Boletín
UNAM-DGCS-603
Ciudad
Universitaria
DESARROLLAN EN
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Carlos Gerardo Deolarte
Martínez, profesor de la Facultad de Estudios Superiores Cuautitlán,
es su diseñador
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Un aparato convencional y comercial tiene un
precio por arriba de 100 mil pesos, mientras que el costo de su innovación es
de aproximadamente 20 mil pesos
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Este trabajo ya ha sido presentado ante el
sector industrial, el cual ha mostrado gran interés por adquirirlo; sólo falta
definir detalles de funcionamiento para comercializarlo
Carlos Gerardo Deolarte Martínez, profesor de la Facultad de Estudios
Superiores (FES) Cuautitlán de la UNAM, desarrolló un
secador solar híbrido para deshidratar elementos agropecuarios destinados tanto
a productores agrícolas como urbanos.
Destacó que este instrumento ya ha sido probado para el secamiento de
chile serrano para obtener morita, con excelentes resultados. También sirve
para hortalizas y frutas frescas, así como especias o hierbas medicinales, pues
disminuye al máximo la acción de microorganismos sin afectar sus propiedades,
lo cual permite preservarlo por largo tiempo en condiciones adecuadas de
almacenaje.
Otra ventaja es que su diseño permitirá, en un momento dado, fabricar
una máquina casera, de menor capacidad, al estilo de un horno de microondas,
para deshidratar en el hogar productos que no se empleen en corto tiempo, dijo.
Este trabajo ya ha sido presentado ante el sector industrial, el cual
ha mostrado gran interés por adquirir
Deolarte Martínez indicó que un secador convencional y comercial tiene un
precio por arriba de 100 mil pesos, mientras que el costo de su innovación es
de aproximadamente 20 mil pesos.
Su objetivo principal
fue diseñar una máquina económica para aprovechar la radiación del Sol que
existe prácticamente todo el año en zonas del Estado de México, precisó el
académico.
El equipo está fabricado
con lámina y ángulo de hierro, y el exterior recubierto con pintura negro mate
para favorecer el calentamiento. Generalmente –apuntó–
se coloca directamente, aunque también tiene la capacidad para conservar el
calor durante varias horas; así como de trabajar durante la noche o en días
nublados en espacios cerrados.
Inicialmente el secador funcionaba sólo a base de radiación solar, pero
en las primeras pruebas se observó que el proceso tardaba, de manera que para
competir con los comerciales se decidió agregar una fuente alterna de energía,
eléctrica, para acelerar sus tiempos de actividad, informó.
Esta modificación ayudó no sólo para abreviar la deshidratación,
detalló, sino para hacer funcionar la máquina en todo tipo de clima, sin
importar si hay alta humedad relativa o nubosidad, si es de día o de noche.
El aparato consiste en una estructura metálica con las dimensiones de
un refrigerador doméstico y dos colectores solares planos laterales. El aire
caliente desciende por los colectores y llega hasta una resistencia eléctrica
que aumenta la temperatura, mientras que un ventilador distribuye de manera
uniforme el calor por la cámara de secado, donde se ubican las bandejas que
contienen el producto, explicó.
Una de las posibilidades que estudian los profesores encargados es
disminuir progresivamente los requerimientos eléctricos para hacerlo cada vez
más económico, eficiente y barato en comparación con los que emplean formas
tradicionales de suministro de energía, agregó.
Asimismo, sostuvo, planean mejorar su acabado con un tablero estético,
accesorios modernos y micas que permitan supervisar constantemente el proceso
de deshidratación.
La cátedra de investigación que sustenta este proyecto se denomina Investigación,
innovación de la actividad agrícola y aprovechamiento de la energía solar y
en él, además de Carlos Gerardo Deolarte, trabajan
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PIES DE FOTO
FOTO 01
Carlos Gerardo Deolarte
Martínez, profesor de
FOTO 02
El secador solar híbrido
desarrollado en