Boletín
UNAM-DGCS-449
Ciudad Universitaria
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EXTINTA,
·
Indicó
·
El que se consume hoy día es una
mezcla de productos que lo adulteran; está elaborado a base de organillo,
sacarina, alcohol y linaza, advirtió
·
Hasta hace décadas, era una
bebida tradicional y profundamente arraigada, parte de la dieta alimenticia de
los mexicanos, dijo
La
industria del pulque está extinta. No existen ya registros ni inventarios que
identifiquen a esta bebida como una de las tradicionales en el país; ha
desaparecido en su totalidad de los anuarios estadísticos, señaló
Una
de las principales razones, señaló, es que los magueyes de los que se extraía,
no fueron reemplazados y, en su lugar, se sembraron otro tipo de plantas. Fue
así como poco a poco se hizo menos popular y, por lo tanto, ahora se consume
menos.
Subrayó
que hoy, la industria pulquera como tal ha desaparecido; no obstante, aún
quedan restos de ella en algunos puntos de la ciudad; son pocos los lugares
donde aún se expende, la tradición se ha perdido.
Anteriormente,
añadió, existía
El
que se consume hoy día es una mezcla de productos que lo adulteran; está
elaborado a base de organillo –un cactus–, sacarina,
alcohol y linaza. “Es un brebaje rarísimo a desechar por su pésima categoría, y
los comercios que lo expenden, de ser supervisados, no pasarían ningún control
de calidad”, afirmó.
Hasta
hace algunas décadas, el pulque era una bebida tradicional y profundamente
arraigada y parte de la dieta alimenticia de los mexicanos junto con los
frijoles, las tortillas y el picante, precisó.
Asimismo,
indicó que era utilizado con fines medicinales. Las mujeres que acababan de
tener un hijo lo ingerían para producir más leche. Además del agave de los
magueyes, se extraía un producto llamado agaván,
utilizado como remedio para la próstata y la vejiga.
Algunas
fuentes refieren que durante el siglo XIX era la bebida predilecta de muchos
mexicanos –ricos y pobres, jóvenes y adultos– y podía
encontrarse en las mesas de la mayoría de los hogares del país. Para el inicio
del siglo XX, era común toparse con alguna pulquería en las ciudades y pueblos
de México.
Las
fachadas de estos establecimientos estaban pintadas con murales y, en el
interior, casi todas tenían el piso cubierto de aserrín, o de tierra apisonada,
porque uno de los rituales de los bebedores consistía en derramar un poco de
éste, para que la “madre tierra” también “saciara su sed”, narran los relatos
de la época.
Para
degustarlo se usaban contenedores de vidrio de diferentes tamaños, según
Mencionó
que en promedio, los adultos consumían tres litros diarios, cantidad razonable
si se toma en cuenta que sólo tiene cuatro grados de alcohol, pues la mayor
parte está conformada por agua.
El
pulque es una bebida alcohólica que se obtiene de la fermentación del aguamiel
extraído del corazón del maguey, incluso antes de que crezca esta planta, y era
tradicional de Mesoamérica. Durante la época
prehispánica era usado por los sacerdotes en ceremonias, sobre todo en la
región del altiplano mexicano.
Según
Ramírez Rancaño, durante la dictadura de Porfirio
Díaz existieron campañas en su contra por parte de
El
pulque tiene un olor penetrante y consistencia blanca y espesa. Para
"curarlo" se le agregan otros ingredientes, como: piña, apio, limón,
cacahuate o naranja, entre muchos otros. Lo que se le criticaba era su
viscosidad y mal olor, se precisa.
Durante
la presidencia del general Lázaro Cárdenas (1934-1940) se organizaron campañas
antialcohólicas que tuvieron como objetivo suprimir por completo su ingestión.
En
la actualidad puede encontrarse sólo en algunos sitios de la ciudad, y los
expendios en las entidades o municipios son cada vez menos, pues su consumo ha
disminuido notablemente, incluso, hay quienes jamás lo han probado y ni
siquiera lo conocen, concluyó.
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FOTO 01
El pulque alcanzó
su mayor auge durante el Porfiriato, cuando los
ferrocarriles lo transportaban a los principales centros urbanos de
FOTO 02.