12:30 hrs. 8 de Agosto de 2007

  

Boletín UNAM-DGCS-483

Ciudad Universitaria

José Franco

 

Pie de fotos al final del boletín

 

CONSTITUYEN INICIATIVAS INTERNACIONALES MARCO ADECUADO PARA EL DESARROLLO CIENTÍFICO EN EL MUNDO

 

 

 

La ONU y la UNESCO han dado un marco adecuado para el desarrollo científico básico en el mundo, con iniciativas globales que colocan a la ciencia en un nivel preponderante, lo cual contrasta con las políticas gubernamentales, donde esta materia está en el traspatio, afirmó José Franco, director del Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM.

 

Durante la inauguración del Coloquio Origen y Estructura del Sistema Solar –organizado por los institutos de Astronomía, Geofísica (IGF) y Geología (IGL) de esta casa de estudios– el funcionario señaló que ante dicho panorama se espera “que el reconocimiento de los organismos internacionales a la ciencia se trasmine a los estratos de los gobiernos Federal y locales”.

 

Esta actividad, que tendrá lugar hasta el 9 de agosto, forma parte de la celebración del Año Heliofísico Internacional. Con ello se promueve la comunicación entre los diversos grupos especializados dedicados al estudio del Sistema Solar y la Tierra. En este marco adelantó que pronto se celebrará también el Año Internacional de la Astronomía.

 

En el auditorio Paris Pishmish de la propia entidad, expuso que hay trabajo en diferentes instancias de la UNAM que vale la pena conjuntar. La ciencia evoluciona de manera poco predecible; así, en el Instituto de Ciencias Nucleares también hay expertos que laboran no sólo en astrofísica, sino en el surgimiento de la vida misma en el universo. Lo mismo ocurre en el Centro de Radioastronomía y de Astrofísica, donde también hay iniciativas en esa dirección.

 

Por ello, apuntó, éste debería ser el primero de muchos encuentros en donde poco a poco se vayan uniendo el resto de los institutos. Así, el Coloquio, propuso, podría realizarse bianualmente.

 

Asimismo, José Franco refirió que no ha sido un tema abordado lo suficiente, por ello debe incrementarse esta labor. Se espera “que los ambientes sean igualmente propicios en todos los lugares para el desarrollo de esa área del conocimiento”.

 

En su oportunidad, Gustavo Tolson, titular del IGL, resaltó la importancia de la interacción formal entre los grupos que estudian el Sistema Solar, lo cual realizan gracias a observaciones astronómicas basadas en mediciones de radiaciones, y geológicas, mediante texturas en rocas que han caído desde el espacio exterior, con ayuda de herramientas como la geoquímica isotópica y de observaciones de naturaleza geológica, como el análisis de cráteres.

 

Por último, José Francisco Valdés, director del IGF, expresó que en este Coloquio, por primera vez de manera formal, “se intercambiarán experiencias y resultados, y con seguridad se caerá en la cuenta de que se tiene en común mucho más de lo imaginado”.

 

Su realización significa un avance y así como ya hay astrónomos que han entrado a la geología y geofísica, se espera que haya más geólogos y geofísicos interesados en aspectos astronómicos, aclaró.

 

En la conferencia Interacción del viento solar con planetas magnetizados, Xóchitl Blanco, investigadora del IGF, habló del uso de modelos numéricos denominados “globales híbridos” para el estudio del vínculo de ese flujo del Sol con cuerpos magnetizados.

 

Ahí detalló que sale continuamente de esta estrella. Se trata de un plasma supersónico formado de protones y neutrones, y algunos elementos pesados, el cual viaja por el Sistema Solar. Cuando encuentra planetas, la mayoría con campo magnético –con excepción de Venus y Marte–, se forma una magnetosfera, cavidad que protege a los “mundos” de la llegada directa de esas ráfagas.

 

Al tratar el análisis de la región de interacción mediante simulaciones híbridas globales, explicó que en tales modelos los iones se toman como partículas y los electrones como fluido.

 

En la plática La variabilidad magnética solar, Víctor Velasco, también del IGF, precisó que ésta presenta periodicidades. Para explicarla se tiene la teoría del dínamo, la cual, sin embargo, no ha podido solucionar el origen del campo magnético solar, sus propiedades, cómo evoluciona y no se refiere a la predicción de su actividad.

 

Entre las preguntas más importantes se encuentra si su comportamiento es cuasiperiódico o estocástico; de ser este último no podría predecirse, sostuvo el experto.

 

Manifestó que se ha establecido de forma común un ciclo solar de 11 años. Otro indicativo de su actividad son las manchas solares, observadas desde el año 200 antes de nuestra era, tiempo en el cual se ha apreciado que la actividad del Sol es estocástica.

 

Entre 1645 y 1715 no hubo manchas, sobre lo cual no hay teoría que explique ese fenómeno. Alrededor de 1800 hubo otra disminución. Al no haber una periodicidad exacta hay un problema para determinar si es posible vaticinar su actividad o no, concluyó.

 

A la inauguración del acto asistieron los organizadores del Coloquio, Daniel Flores, del IA, y Héctor Durand, del IGF.

 

—o0o—

 

FOTO 1 .

Daniel Flores, Gustavo Tolson, José Luis Valdés, José Franco y Héctor Durán, durante la inauguración del Coloquio Origen y Estructura del Sistema Solar, en el IA de la UNAM.

 

FOTO 2

Xóchitl Blanco, del IGF de la UNAM, habló en la conferencia Interacción del viento solar con planetas magnetizados, del uso de modelos numéricos para el estudio de ese flujo del Sol.

 

FOTO 3

El investigador de la UNAM Víctor Velasco precisó, en la plática La variabilidad magnética solar, que ésta actividad presenta periodicidades, como un ciclo solar de 11 años y manchas solares.