Boletín
UNAM-DGCS-766
Ciudad Universitaria
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final del boletín
REVISAN EN
·
Con la finalidad de que sean cada vez más precisas
y que las enfermas reciban un tratamiento más adecuado, dijo Ana Elena Buenfil,
del Instituto de Física
·
En México, cada año fallecen alrededor de tres mil
mujeres por este padecimiento, o sea, una cada tres horas; se trata del segundo
tumor canceroso más frecuente en ellas, afirmó
· Con una terapia adecuada, el porcentaje de sobrevivencia puede ser hasta de 80 por ciento, si el tumor maligno se detecta en una etapa temprana, reveló
Integrantes del Instituto de Física de
“Se debe garantizar que la dosis de radiación recibida por el paciente
sea la que el médico prescriba, porque si es menor el tumor no se erradica,
pero si es mayor podría causarle daño a los órganos sanos cercanos al tumor”,
aseguró Ana Elena Buenfil, integrante de esa entidad y profesora de la maestría
en Física Médica.
Expuso que, cuando la terapia está bien planeada, los equipos
debidamente calibrados y se sigue el protocolo establecido, se logra que los
órganos y tejidos sanos, adyacentes a un tumor no reciban, durante el
tratamiento, más radiación que la biológicamente resistida.
El cáncer de mama va en aumento en América Latina. Cada año son
reportados 90 mil casos a consecuencia de un bajo acceso a servicios
preventivos y curativos. Tan sólo en México, cada doce meses fallecen alrededor
de tres mil mujeres por este mal, es decir, apuntó, una cada tres horas; es el
segundo tumor canceroso más frecuente en ellas.
El Registro Histopatológico de Neoplasias Malignas reporta que el
cáncer de mama afecta sobre todo a mujeres entre los 40 y 60 años, con una edad
promedio de fallecimiento de 58 años, agregó.
Una vez que el facultativo realiza el diagnóstico y decide el
tratamiento del enfermo, el físico médico apoya preparando los equipos para dar
radiación, así como haciendo los cálculos para aplicarla de la manera más
conveniente. "Siempre se busca que llegue en su máxima intensidad al
tumor, y en la mínima a los tejidos sanos", aclaró.
Una manera de asegurar el registro de la dosis que reciben los órganos
sanos y enfermos es mediante la dosimetría in vivo, o sea, la colocación de un
medidor a la paciente durante el tratamiento. En este caso son dosímetros
termoluminiscentes, pequeños cristales de fluoruro de litio, en forma de prisma
rectangular, de tres milímetros por lado y un milímetro de grosor, que se pegan
en la piel del paciente, sin causarle molestia, sostuvo.
Estos dispositivos emiten cierta cantidad de luz cuando son calentados,
después de ser expuestos a
Se mide sobre la piel para no dañar al paciente; para obtener datos de
otras zonas más profundas, con el fin de determinar lo que ahí ocurre, se hacen
cálculos, precisó Ana Elena Buenfil.
Un tratamiento para cáncer de mama puede fraccionarse, por ejemplo, en
20 sesiones, en cada una de las cuales un enfermo recibe entre 1.8 y 2 unidades
de dosis de radiación o Gray. Hacerlo así se basa en la idea de que el tumor
tarda en recuperarse y el tejido sano lo hace más fácilmente. Se dejan
descansar a las partes saludables para reponerse y que puedan resistir la
siguiente fase, mientras que el tumor no puede restablecerse y se destruye,
especificó.
Eso no significa que los órganos sanos no reciban cierta dosis, pero se
procura que sea la menor posible. En ese trabajo, los físicos médicos apoyan a
los galenos, sostuvo.
El porcentaje de sobrevivencia con una terapia de radiaciones, que
puede también incluir quimioterapia y cirugía, llegaría hasta el 80 por ciento
si el tumor maligno se detecta en etapa temprana. Sin embargo, manifestó,
"mucha gente, sobre todo la que vive en
Los integrantes del IF han unido sus esfuerzos a los de especialistas
del Instituto Nacional de Cancerología (INC). "Cada proyecto se somete a
un Comité Científico y de Ética; de ser aprobado, se habla con los pacientes, se
les explica de qué trata y cuál sería su participación en éste, qué molestias
les puede causar, y se les pregunta si ellos están de acuerdo en contribuir con
el estudio”.
En este caso, la dosimetría termoluminiscente genera provecho para el
enfermo actual, pero sobre todo, para los que vendrán. La investigación
respectiva llevará un año. Se harán cálculos estadísticos para que sea
concluyente, puntualizó.
Se ha establecido ese lapso debido a que las fracciones de los
tratamientos son diarias, excepto sábados y domingos; de tal manera que, en cuatro
o cinco semanas los pacientes ya recibieron sus 20 o 25 fracciones. "Se
espera terminar las medidas en seis u ocho meses y luego trabajar con los
datos", especificó.
Los resultados se aplicarán en Cancerología, donde todo se rige con
normas éticas estrictas. "Toda esa información estará contenida en una
tesis de Maestría en Ciencias (Física Médica), y en caso de que se publique, se
contará con el consentimiento del INC", finalizó Ana Elena Buenfil.
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FOTO 01
Integrantes del
IF de
FOTO 02.
Ana Elena
Buenfil, del Instituto de Física de