Boletín
UNAM-DGCS-516
Ciudad
Universitaria
·
Coincidieron especialistas en la Facultad
de Economía de la UNAM
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Participaron en
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El acto fue presidido por
·
Para Esteban Valtierra, del Colegio de
Postgraduados, ese sistema permitiría
ligar de manera más efectiva a los centros de investigación con el ramo
agropecuario
Ante el rezago que vive
Ello se manifestó en
Al respecto, Esteban Valtierra Pacheco, del Colegio de Posgraduados (COLPOS), consideró fundamental para la nación generar un sistema nacional de investigación y transferencia que ligue de manera más efectiva a los centros de investigación con el ramo agropecuario.
Además, abundó en el marco del Seminario Universitario de Innovación y
Desarrollo Tecnológico, es necesario impulsar un modelo de competencias
laborales, y crear fondos para el equipamiento de instituciones generadoras de
conocimiento.
En la Sala de Juntas de la FE, Valtierra Pacheco comentó que en México
predominan proyectos que siguen los procedimientos tradicionales de
fertilización, manejo genético y resistencia a plagas, entre otros; empero, a
veces no están relacionados con un problema urgente o demandante de la
sociedad.
Asimismo, se han abandonado las técnicas habituales de divulgación por
parte del sistema de investigación, en el cual los métodos interpersonales
siguen siendo los más eficientes para que el campesino entienda el proceso de
aplicación de una tecnología, apuntó.
Por
su parte,
Admitió que la creación del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) ha
propiciado un efecto importante en la productividad científica, que se ha
incrementado 3 por ciento, medido en publicaciones y en otro tipo de índices,
pero las patentes han disminuido.
Hay mucha ciencia pero no se convierte en desarrollo. El reto es que la
investigación científica que se realiza tanto en el sector rural como en el
resto de las áreas en el país, se traduzca en un avance tecnológico, subrayó.
Figueroa Sandoval informó que en el territorio sólo 0.4 por ciento del Producto Interno Bruto se destina para ciencia y tecnología, monto del cual apenas el 6.7 por ciento va al sector agropecuario y pesquero. Además, hay una disparidad en el ámbito nacional, ya que más del 50 por ciento de los miembros del SNI se concentran en tres entidades: Distrito Federal, Morelos y Estado de México.
Reiteró que también existen pocas opciones de innovación, ya que se
depende de la ciencia extranjera en general y en particular en el sector rural,
ámbito en el que pocos avances nacionales están en práctica.
México gasta muchos recursos financieros en tangibles tecnológicos
y en adquirir patentes. De hecho, dentro
de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE),
“somos el país con la más baja tecnología de base”, reveló.
Por último,
Un buen producto no necesariamente se va a introducir por sus bondades
intrínsecas, se requiere entender y tomar en cuenta la lógica socio-productiva
de los potenciales destinatarios, advirtió.
Toda política de investigación y transferencia debe tener como fin
ultimo u objetivo superior mejorar las condiciones de vida de la gente, sobre
todo en el medio rural, donde se concentra la pobreza, afirmó.
Concluyó que en ocasiones no se toman en cuenta restricciones que
limitan la transmisión de tecnología rural, como el hecho de contar con
insuficiente capital humano, en el cual los productores de menores ingresos
tienen temor al riesgo y la innovación, por lo que sería necesario que hubiera
esquemas que facilitaran esa adopción.
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FOTO 01.
Roberto Escalante
y Francisco Castellón durante
FOTO 02
El especialista
FOTO 03
El experto
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Esteban Valtierra
Pacheco, del Colegio de Posgraduados, indicó en la UNAM que es fundamental que
la nación genere un sistema nacional de investigación y transferencia.