14:30  hrs. 27 de Noviembre de 2007

  

Boletín UNAM-DGCS-717

Ciudad Universitaria

 


Jorge Alfonso Calderón

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PEQUEÑAS HASTA AHORA, LAS GANANCIAS COMERCIALES PARA LOS INTEGRANTES DEL TLCAN

 

 

A poco más de 13 años de haberse firmado el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), son pequeñas las ganancias obtenidas por los países que lo integran –México, Estados Unidos y Canadá–, aseguró Jorge Alfonso Calderón Salazar, académico de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM.

 

Ello, agregó, a pesar de que durante varios años los gobiernos mexicano y canadiense han sostenido que este acuerdo permitió ampliar los intercambios comerciales, modificar la estructura de las exportaciones y otros elementos.

 

Al dictar la conferencia Nuevos enfoques sobre el impacto macroeconómico del TLCAN en México, Calderón Salazar refirió que en términos reales el país alcanzó poco respecto a lo generado previamente en el sistema generalizado de preferencia y acuerdos bilaterales sobre maquiladoras, las cuales tenían ya un acceso privilegiado al mercado estadounidense.

México ya tenía ventajas sustanciales gracias a las reducciones arancelarias y bilaterales establecidas en el sexenio de Miguel de la Madrid, cuando realizó unilateralmente una drástica disminución de los impuestos a la importación de artículos del resto del mundo, lo cual benefició en particular a Estados Unidos, recordó.

 

Agregó que antes del TLCAN el país registraba un elevado nivel de especialización en su relación con el vecino del norte, que en la década de los 80 ya se situaba por encima del 75 por ciento de los intercambios globales.

 

Por ello, Jorge Alfonso Calderón afirmó que su particularidad productiva no nace con ese Tratado, pues ya existía desde varias décadas atrás, y se tenía consolidada en los años 70.

 

Indicó que cuando ingresó al Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio y Aranceles (GATT, por sus siglas en inglés), en los protocolos de adición mantenía importantes capacidades regulatorias y gradualidades en la reducción de aranceles, sobre todo en el sector agropecuario, en donde hizo una buena negociación, al preservar la facultad de dar subsidios, mantener derechos en materia de importaciones y otros elementos.

 

Explicó que en 1987, bajo el impulso de la severa crisis, se realizaron una serie de reducciones unilaterales que tenían ventajas para Estados Unidos. Por ello, “el comercio en sí mismo parece insuficiente para explicar el TLCAN”.

 

De esa forma, comentó, tanto Canadá como México tenían la preocupación de que en ausencia de acuerdos especiales en materia de acceso a mercado, la Unión Americana pudiera incrementar sus barreras a título personal.

 

Es decir, recalcó, su visión fue que, conscientes de la política gubernamental norteamericana, violatoria de compromisos multilaterales, deberían buscar por la vía de un tratado trilaterlal disuadir a esa nación de aplicar obstáculos operativos.

 

 

 

Así, dijo, la ganancia no residiría en la ampliación comercial o la modificación de la estructura, sino en no perder acceso al mercado estadounidense, basado en la presunción de que un convenio regional tendría mayor credibilidad con sus contrapartes que las responsabilidades por asumirse en la ronda Uruguay del GATT.

 

Calderón Salazar señaló que la mayor parte de las transacciones internacionales hoy está regulada no por las reglas multilaterales de la Organización Mundial de Comercio, sino de la Unión Europea, las existentes en el MERCOSUR, en la Comunidad Económica de África del Sur, el TLCAN, y la red de acuerdos comerciales que han construido Japón y China con un conjunto de países asiáticos.

 

Si bien de manera formal hoy existe una orientación cada vez más firme a que las normas regulen los flujos de comercio y de inversión, así como las relativas a protección de propiedad intelectual, son fundamentales las que están vigentes en los acuerdos regionales.

 

El académico concluyó que con el TLCAN, Estados Unidos buscó tener un seguro contra futuros cambios de política económica en México. Es decir, una póliza de seguro para enfrentar las transformaciones, al ganar relaciones especiales.

 

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FOTO 1.

 

Jorge Alfonso Calderón Salazar, académico de la FE de la UNAM, dijo que a poco más de 13 años de haberse firmado el TLCAN, son pequeñas las ganancias obtenidas por los países que lo integran.

 

 

FOTO 2

 

El investigador de la UNAM Jorge Alfonso Calderón Salazar dictó la conferencia Nuevos enfoques sobre el impacto macroeconómico del TLCAN en México.