06:00 hrs. 25 de Septiembre de 2007

  

Boletín UNAM-DGCS-590

Ciudad Universitaria


Fernando Vizcaíno

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BUSCA LEGITIMAR AL ESTADO EL DISCURSO NACIONALISTA DE MÉXICO

 

 

El nacionalismo mexicano es el discurso de la elite en el poder que busca homogenizar y establecer una identidad propia en la población para, finalmente, legitimar al Estado, señaló Fernando Vizcaíno, del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM.

 

Al participar en el ciclo de conferencias Temas actuales de la sociedad mexicana, organizado por el IIS y la Casa de las Humanidades, añadió que en el pasado reciente era fundamental convocar a los héroes para justificar el ejercicio del poder; sin embargo, en los últimos 35 años esa exaltación de la historia en la retórica política decayó y dichas referencias prácticamente se derrumbaron en los dos últimos sexenios.

 

En la presente administración, “aunque todavía es difícil establecer un criterio sostenido, a partir de las alocuciones escuchadas, parece que hay una referencia a ciertas figuras”, aunque con el proceso de globalización, democracia y reconocimiento de las minorías, dichas menciones entraron en crisis, explicó el investigador.

 

En realidad, puntualizó el doctor en ciencia política, estas características no son exclusivas del país. Si se sigue el nacionalismo de Estado de otras latitudes se observan características similares: homogenización de la población, búsqueda de un discurso a favor del gobierno cerrado y autocontenido.

 

Hay una tendencia “que exalta personajes o momentos de la historia; figuras importantes a lo largo de ésta, algunos de los cuales son ficticios; es decir, creaciones de la biografía oficial que siempre tiende, por así convenir sus intereses, a olvidar o inventar sucesos importantes”, apuntó.

 

La referencia al pasado siempre olvida algunos hechos que incomodan a algunas elites, en cambio, glorifica otros que sí les ajustan, subrayó Fernando Vizcaíno, al sostener que en México esas apelaciones en los últimos 70 años han sido uniformes en términos generales.

 

Esos elementos sirven para exaltar a la nación y generar un sentimiento de unidad. Hay una suerte de identidad bajo el supuesto de que todos tienen una raíz común, y pasa a constituirse como uno de los elementos fundamentales del nacionalismo, indicó.

 

El investigador universitario señaló también que la democracia es un  término que utilizan las elites en el poder para legitimarse y a su idea de nación. “Es una de esas palabras con la que se acuestan todos los caudillos”, como dijo en su momento Octavio Paz.

 

Sin embargo, agregó el especialista en historia y sociedad, esto no es un asunto de dirigentes, sino una cuestión que genera una suerte de orgullo, de pertenencia a la nación.

 

El especialista dijo seguir el discurso de las elites que están en el poder o que aspiran a él. Es el nacionalismo entendido como ideología que busca homogenizar a la colectividad y afianzarse. Hay otra postura constreñida al orgullo que la sociedad siente por formar parte de un conjunto o por compartir elementos culturales significativos, por ejemplo, la Virgen de Guadalupe.

 

No obstante, detalló, hay una nueva exaltación de la democracia la cual, además de un procedimiento para elegir a los representantes, tiene ahora una función simbólica que contribuye a generar un sentimiento de unidad.

 

En la Casa de las Humanidades, Fernando Vizcaíno afirmó que el nacionalismo mexicano, que hace referencia a la historia, entró en declive. Cambiaron sus contenidos. Ahora es más importante dicho concepto que hacer referencia a Hidalgo, Juárez, a la Revolución Mexicana o a la Expropiación Petrolera.

 

Un elemento que puede explicar ese cambio es el proceso acelerado con el que el país se vinculó con la sociedad internacional. En ese contexto mostró el enlace entre globalización y transformación de la ideología.

 

Existe, aclaró, un nexo entre los procesos planetarios y la transformación de los contenidos del nacionalismo y su declive. Se tiene una intensificación de las interconexiones y, junto con ello, un crecimiento de la multinacionalidad, o sea, la inserción del país en la colectividad mundial.

 

En este contexto, la antigua ideología comienza a entrar en tensión con la mundialización, con la democracia y con el derecho de las minorías culturales o, dicho de otra forma, con el impulso a favor de las poblaciones indígenas y de otros excluidos, concluyó.

 

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FOTO 01

Fernando Vizcaíno, del IIS de la UNAM, afirmó que el nacionalismo mexicano es el discurso de la elite en el poder que busca legitimar al Estado.

 

FOTO 02.

La referencia al pasado siempre olvida algunos hechos que incomodan a algunas elites, en cambio, glorifica otros que sí les ajustan, subrayó el investigador de la UNAM Fernando Vizcaíno.