12:30 hrs. 29 de Julio de 2007

  

Boletín UNAM-DGCS-461

Ciudad Universitaria

 

 


Hugo Sánchez Castillo

 Pie de fotos al final del boletín

 

ESTUDIAN CIENTÍFICOS DE LA UNAM LA MEMORIA TEMPORAL

 

·        Hugo Sánchez Castillo, profesor de la Facultad de Psicología, expuso que se asocia a problemas de impulsividad, depresión y adicciones

·        Para las personas con trastornos en esta capacidad –que rige la conducta en rangos de minutos y segundos–, el tiempo tiene una dimensión distinta a la normal, explicó

·        No tiene un solo “reloj”, por lo que se estima que hay varios sistemas de neurotransmisión involucrados, detalló

 

Científicos de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM estudian la memoria de intervalo o temporal, función cerebral que, de tener aspectos patológicos, puede acompañarse de problemas como impulsividad, depresión, y se asocia a las adicciones.

 

En este sentido, Hugo Sánchez Castillo, profesor de esa entidad, con doctorado en neurociencia de la conducta, explicó que para las personas con trastornos en esta capacidad –que rige la conducta en rangos de minutos y segundos–, el tiempo tiene una dimensión distinta a la normal.

 

Se trata hasta de un tema de investigación que en general ha sido poco abordado, pero en la FP ha podido determinarse que no hay una estructura reguladora u “orquestadora”, es decir no existe un solo “reloj” de la memoria temporal, por lo que se estima que hay varios sistemas de neurotransmisión involucrados. “Depende de distintos mecanismos cerebrales y estructuras”, refirió.

Ejemplificó que una persona con patología impulsiva no es capaz de regular su conducta en el tiempo, es decir presenta respuestas apresuradas y espontáneas.

 

Definió que la memoria temporal tiene impacto en la vida cotidiana del individuo, que se rige por segundos y minutos, por lo que debe tener mecanismos para evaluar el entorno, “porque de no hacerlo, puede tener un problema conductual”.

 

“La impulsividad, inatención o los trastornos del pensamiento pueden tener una base biológica importante”, pero muchas veces no se le da relevancia y tan sólo se piensa que la persona es distraída, dijo.

 

En este caso, si el individuo no es capaz de tomar decisiones acertadas en su diario acontecer, seguramente se aislará, tendrá inestabilidad en su entorno social y familiar, y presentará otras patologías asociadas, expuso.

 

Al detallar la relación de las adicciones a la memoria temporal, expuso que si para una persona normal ha transcurrido un minuto, “para un adicto a la cocaína y las anfetaminas, han pasado cinco”, lo que coloca a la sociedad y al individuo en grave riesgo de accidentes, sobre todo de tipo vehicular, sostuvo.

 

Recordó que el Laboratorio de Farmacología Conductual de la FP, a cargo del especialista David Velázquez Martínez, se ha dedicado en la última década al estudio de los mecanismos de estimación del tiempo, mediante el empleo, entre otros aspectos, de modelos animales a los que se aplican distintos protocolos.

 

Asimismo, abundó, esta área realiza un estudio sobre la génesis de la temporalidad en los niños para saber en qué momento son capaces de tener una regulación adecuada, ya que hasta cierta edad son impulsivos.

 

Asimismo, se abrirán trabajos orientados a menores con Transtorno de Déficit de Atención y con consumidores de canabinoides, como la  mariguana, precisó.

 

El científico aclaró que si el abuso de drogas de una persona es constante, puede dañar la memoria temporal o de intervalo, ya que se provoca un  desajuste  del “reloj”.

 

“Cuando se consumen sustancias adictivas, hay también un proceso de degeneración de células nerviosas. Se matan neuronas, se aceleran los mecanismos y se hace que el sistema trabaje en condiciones distintas a las normales. Evidentemente hay degeneración de las funciones temporales”, expresó.

 

Por eso, recalcó, es que muchos consumidores regulares de  estupefacientes tienen reflejos lentos y son incapaces de tener una regulación en el entorno, en término de segundos y minutos.

 

Concluyó que no existe una cultura psicológica en México para entender que la salud mental es un asunto de primer orden, y por eso los esfuerzos de los universitarios en ese sentido.

 

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Hugo Sánchez Castillo, de la FP de la UNAM, explicó que para las personas con trastornos en la memoria temporal el tiempo tiene una dimensión distinta a la normal.

 

 

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Si para una persona normal ha transcurrido un minuto, “para un adicto a la cocaína y las anfetaminas, han pasado cinco”, explicó sobre la memoria temporal el especialista de la UNAM Hugo Sánchez Castillo.