ozono y las partículas atmosféricas son los principales causantes de una mayor incidencia de las enfermedades en vías respiratorias.

 

 

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El tiempo de frío es el más crítico en cuanto al ascenso de los niveles de concentración de sustancias tóxicas, afirman especialistas de la UNAM.