14:30 hrs. 23 de Octubre de 2007

  

Boletín UNAM-DGCS-646

Ciudad Universitaria


Úrsula Oswald

 

 

Pies de foto al final del boletín

 

NOMBRAN A INVESTIGADORA DE LA UNAM COORDINADORA NACIONAL DE LA RED DE AGUA DEL CONACYT

 

 

Úrsula Oswald, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM, fue nombrada coordinadora nacional de la Red de Agua del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

 

Éste es uno de los más de 10 temas que en este momento deben atenderse de manera prioritaria en el país, afirmó la especialista, quien tiene más de 35 años de abordar asuntos relacionados con el vital líquido.

 

Una meta, recalcó, es conjuntar a todos aquellos expertos, muchos de primer nivel, para que colaboren de forma interdisciplinaria a fin de hacer propuestas concretas de políticas gubernamentales.

 

Significa un reto interesante por parte de Conacyt, agregó Úrsula Oswald, porque la idea no es sólo que participen académicos, “sino también vincularse con la iniciativa privada, porque llevar a cabo los proyectos necesita de recursos, y hay un gran rezago”.

 

Este asunto es complejo y requiere de una enorme concertación institucional, así como de la oportunidad de interlocución y, finalmente, el planteamiento de resultados concretos, refirió.

 

Su plan de trabajo incluye para fines del 2008 concluir un libro con un diagnóstico, una gran visión global de lo que exista sobre el tema en México: qué investigadores lo tratan, sus campos de trabajo, las instituciones donde están, con qué laboratorio cuentan y cuáles son los grandes vacíos, entre otros aspectos.

 

Para lograr lo anterior, destacó, se deberán poner en contacto con todos los expertos, centros de investigación, compañías privadas y dependencias gubernamentales. También pretende organizar un congreso de especialistas; en el caso de la UNAM, por ejemplo, informó que hay arriba de 250 investigadores que tratan este rubro.

 

Forman parte del grupo de trabajo de la Red de Agua: Ignacio Sánchez Cohen, del Instituto de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias; José Luis Reyes Sánchez, del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional; Javier Alcocer Durán, de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala, y Blanca Jiménez, del Instituto de Ingeniería, los dos últimos de la Universidad Nacional.

 

El nombramiento como coordinadora, sostuvo, es un reto gigantesco, un estímulo para trabajar en forma íntegra, y un compromiso con el país, al cual hay que aportarle y a las generaciones venideras.

 

De los 50 temas complejos por resolver, Úrsula Oswald resaltó que el primero sería la disponibilidad del recurso, tanto superficial como subterráneo, lo cual implica ciclos de precipitación, infiltración y escurrimiento. Otro es el abasto a la población y encarar las enfermedades, lo que tiene que ver con el saneamiento y reuso, reciclamiento y disminución de su empleo irracional.

 

Uno más es el relacionado con el cambio climático global y los desastres asociados. En los últimos 35 años, detalló, de los 275 mayores eventos 82 por ciento han sido hidrometeorológicos, y si se incorpora la sequía 98 por ciento de las afectaciones están relacionadas con fenómenos de este tipo.

 

Asimismo, subrayó, están los temas de la infraestructura, su deterioro, así como el de la tecnología: de qué tipo se requiere en un futuro, y que sea además aceptable a la idiosincrasia de México.

 

Uno más son los conflictos: qué se hace con los intereses creados, qué pacto social se puede lograr en un momento dado para que este tipo de luchas se resuelva de manera no violenta. Aquí, precisó, entra la diplomacia, el control de abusos y una redistribución del agua.

 

También está el asunto crucial relacionado con los alimentos. Por ejemplo, si un kilogramo de arroz cuesta mil metros cúbicos de líquido, hay que pensar en dónde se va a sembrar; obviamente las zonas semiáridas no son propias para ello.

 

El último tema serían las normas y el cumplimiento de las mismas. De nada sirve tener las mejores leyes si nadie hace caso de ellas; se requiere un proceso de acuerdo para acatarlas, aseveró Úrsula Oswald.

 

Siempre se busca resolver la situación cuando se tiene la catástrofe encima. Por ello, concluyó, es mucho más barato solucionarlo desde ahora mediante “ordenamiento territorial, manejo integral de los recursos naturales, con vigilancia en beneficio de la población, no de intereses particulares”.

 

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FOTO 01.

Úrsula Oswald, del CRIM de la UNAM, fue nombrada coordinadora nacional de la Red de Agua del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología.

 

FOTO 02

La experta de la UNAM Úrsula Oswald planea, a fines del 2008, concluir un libro con un diagnóstico sobre el agua en México: qué investigadores lo tratan, sus campos de trabajo y vacíos, entre otros.