Boletín
UNAM-DGCS-555
Ciudad Universitaria
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AUSPICIA
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) auspicia los estudios
realizados por académicos del Instituto de Geofísica (IGf)
de la UNAM, para lograr un sistema sustentable que enfrente los altos niveles
de contaminación y extracción de las fuentes de abastecimiento hidrológico de
la ciudad de León, Guanajuato.
Se trata del proyecto Modelación hidrogeoquímica,
comportamiento isotópico y modelación matemática de las fuentes de
abastecimiento de la ciudad de León –encabezado por
En esta primera fase del trabajo, cuya convocatoria fue abierta por ese
organismo a través de
Cortés Silva señaló que
de acuerdo con los análisis realizados, si bien los daños en los veneros son
graves, aún no se tiene una situación alarmante que provoque la muerte de la
gente o del entorno. Sin embargo, si esto continúa podría llegar a ser
peligroso.
Por ello, explicó que su estudio debe ser secuencial. Los sistemas
acuíferos son dinámicos en el tiempo, por lo que tienen riesgos que pueden
pronosticarse. Eso se busca con estos proyectos, y la aportación de la
Universidad es adelantarse a una situación de crisis más que remediarla; “hay
que prevenir para no corregir errores a futuro”.
Detalló que respecto de la extracción, los niveles de las fuentes de
abastecimiento de la región han disminuido en forma importante. De hecho, tres
cuartas partes del territorio mexicano son áridas, por lo que se depende del
agua subterránea, y puede perderse.
Insistió en que hay algunas zonas en donde su medida se ha estrechado
hasta cinco metros, pero en otras llega hasta más de cien, como ocurre en la
Cuenca de México, donde los grandes manantiales de Xochimilco
que la surtían antes brotaban en metros cúbicos por segundo, pero en la
actualidad ya no hay ninguno, pues todo se extrae a través de pozos.
Por ello, abundó la investigadora, han ido mermándose esos afluentes,
porque se obtiene más de lo que se recarga. “Son yacimientos que se formaron a
través del tiempo y si no se cuidan se van a agotar y no habrá suficiente agua,
ya que cada vez hay más habitantes y se requiere más líquido”.
Acompañada por Jesús Carrera, experto asignado por la ONU para la
evaluación y seguimiento de la primera fase del proyecto,
Comentó que el agua superficial migra hacia la parte profunda y
contamina los pozos, que sirven para el abastecimiento. Lo que se busca es
tratar los vertidos residuales a fin de no perturbar los acuíferos. Por ello,
se colabora con el gobierno de la entidad a través de iniciativas
internacionales.
Reconoció que gracias al apoyo del Sistema de Agua Potable y
Alcantarillado de León (SAPAL) fue posible llevar a cabo estos trabajos.
La especialista recordó que se involucró luego de una convocatoria
abierta de la ONU a través de la OIEA. “Realicé cuatro cursos de
especialización, además de asistir a diferentes reuniones –recordó–.
A finales del año pasado me notificaron que mi proyecto había sido aprobado
para otorgarle un presupuesto en especie, de 500 mil dólares; es decir,
mediante equipo, laboratorio y expertos”.
Con ello, puntualizó, México gana en experiencia, infraestructura,
obtiene actividades para la especialización de recursos humanos, recibe a
especialistas de talla internacional que ayudan a resolver problemas
específicos, y todo ese conocimiento se queda aquí.
Informó que hasta el momento está por concluir el primer año de vida de
este estudio y le quedan tres más, al agregárseles dos de forma reciente. La
reunión con el especialista de la ONU sirvió para buscar apoyo a fin de
reforzar diversos laboratorios del IGf,
indispensables para esta labor.
Además, colaboran especialistas de los institutos de Física y Geología,
la Unidad de Ciencias de la Tierra de la UNAM en Querétaro, la Facultad de
Ingeniería y el SAPAL, así como los gobiernos de Guanajuato y de León.
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La académica de
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