06:00  hrs. 14 de Diciembre de 2007

  

Boletín UNAM-DGCS-751

Ciudad Universitaria


José Luís Calva

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CRECERÁ MÉXICO CASI TRES POR CIENTO EL PRÓXIMO AÑO

 

·        José Luís Calva, del Instituto de Investigaciones Económicas de la UNAM, señaló que luego de 25 años de utilizar el modelo neoliberal, la tasa media ha sido de sólo 2.4 por ciento anual

·        En cambio la tasa media de crecimiento de las naciones del este de Asia, ha sido de poco más del siete por ciento, refirió

 

Para el próximo año el crecimiento económico de México será del 2.93 por ciento y podría mantenerse así el resto del sexenio si no se deja de aplicar el modelo económico neoliberal que no ha tenido éxito en ninguna parte del mundo, estimó José Luis Calva Téllez, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.

 

El académico señaló que de acuerdo con datos del Departamento de Análisis de Coyuntura y Prospectiva de esa instancia universitaria, en 25 años de utilizar ese patrón económico la tasa media ha sido de sólo 2.4 por ciento anual. Se tiene un cuarto de siglo con una estrategia financiera sin buenos resultados que demuestra su fracaso y fundamenta su cambio.

 

Este desempeño se ha observado durante los últimos tres lustros, que contrasta con un crecimiento de 6.1 por ciento obtenido con el modelo precedente al neoliberal aplicado entre 1934 y 1982, subrayó.

 

Asimismo, ese modelo se contrapone al avance de los países asiáticos, con una tasa media de progresión de poco más del siete por ciento. Por ejemplo, “en el caso de China es del 10 por ciento anual y en Corea del Sur de 8.7 por ciento”, agregó.

 

El economista explicó que en el Departamento de Análisis de Coyuntura y Prospectiva, bajo su responsabilidad, han creado una propuesta de modelo alternativo con el que la economía mexicana sería capaz de crecer a tasas superiores al seis por ciento anual.

 

Uno de los grandes problemas del bajo crecimiento en la actualidad es que se desaprovecha el bono demográfico, representado por jóvenes nacidos hace más de 20 años que demandan un puesto de trabajo, así como por la creciente incorporación de las mujeres al mercado laboral, apuntó.

 

Estos dos factores, acotó, pueden hacer que la oferta se incremente a una tasa de alrededor de 4.4 por ciento anual, pero si la economía crece a una tasa baja es imposible absorberla.

 

De hecho, en números redondos, anualmente emigran 600 mil trabajadores a Estados Unidos y lo que envían los compatriotas vía remesas es alrededor de 25 mil millones de dólares, aunque lo que producen allá asciende a casi 600 mil millones de dólares, indicó.

 

Entonces, consideró, lo que se necesita es una economía donde los connaccionales alcancen esa cifra en México y que las nuevas generaciones, en vez de ir a buscar ingresos más allá de la frontera norte permanezcan en su tierra.

 

Desde hace años, recordó, está demostrado que el país tiene un potencial de crecimiento superior al seis por ciento anual y hoy día lo reconoce el Banco Mundial, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y la CEPAL.

 

Uno de los lineamientos básicos del modelo que se propone es aplicar políticas macroeconómicas contracíclicas, porque una de las razones del bajo crecimiento deriva de los periodos de freno y arranque, que conduce a un avance mediocre en el corto y mediano plazos, detalló.

 

En la actualidad, dijo, todas las sociedades exitosas tienen ese tipo de estrategias, mientras en América Latina se ha aplicado la ortodoxia neoliberal.

 

Entonces, expuso, si se desacelera la economía o cae en recesión se puede emplear una política monetaria expansiva, con bajas tasas de interés y con un aumento consecuente de la inversión y el gasto público.

 

Así, hay más consumo porque se otorga más crédito, se incrementa el empleo y la demanda de productos y se activa la economía, enfatizó.

 

Por otra parte, abundó, las autoridades se enfocan a cuidar la disciplina monetaria y hacendaria, sin importar el crecimiento. Por ello, vemos una política unilateral orientada a la desinflación, a pesar de saber que ese modelo propicia despidos de trabajadores y, en consecuencia, baja la masa salarial, los ingresos de las empresas y  los impuestos, que deriva en un recorte del gasto.

 

Asimismo, para elevar la productividad es indispensable contar con niveles adecuados de educación, ciencia y tecnología. Estas condiciones deben verse como la mejor inversión que los países pueden hacer para su futuro, sugirió.

 

También, añadió, es preciso contar con políticas sectoriales activas: industrial, agropecuaria y de fomento para las ramas más importantes de la actividad económica, incluyendo el sector energético; impuestos progresivos sobre el ingreso, es decir, quienes más ganan más pagan; así como incrementar el nivel de eficiencia recaudatoria, lo cual implica convertir la defraudación fiscal en delito grave.

 

Lo que se propone no es una utopía, sino una estrategia cuyos resultados han sido probados en naciones del mundo tan exitosas como las asiáticas o europeas, concluyó.

 

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FOTO 01

José Luis Calva, del IIEc de la UNAM, dijo que el crecimiento económico de México para el próximo año será del 2.93 por ciento y podría mantenerse así el resto del sexenio.

 

FOTO 02.

Uno de los grandes problemas del bajo crecimiento de México es que se desaprovecha el bono demográfico, afirmó el investigador de la UNAM José Luis Calva.