12:30 hrs. 16 de Septiembre de 2007

  

Boletín UNAM-DGCS-568

Ciudad Universitaria


Luis Sandoval

 

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NEGATIVO, EL PANORAMA FINANCIERO MUNDIAL

 

·        Es de profundos desbalances, afirmó Luis Sandoval, de la Facultad de Economía de la UNAM

·        Asimismo, hay crecimiento de la deuda de países, empresas y familias; está a la vista el tránsito a un nuevo modelo de producción ya no basado en el petróleo

·        Intervino en la mesa redonda La caída de las bolsas de valores en el mundo y su impacto en la economía mexicana y mundial, junto con Roberto Castañeda y Óscar Ugarteche

 

Los profundos desbalances de la economía internacional, el crecimiento de la deuda de países, empresas y familias, así como la obsolescencia del modelo productivo basado en el petróleo y el motor de combustión interna generan un panorama financiero negativo, indicó Luis Sandoval, de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM.

 

Durante la mesa redonda La caída de las bolsas de valores en el mundo y su impacto en la economía mexicana y mundial, el especialista consideró que respecto a este último punto, es ya práctica e históricamente anacrónico para la acumulación de capital, lo cual es indicado por la agudización de sus contradicciones.

 

La mayoría de sus ramas y sectores obtienen ganancias exiguas y menguantes; en particular, el sector especulativo absorbe grandes cantidades desviándolas de la inversión productiva, por lo que está a la vista el tránsito a un sistema basado en el gas natural hidrógeno y el motor de celdas. Empero, ello se dará luego de una de las mayores catástrofes monetarias de la humanidad, pronosticó.

 

De tal manera, añadió Luis Sandoval, que en los últimos 12 años la economía internacional ha podido desarrollarse gracias a la aparición de grandes “burbujas”. A partir de 1995, por ejemplo,  se observa “la de las bolsas de valores basada, sobre todo, en las empresas de la informática, la cual disminuyó considerablemente en 2000-2001”.

 

Para contrarrestarla, manifestó, se establecieron entonces políticas que propiciaran el crecimiento de la compra de inmuebles. De esta forma, aseguró, empezó a crecer en forma impresionante el mercado de bienes raíces. Esta esfera ya termina, pero no lo hace de forma abrupta, sino escalonada, debido a que la población no está dispuesta a deshacerse fácilmente de sus casas.

 

Por su parte, Roberto Castañeda, profesor de la Facultad de Ingeniería, habló acerca de la tendencia al desequilibrio general de la homeostasis, la cual se refiere al mecanismo de regulación interna que tienen todos los organismos vivos.

 

La idea de su pérdida la abordó en varios terrenos. Uno, la economía mundial, que también es un sistema de entradas y salidas. La banca, dijo en el Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc), ocupaba el primer lugar en las actividades globales hasta hace unos 10 años, después vinieron dos rubros industriales: el automotriz y petrolero.

 

El problema ahora, sostuvo, es que de acuerdo a los órdenes de jerarquía establecidos, el modelo actual les quita a unos para darles a otros, por lo que comienza una rivalidad que se une a la existente entre las potencias: en donde los ganadores triunfan produciendo perdedores y éstos entregan sus beneficios a los victoriosos.

 

Otro territorio que debe tomarse en cuenta es el de la salud mental. Resulta, apuntó, que la depresión emocional es un subproducto de la económica: la sufren los desempleados, mal promovidos, los tratados injustamente, así como sus familias.

 

Asimismo, expresó, los psiquiatras y psicoanalistas han señalado de hecho que alrededor de 30 por ciento de la población mundial se altera de sus facultades críticas y autocríticas.

 

Pero el sistema se desequilibra también en relación con las leyes, pues no sólo trastorna el interior de sus integrantes, sino que los hace operar como delincuentes. Porque una vez que empiezan los riesgos de pérdida y los quebrantos efectivos la tentación de no respetar las normas es más grande, advirtió.

 

Por tanto, destacó, la propensión al delito crece en proporción a la caída de la tasa de ganancia, lo que reactiva las medidas de control, volviendo más imaginativos a quienes no cumplen el orden establecido.

 

A su vez, Óscar Ugarteche Galarza, consultor internacional independiente en temas de deuda externa, afirmó que la crisis hipotecaria actual no es bancaria. Se está “ante una situación nueva, un tipo de burbuja distinta a las anteriores”.

 

Al tomar el caso de Estados Unidos, resaltó que hay un conflicto en el sector construcción, y las instituciones de crédito vendieron sus carteras hipotecarias. De este modo, concluyó, para ellos no hay problema, las dificultades son fuera de sus dominios. Quien pierde dinero son los mercados de derivados –donde se negocian dos tipos definidos de valores: contratos a futuro y de opciones– que son el canal de conexión entre los países, luego entre las economías.

 

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FOTO 1

Luis Sandoval, Roberto Castañeda y Gerardo Minto, en la mesa redonda La caída de las bolsas de valores en el mundo y su impacto en la economía mexicana y mundial, en el IIEc de la UNAM.

 

 

FOTO 2.

Luis Sandoval, de la FE de la UNAM, dijo que entre los últimos 10 a 12 años la economía internacional ha podido desarrollarse gracias a la aparición de grandes “burbujas”.