06:00 hrs. 16 de Julio de 2007

  

Boletín UNAM-DGCS-434

Ciudad Universitaria

 

 


Sergio de Jesús Apodaca

 Pie de fotos al final del boletín

 

REVELAN ESTUDIOS DE LA UNAM, QUE EL ECOSISTEMA DEL GOLFO DE CALIFORNIA ESTÁ DAÑADO

 

·        Sergio de Jesús Apodaca, técnico académico, afirmó que en el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología se realizó un análisis con apoyo de un robot submarino

·        Las zonas más vulneradas son las cercanas a las costas, por redes camaroneras y de arrastre, dijo

·        La sobreexplotación, niveles de contaminación y cambio en la propiedad del agua afecta a productores primarios y secundarios, advirtió

 

Estudios realizados por académicos del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la UNAM revelan que el ecosistema del Golfo de California o Mar de Cortés se encuentra dañado y la cantidad de organismos que lo habitan ha disminuido de manera importante en los últimos años.

 

El Laboratorio de Ecología de Pesquerías del ICMyL, encabezado por Carlos Robinson, ha trabajado en esa zona con apoyo de hidroacústica y un robot submarino, para conocer la abundancia y distribución de especies pelágicas que habitan en este entorno, uno de los más productivos y con mayor biodiversidad en el planeta, a fin de planificar la explotación de los recursos pesqueros.

 

Al respecto, Sergio de Jesús Apodaca Mendieta, técnico académico por el proyecto Pelágicos menores, comentó que si bien aún es necesario analizar muchos de los datos obtenidos, es sorprendente la poca presencia de variedades identificadas.

Subrayó que las zonas más vulneradas son las cercanas a las costas, principalmente por redes camaroneras y de arrastre. Como acarrean desde el lecho marino se llevan a los productos primarios.

 

Destacó que Carlos Robinson prepara un análisis para determinar qué tan grande ha sido la depredación, para lo cual es necesario concluir las estimaciones de la biomasa total, de la presencia de organismos en el Golfo. Pero los datos previos revelan un momento de peligro, una llamada para mejorar la dinámica de conservación.

 

Apodaca Mendieta mencionó que algunas de las especies que han disminuido en comparación con dos décadas atrás, son la sardina y las anchovetas. Empero, todas las de importancia económica han descendido, “aún no se puede hablar de si es grave o no porque se necesita conocer con exactitud qué dinámica poblacional hay”.

 

Esta situación también puede apreciarse en los datos de esfuerzo de pesca, que ha aumentado paulatinamente a lo largo de los últimos años, y en la actualidad, para obtener la misma cantidad, se requiere el doble o triple de empeño. Ello trae como consecuencia problemas para la pesca rural o común del Golfo, pues los equipos para adentrarse en altamar son propiedad de grandes industrias, indicó.

 

El especialista explicó que la sobreexplotación, los niveles de contaminación y el cambio en la propiedad del agua afectan a productores primarios y secundarios, y, en general, a todas las comunidades que dependen del mar.

 

Señaló que el Golfo de California es un ecosistema ampliamente estudiado; ya se habían realizado trabajos de hidroacústica y video submarino; sin embargo, la innovación de esta investigación es que se trata de una de las indagatorias más completas.

 

Los instrumentos permitieron tomar una muestra cada tres segundos, o sea cada 25 metros de agua se realizó un análisis, desde la zona alta del Golfo de México hasta la baja, que son alrededor de 4 mil 500 kilómetros de recorrido, además de medir los datos oceanográficos, parámetros como temperatura o turbidez, entre otros, apuntó.

 

Apodaca Mendieta mencionó que lo más valioso fue que se realizó un barrido completo de la región, lo que permite hacer evaluaciones más precisas en cuanto a abundancia y tomar decisiones de pesquería y conservación. “No es lo mismo estimar la masa total de agua del Golfo de California a partir de cinco, diez o 40 muestras, que de 24 millones”.

 

Detalló que el estudio ha permitido analizar especies pelágicas menores en el Golfo de California, en específico anchovetas, sardina y macarela. Lo que más se encontró en el último crucero a bordo de El Puma fue sardina, una zona de crianza en el alto Golfo, con ejemplares pequeños. Ya se tenían observaciones sobre esta zona, pero no confirmadas, y gracias al muestreo de redes y con la hidroacústica se detectaron.

 

Sostuvo que fue interesante encontrar agrupaciones juveniles porque son sitios idóneos para la conservación. Es decir, “si se quiere tener una dinámica pesquera sustentable lo ideal es mantener protegidos los sitios donde se desarrollan, y que después salgan a las zonas donde pueden ser pescadas”.

 

De determinarse que el daño ocasionado ha sido grave, una de las medidas a tomar, a través de las instituciones gubernamentales, sería establecer zonas de recuperación de ecosistemas. Quizá a través de las llamadas “especies paraguas”, mediante un análisis a fondo de la vaquita marina, y al proteger el área se salvaguarda la cadena trófica, la zona de crianza y reproducción de muchas especies.

 

Cabe recordar que el robot adquirido por el Laboratorio de Ecología de Pesquerías, un ROV (Remote Operated Vehicle), es un aparato controlado desde el barco, con un cordón o cable. En la embarcación se instala una pantalla que permite ver la imagen tomada, saber su posición geográfica y profundidad.

 

Cuenta con un par de cámaras de alta resolución, una en blanco y negro y otra a color. Lo importante es que desde la nave se le puede manipular. El límite de profundidad para este sistema es de 200 metros, pero se utilizará a menores profundidades, donde se localizan especies pelágicas y cardúmenes. 

 

Otra ventaja es que puede permanecer bajo el mar el tiempo necesario; además, todo queda registrado en DVD o casetes para su posterior análisis. La idea es auxiliar a otros sistemas. Es parte de diversos equipos que se adquirieren para hacer investigación, sobre todo en el Golfo de California. Se utiliza el buque oceanográfico El Puma para hacer estas tareas.

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FOTO 01

 

Integrantes del ICMyL de la UNAM trabajan en el Golfo de California para conocer la abundancia y distribución de especies pelágicas, dijo el técnico académico Sergio de Jesús Apodaca Mendieta.

 

 

FOTO 02.

 

Sardina y anchovetas han disminuido en el Golfo de California en comparación con dos décadas atrás, revelan estudios realizados por expertos de la UNAM, apoyados por un robot submarino.