06:00 hrs. 18 de Octubre de 2007

  

Boletín UNAM-DGCS-636

Ciudad Universitaria


Carlos Welti Chanes

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DEBEN DEFENDERSE LAS INSTITUCIONES DE SEGURIDAD SOCIAL EN MÉXICO

 

·        Al ser el pilar de la estabilidad del país, afirmó Carlos Welti Chanes, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM

·        Verónica Montes de Oca, también del IIS, dijo que la nación tiene en etapa de la vejez a 7.8 por ciento de su población, es decir, casi nueve millones de personas

·        Ambos intervinieron en el ciclo Temas actuales de la sociedad mexicana

 

La seguridad social es el pilar de la estabilidad de un país como México, y todo lo que se haga en contra de ella afecta dicho equilibrio. Por ello, se debe defender a las instituciones que la representan, afirmó Carlos Welti Chanes, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.

 

Al dictar la conferencia Envejecimiento y familia, dentro del ciclo Temas actuales de la sociedad mexicana, organizado por la Casa de las Humanidades y el IIS, agregó que en cuanto a su futuro existen dos posiciones: una es reformar, como ya se hace, el sistema de reparto, donde las contribuciones sean administradas por empresas privadas de seguros, bancos o dedicadas exclusivamente a esa tarea.

 

Otra es realizar una adecuación paramétrica para hacerla coincidente con el proceso de envejecimiento de la población, es decir, que se modifique la edad de retiro y aumenten las aportaciones que cada trabajador hace a los fondos de pensión, "lo cual se ve difícil porque ya de por sí, en gran proporción, los salarios son de sobrevivencia", dijo.

La posición generalizada es privatizar lo que antes era responsabilidad del Estado y que en otros países ha traído el incremento de la mortalidad en muchos sectores o la quiebra de las empresas promotoras de salud. En general, ha sido un fracaso, resaltó.

 

Welti Chanes expuso que establecer los compromisos individual y social en relación con la sobrevida de los ancianos es un asunto central. Aclaró que las necesidades de estos individuos superan con mucho el ámbito de lo familiar; así, promover la participación de este núcleo en las actividades involucradas con la atención de dicho segmento es pretender volver al pasado.

 

Lo que se vive hoy refleja los principios del neoliberalismo; "no sólo en términos económicos, sino morales, pues dicen que la sobrevivencia es un asunto individual, por lo que no se debe reformar, sino desaparecer el sistema de seguridad social", expresó.

 

En el Salón de Usos Múltiples de la Casa de las Humanidades, el experto señaló que la falta de  correspondencia entre instituciones y transformaciones sociales –como el incremento de la esperanza de vida y el descenso de la fecundidad– se refleja en esta problemática.

 

Refirió que aún nacen más de dos millones de mexicanos cada año, tal y como sucede desde hace décadas; las tasas disminuyen al constituirse una población mayor. Pero que no se tenga “la falsa idea de que el crecimiento demográfico está solucionado", especificó.

 

Además, se percibe un incremento en el porcentaje de población de la tercera edad. El incremento de la esperanza de vida se asocia con transformaciones en el perfil epidemiológico: las enfermedades de los ancianos no son las de los jóvenes, y los tratamientos serán cada vez más costosos, agregó, aunque el desarrollo tecnológico permitirá que en los próximos 20 años el 70 por ciento del organismo se renueve.

 

Se ha dicho que el proceso de envejecimiento ha llevado a la crisis de la seguridad social. Pero antes también se apuntaba que si era un país subdesarrollado se debía a las altas tasas de natalidad y fecundidad, pero ya bajó esta última y el asunto no se resuelve, argumentó.

 

Si bien un indicador bajo facilita la atención, de ninguna manera lo soluciona. Decir que el problema de la seguridad social es demográfico es una falacia, enfatizó.

 

A su vez, Verónica Montes de Oca, también del IIS, refirió que en México no existe un sistema de seguridad social nacional, sino varios. No obstante, un gran porcentaje de la sociedad no pertenece a ninguno de ellos. "Parece que al final, la familia se hará cargo del adulto mayor".

 

En el país el sector con 60 años y más es de menos del 8 por ciento. "Se tiene 7.8 por ciento de la población, es decir, casi nueve millones de personas en etapa de vejez". Ello derivado del descenso de la mortalidad. La esperanza de vida se ha incrementado casi 40 años desde 1950 a la fecha, al pasar de 36 a 74 años en promedio. Para los hombres es de 73 años y de 77.9 para las mujeres.  Se estima que en 2050 llegará a ser de 83.6 años para ellas y 79 para ellos, apuntó.

 

Otro elemento es la migración; muchos municipios tienen cerca de 30 por ciento de población adulta mayor, debido a que los jóvenes dejan sus lugares de origen. De hecho, 27 por ciento de gente de más de 60 años vive en comunidades rurales y 60 por ciento en localidades con más de 15 mil habitantes. Su tasa de crecimiento fue, en el último quinquenio, de 3.5 por ciento, aunque la transición demográfica es diferenciada en las entidades federativas.

 

Además, detalló, se presenta un proceso de feminización del envejecimiento. Hay 87 hombres por cada 100 mujeres, aunque en las zonas rurales las cifras se invierten y hay 100 mujeres por cada 103 hombres. Esto último ocurre en Quintana Roo, Campeche, Yucatán y Coahuila. En ese sentido, los programas dirigidos a este sector deben tener también una perspectiva de género.

 

Otras entidades tienen un doble reto en materia de política social para ese sector: gente envejecida y con un alto grado de marginación. Tal es el caso de Chiapas, Guerrero y Oaxaca, junto con Yucatán, Michoacán, Campeche, Hidalgo y Veracruz, concluyó.

 

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FOTO 01.

Verónica Montes de Oca y Carlos Welti Chanes, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, participaron en el ciclo Temas actuales de la sociedad mexicana.