Boletín
UNAM-DGCS-526
Ciudad Universitaria
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OCUPA UNAM
POSICIÓN 70 ENTRE LOS PRIMEROS 100 CENTROS DE INVESTIGACIÓN EN NANOTECNOLOGÍA
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Señaló Gian
·
Cuenta con una de las dos únicas redes
relativas al tema en México, y participa en la otra, apuntó
·
Intervino en
La UNAM está situada en la posición 70 entre los primeros
100 centros de investigación en nanotecnología del
mundo, informó Gian
En la mesa redonda Nanobiotecnologías:
negocio, implicaciones y riesgos, en el marco del Programa de Investigación
El mundo en el siglo XXI, detalló que
Asimismo, recordó –acompañado por Daniel Cazés,
director del CEIICH– que esta casa de estudios cuenta
con una de las dos únicas organizaciones relativas al tema en México: la Red de
Grupos de Investigación en Nanociencias (REGINA), y
participa en la otra:
También forma parte de acuerdos con otras entidades como
Gian
El universitario explicó que hay un “control” de patentes de
En tanto, en América Latina no hay un aparato industrial de
alta tecnología vinculado a una estrategia de Estado; en México, en específico,
no hay plan de desarrollo en ciencia y tecnología, sino megaproyectos “con
recursos que usualmente se invierten en iniciativas vinculadas a la cooperación
internacional y con empresas extranjeras, en algunos casos, latinoamericanas”,
apuntó.
No obstante, la colaboración externa sin una directriz que
estimule los encadenamientos productivos endógenos, acaba siendo una derrama
que en el fondo representa una dependencia. Ante este panorama se requiere
construir una agenda científica y tecnológica seria, expuso.
En tanto,
Guillermo Foladori, de
Advirtió
que se prevé un crecimiento asombroso para los productos que contienen nanopartículas o nanocomponentes.
En 2005, la comercialización supuso 32 mil millones de dólares y se estima que
para el año entrante será de 100 mil millones. El rubro que más crecerá será el
de semiconductores, para computación y comunicaciones, seguida por la
farmacéutica y el cuidado de la salud.
La nanotecnología ha sido considerada como una solución a la
diferenciación social. Por ejemplo, tiene mucho que decir en los temas de
energía, potabilización del agua y salud, a través
del diagnóstico de padecimientos, fármacos e implantes, consideró.
No
obstante, en la realidad su desarrollo es “una continuación de la trayectoria
tecnológica reduccionista de los últimos 50 años, de
la brecha de inequidad y del incremento de la dependencia de los pacientes a
las tendencias del mercado”, subrayó.
Ahora
vienen los fármacos genéticos, aclaró Guillermo Foladori,
la posibilidad de estudiar el ADN de cada persona y aplicar un remedio
específico para cada paciente. Significa su individualización, aunque permanece
la idea del combate de un padecimiento sin considerar el contexto social,
económico y del organismo como un todo, y con implicaciones, como la
posibilidad de que surjan nuevos riesgos.
Este
campo no ayudará a reducir la brecha de inequidad, porque el 80 por ciento del
mercado de las corporaciones farmacéuticas está centralizado en EU, Europa y
Japón, mientras el grueso de las enfermedades está en el resto de las naciones
menos desarrolladas. Por ejemplo entre 1972 y 1997 fueron registrados mil 450
nuevos medicamentos, 13 de los cuales responden a males transmisibles y
tropicales, donde vive el grueso de la población, concluyó.
En esta sesión estuvieron presentes el investigador del CEIICH John Saxe-Fernández; Ineke Malsch, directora de
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Ineke Malsch, John Saxe-Fernández,
Daniel Cazés,
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La nanotecnología no ayudará a reducir la brecha de inequidad,
porque el 80 por ciento de las farmacéuticas está centralizado en EU, Europa y
Japón, afirmó en la UNAM el especialista Guillermo Foladori.
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Gian