06:00 hrs. 24 de Septiembre de 2007

  

Boletín UNAM-DGCS-587

Ciudad Universitaria


Guillermo Monsiváis Galindo

Pie de foto al final del boletín

 

CELEBRA MAESTRÍA EN FÍSICA MÉDICA DE LA UNAM DÉCIMO ANIVERSARIO

 

·        Guillermo Monsiváis Galindo, director del Instituto de Física, dijo que sus egresados trabajan en servicios de salud pública y privados de México y Centroamérica

·        Esta disciplina, que aplica principios de la Física a la Medicina para diagnosticar y tratar enfermedades, tiene las cifras más altas de titulación en AL

·        Manuel Torres, coordinador del posgrado en Ciencias Físicas, recordó que ahí confluyen las aportaciones  intelectuales y materiales de nueve entidades académicas

·        José Luis Palacio, coordinador general de Estudios de Posgrado, señaló que la eficiencia terminal refleja el funcionamiento de un programa de posgrado

 

La maestría en Física Médica de la Universidad Nacional celebra el décimo aniversario de su creación con resultados exitosos, entre ellos, ser el programa de la especialidad con las cifras más altas de titulación en América Latina.

 

Guillermo Monsiváis Galindo, director del Instituto de Física (IF), expuso que a 10 años de que se diera la bienvenida a la primera generación, los egresados trabajan en servicios de salud pública y privados de México y Centroamérica, o en actividades relacionadas con esa disciplina, que aplica los principios de la Física a la Medicina para auxiliar en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades. Otros han continuado en el doctorado.

 

El programa de la Maestría en Ciencias (Física Médica) surgió por iniciativa de María Ester Brandan, del IF. “Inicialmente sólo el grupo de Física de radiaciones y dosimetría del Instituto participaba activamente, pero ahora se han incorporado investigadores que aplican modelos matemáticos para biología y medicina, y técnicas nucleares, entre otros”.

 

No sólo eso. Ha tenido impacto en las líneas de investigación del IF y se incursiona, por ejemplo, en la producción de liposomas para el tratamiento de cáncer por quimiorradiación, destacó.

 

En este sentido, Manuel Torres, coordinador del posgrado en Ciencias Físicas, recordó que “es el único de estudios superiores de Física de la UNAM. Aquí confluyen las aportaciones  intelectuales y materiales de nueve entidades académicas universitarias con sede en diferentes sitios de la República”.

 

Dentro de su riqueza y diversidad encontró cabida el desarrollo de la Física médica. Aquí se prepara a los estudiantes para desempeñarse en el medio clínico o iniciar carreras de investigación. Luego de dos años de estudio los alumnos adquieren los conocimientos en biología y medicina que posibilitan su inserción en el campo laboral, señaló.

 

Pero, aclaró, el entrenamiento en las aulas no es suficiente para formar especialistas. La experiencia práctica a través del contacto con problemas de la salud y equipos es esencial, y se garantiza mediante las residencias hospitalarias que forman parte del plan de estudios.

 

Es un campo de rápido crecimiento y diversificación. Aquellos estudiantes que se decidan por esta opción la encontrarán fascinante, con amplias oportunidades de crecimiento futuro, apuntó.

 

Por su parte, José Luis Palacio, coordinador general de Estudios de Posgrado, dijo que más importante que cumplir años es reportar buenos resultados, como lo ha hecho la maestría.

 

Destacó que la eficiencia terminal refleja el funcionamiento de un programa de posgrado. El de Física médica es uno de los de más alto nivel, por encima del 75 por ciento de tal indicador, lo cual manifiesta una planta de tutores comprometida y alumnos que logran graduarse en los tiempos que establece el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT).

 

A su vez, María Ester Brandan, responsable de las actividades académicas de maestría, refirió que antes de su existencia había una enorme carencia de físicos especializados en radioterapia.

 

El origen del programa, indicó, se remonta al Reglamento General de Estudios de Posgrado publicado en diciembre de 1995. El inicio de actividades se dio dos años después, con el trabajo conjunto de Luis Benítez Bribiesca, de la Facultad de Medicina (FM).

 

Fue en 2005 cuando el programa ingresó al Padrón Nacional de Posgrado, el único de Física medica de alto nivel. Al respecto, sostuvo que la revisión permanente del programa curricular y las normas operativas “han permitido que se llegue a tener un riguroso proceso de admisión. Asimismo, se evita la pérdida de estudiantes y se han optimizado los contenidos curriculares a las necesidades laborales”.

 

En la maestría participa el IF, además de los institutos de Ciencias Nucleares y de Investigación en Materiales, junto con el Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico, y la Facultad de Ciencias.

 

A ellos se suma la FM, el Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada, y los institutos de Neurobiología y de Investigaciones Biomédicas, todos de la UNAM. También los institutos nacionales de Cancerología (INC) y Neurología y Neurocirugía (INNN), y el Hospital Infantil de México, entre otros.

 

Se cuenta con 45 tutores, 32 de ciencias exactas o de salud y 13 médicos clínicos. Los alumnos son físicos y de carreras como Ingeniería, y provienen de instituciones como la UNAM, los institutos Politécnico Nacional, y Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey; y las universidades de Guadalajara e Iberoamericana.

 

Los temas de las tesis han sido variados: radioterapia, medicina nuclear, radiología, resonancia magnética, biofísica, litotripsia, instrumentación, óptica, modelos matemáticos en biología, y efectos biológicos de la radiación.

 

En esta década, mencionó María Ester Brandan, se han tenido 76 ingresos, 40 titulaciones y 77 por ciento de eficiencia terminal. Actualmente hay 18 alumnos regulares y ocho más concluyendo tesis, en tanto que los graduados trabajan en instancias como el INC y el INNN; en hospitales como el Ángeles y Médica Sur, y en empresas como Siemens.

 

El programa ha tenido logros reconocidos fuera de México, por ejemplo, por el Organismo Internacional de Energía Atómica, con sede en Viena, que ha brindado apoyo y registrado su experiencia. En América Latina es también el de cifras más altas en posicionamiento laboral de los egresados –los que trabajan clínicamente representan entre un tercio y un cuarto de la fuerza de trabajo– y “somos el único con una oferta temática amplia”, subrayó.

 

Ahora se está revisando el plan de estudios; también se pretende disminuir retrasos innecesarios en la titulación y optimizar contenidos obligatorios para satisfacer las demandas del mercado y mantener la evaluación del CONACYT, entre otras acciones, agregó.

 

En la ceremonia, efectuada en el auditorio Alejandra Jaidar del IF, se entregaron reconocimientos a los doctores Luis Benítez y Rafael Pérez Pascual.

 

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FOTO 01.

Manuel Torres, Guillermo Monsiváis, José Luis Palacio y María Ester Brandan durante el décimo aniversario de la maestría en Física Médica de la Universidad Nacional.