Boletín
UNAM-DGCS-650
Alejandro Alagón |
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Pie de fotos al final del boletín
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Los institutos de Biotecnología y
Neurobiología organizaron el 9th Pan-American Section Congress of the
International Society on Toxinology
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Alejandro Alagón, investigador del IBt y
presidente del Comité Organizador, informó que se reunieron alrededor de 200
expertos provenientes de diversos continentes
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En México se registran más de un cuarto de
millón de personas picadas por alacranes peligrosos cada año; una situación epidemiológica,
informó
Los institutos de Biotecnología (IBt) y de
Neurobiología (INB) de
Alejandro Alagón, investigador del IBt y
presidente del Comité Organizador del encuentro internacional, señaló que en
torno a esta actividad académica –la más grande en términos de participantes
efectuada hasta ahora– se reunieron alrededor de 200 expertos provenientes no
sólo de América, sino de otros continentes.
Se buscó conocer regionalmente la
problemática en torno a esta disciplina y catalizar la interacción y las
colaboraciones entre investigadores del área, expuso el científico
universitario.
Asistieron especialistas
de instancias como el Poison Center de Tucson, Arizona; los institutos
Clodomiro Picado de Costa Rica, y Vital Brazil, junto con las universidades de
Brasilia, Río de Janeiro y Sao Paulo.
También de los
institutos Carlos Malbrán, de Argentina, y Nacional de Salud, Colombia; de
Salud, de Perú, y Venezolano de Investigaciones Científicas, además de
representantes de
Alejandro Alagón explicó
que la toxinología se encarga del estudio de toxinas y venenos de origen
natural, como los producidos por alacranes, serpientes o arañas. Dichas
sustancias son innumerables. Por ejemplo, existen dos mil especies de alacranes
y en la ponzoña de cada una puede haber 100 moléculas; es decir, hay 200 mil
distintas sólo de ese tipo de animal.
“Así como se habla de riqueza en el mundo
biológico, de números de especies de insectos, reptiles o mamíferos, se puede
referir a la diversidad molecular”, opinó el especialista.
Trata no sólo la estructura química y su
mecanismo de acción o la obtención de antivenenos para contrarrestar su efecto,
sino cómo son usadas por los organismos que las producen para contender con el
medio ambiente. Tales aspectos fueron incluidos en el Congreso, junto con
toxinas de origen marino, y otros de corte médico y clínico, dijo.
Alejandro Alagón sostuvo que en México
esta área tiene buen desarrollo. Siempre se ha hecho investigación, sobre todo de
sus efectos; pero los estudios en la década de 1970 de Lourival Possani, del
IBt, abrieron la posibilidad de ampliar el campo.
Además, los mejores antivenenos, y las
mayores cantidades y diversidad de los mismos, se producen en México, debido a
una situación “netamente epidemiológica”: aquí se registran más de un cuarto de
millón de personas picadas por alacranes peligrosos cada año, refirió.
Producirlos en el país “es una necesidad
de salud pública, porque de no hacerlo el número de personas muertas se
incrementaría”, agregó. En ese sentido, la toxinología mexicana está bien
representada, tiene un peso específico en el concierto mundial y la prueba es
este Congreso y los dos anteriores (uno panamericano y otro mundial),
organizados por Lourival Possani en Cuernavaca.
En la primera sesión se efectuó
Los primeros reptiles dañinos aparecieron
en
Este trabajo australiano ofrece un gran
marco evolutivo de los diferentes componentes de venenos con los que expertos
de todo el mundo han trabajado desde hace muchos años, concluyó.
En la apertura del Congreso estuvieron también
Dietrich Mebs, secretario del IST; Carlos Arámburo, director del INB;
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FOTO 1.
El investigador Alejandro Alagón, en
la inauguración del 9th Pan-American Section Congress of the International
Society on Toxinology, organizado por el IBt y el INB de
FOTO 2
Bryan Grieg Fry, de