Boletín
UNAM-DGCS-587
Ciudad Universitaria
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CELEBRA MAESTRÍA
EN FÍSICA MÉDICA DE
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Guillermo Monsiváis Galindo, director del
Instituto de Física, dijo que sus egresados trabajan en servicios de salud
pública y privados de México y Centroamérica
·
Esta disciplina, que aplica principios de la Física a la Medicina para
diagnosticar y tratar enfermedades, tiene las cifras más altas de titulación en
AL
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La maestría
en Física Médica de
Guillermo Monsiváis Galindo, director del Instituto de Física (IF),
expuso que a 10 años de que se diera la bienvenida a la primera generación, los
egresados trabajan en servicios de salud pública y privados de México y
Centroamérica, o en actividades relacionadas con esa disciplina, que aplica los
principios de la Física a la Medicina para auxiliar en el diagnóstico y
tratamiento de enfermedades. Otros han continuado en el doctorado.
El programa
de la Maestría en Ciencias (Física Médica) surgió por iniciativa de María Ester
Brandan, del IF. “Inicialmente sólo el grupo de Física de radiaciones y
dosimetría del Instituto participaba activamente, pero ahora se han incorporado
investigadores que aplican modelos matemáticos para biología y medicina, y
técnicas nucleares, entre otros”.
No sólo eso. Ha tenido
impacto en las líneas de investigación del IF y se incursiona, por ejemplo, en
la producción de liposomas para el tratamiento de
cáncer por quimiorradiación, destacó.
En este
sentido,
Dentro de
su riqueza y diversidad encontró cabida el desarrollo de la Física médica. Aquí
se prepara a los estudiantes para desempeñarse en el medio clínico o iniciar
carreras de investigación. Luego de dos años de estudio los alumnos adquieren
los conocimientos en biología y medicina que posibilitan su inserción en
Pero,
aclaró, el entrenamiento en las aulas no es suficiente para formar
especialistas. La experiencia práctica a través del contacto con problemas de
la salud y equipos es esencial, y se garantiza mediante las residencias
hospitalarias que forman parte del plan de estudios.
Es un campo
de rápido crecimiento y diversificación. Aquellos estudiantes que se decidan
por esta opción la encontrarán fascinante, con amplias oportunidades de
crecimiento futuro, apuntó.
Destacó que
la eficiencia terminal refleja el funcionamiento de
un programa de posgrado. El de Física médica es uno
de los de más alto nivel, por encima del 75 por ciento de tal indicador, lo
cual manifiesta una planta de tutores comprometida y
alumnos que logran graduarse en los tiempos que establece el Consejo Nacional
de Ciencia y Tecnología (CONACYT).
A su vez,
María Ester Brandan, responsable de las actividades académicas de maestría,
refirió que antes de su existencia había una enorme carencia de físicos
especializados en radioterapia.
El origen
del programa, indicó, se remonta al Reglamento General de Estudios de Posgrado publicado en diciembre de 1995. El inicio de
actividades se dio dos años después, con el trabajo conjunto de Luis Benítez Bribiesca, de la Facultad de Medicina (FM).
Fue en 2005
cuando el programa ingresó al Padrón Nacional de Posgrado,
el único de Física medica de alto nivel. Al respecto, sostuvo que la revisión
permanente del programa curricular y las normas operativas “han permitido que
se llegue a tener un riguroso proceso de admisión. Asimismo, se evita la
pérdida de estudiantes y se han optimizado los contenidos curriculares a las
necesidades laborales”.
En la
maestría participa el IF, además de los institutos de Ciencias Nucleares y de
Investigación en Materiales, junto con el Centro de Ciencias Aplicadas y
Desarrollo Tecnológico, y la Facultad de Ciencias.
A ellos se
suma la FM, el Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada, y los
institutos de Neurobiología y de Investigaciones Biomédicas, todos de
Se cuenta
con 45 tutores, 32 de ciencias exactas o de salud y 13 médicos clínicos. Los
alumnos son físicos y de carreras como Ingeniería, y provienen de instituciones
como la UNAM, los institutos Politécnico Nacional, y Tecnológico de Estudios
Superiores de Monterrey; y las universidades de Guadalajara e Iberoamericana.
Los temas
de las tesis han sido variados: radioterapia, medicina nuclear, radiología,
resonancia magnética, biofísica, litotripsia,
instrumentación, óptica, modelos matemáticos en biología, y efectos biológicos
de la radiación.
En esta
década, mencionó María Ester Brandan, se han tenido 76 ingresos, 40
titulaciones y 77 por ciento de eficiencia terminal.
Actualmente hay 18 alumnos regulares y ocho más concluyendo tesis, en tanto que
los graduados trabajan en instancias como el INC y el INNN; en hospitales como
el Ángeles y Médica Sur, y en empresas como Siemens.
El programa
ha tenido logros reconocidos fuera de México, por ejemplo, por el Organismo
Internacional de Energía Atómica, con sede en Viena, que ha brindado apoyo y
registrado su experiencia. En América Latina es también el de cifras más altas
en posicionamiento laboral de los egresados –los que trabajan clínicamente
representan entre un tercio y un cuarto de la fuerza de trabajo–
y “somos el único con una oferta temática amplia”, subrayó.
Ahora se
está revisando el plan de estudios; también se pretende disminuir retrasos
innecesarios en la titulación y optimizar contenidos obligatorios para
satisfacer las demandas del mercado y mantener la evaluación del CONACYT, entre
otras acciones, agregó.
En la
ceremonia, efectuada en el auditorio Alejandra Jaidar
del IF, se entregaron reconocimientos a los doctores Luis Benítez y
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