12:30 hrs. 14 de Julio de 2007

  

Boletín UNAM-DGCS-430

Ciudad Universitaria

 

 


Mariano Martínez Vázquez

 Pie de fotos al final del boletín

 

MEJORAN EN LA UNAM PRINCIPIOS ACTIVOS DE PLANTAS CON EFECTO ANTICANCERÍGENO Y ANTI-INFLAMATORIO

 

·        Explicó Mariano Martínez Vázquez, del IQ, quien encabeza el grupo de investigación que busca incrementar su acción farmacológica y disminuir sus efectos secundarios

·        Falta comenzar la colaboración con hospitales, pruebas en humanos y el financiamiento para el desarrollo de medicamentos, expuso

·        En especial se han estudiado vegetales como el cuachalalate, el guayule y el zapote; se ha iniciado también el análisis de cactáceas

 

Un equipo de investigación del Instituto de Química (IQ) de la UNAM, encabezado por Mariano Martínez Vázquez, ha mejorado químicamente los principios activos de las plantas medicinales mexicanas con efectos anticancerígenos y anti-inflamatorios, con el doble propósito de incrementar su acción farmacológica y disminuir sus efectos secundarios.

 

Ya se cuenta con estudios pre-clínicos de efectividad in vitro, dosis letal y exámenes en animales de esas sustancias, con buenos resultados. Faltaría ahora iniciar la colaboración con hospitales, las pruebas en humanos y contar con financiamiento para el desarrollo de medicamentos.

 

El científico explicó que en su laboratorio se analizan aquellas plantas para las cuales la tradición indica acciones farmacológicas o terapéuticas. A partir de ellas se identifican los posibles principios activos, se caracterizan y aíslan.

 

Una vez que se sabe cuáles son los componentes responsables, se modifican a escala molecular, químicamente. "Nos hemos abocado a tres efectos: anti-inflamatorios, citotóxicos y sobre el sistema nervioso central, en padecimientos como ansiedad y epilepsia”, resaltó.

 

Los resultados demuestran que muchas especies vegetales utilizadas de manera tradicional sí poseen efectos anti-inflamatorios, aunque la correlación no es del cien por ciento, reveló.

 

"Además, refirió, se ha encontrado un aspecto interesante: varios de estos principios anti-inflamatorios son citotóxicos a células de cáncer humano. Eso ha llevado a estudiar la relación que existe entre la inflamación crónica y el desarrollo de esa enfermedad".

 

Al parecer hay vías que vinculan a ambos padecimientos. Por ejemplo, unas sustancias aisladas de las plantas, los llamados "triterpenos”, inhiben elementos transcriptores involucrados tanto en inflamación como en cáncer, aclaró.

 

Ello ha abierto una amplia ventana de investigación, abundó el experto. Se sabe "que sí hay cierta modificación de factores de transcripción; lo que se hace es transformar las sustancias de origen natural para encontrar un mayor efecto de inhibición".

 

También se ha encontrado que las denominadas flavonas tienen acción ansiolítica, como calmantes de la ansiedad, o bien, ansiogénica, cuando la producen, detalló.

 

En especial, Mariano Martínez Vázquez y su grupo estudian a Partheniun argentatum o guayule, del cual se ha demostrado “que sus compuestos tienen propiedades anti-inflamatorias y citotóxicas, así como no genotóxicas. Esto es relevante, porque la mayoría de los fármacos anticancerosos dañan al genoma. Nuestros compuestos matan las células malignas pero sin atacar al material genético", dijo.

 

Incluso, añadió el experto, se han derivado sustancias argentatinas que tienen esta propiedad no genotóxica y una actividad similar a los fármacos anticancerígenos empleados en la clínica.

 

Otra planta estudiada por el científico es el cuachalalate (Amphipterygium astringes), cuyos componentes tienen efectos anti-inflamatorios. Asimismo, tiene actividad citotóxica en células de cáncer. "Se han obtenido derivados que mejoran con mucho la acción de las sustancias originales", adelantó.

 

Este vegetal tiene un gran mercado en nuestro país, tanto que las poblaciones nativas de esta especie están a punto de desaparecer. "Antes se conseguía con cierta facilidad alrededor de Cuernavaca, ahora hay que ir hasta Guerrero. Si sigue el consumo indiscriminado lo más probable es que la especie se extinga", alertó.

 

Se comercializa mucho, principalmente, en la Ciudad de México porque tiene más de 40 usos en la medicina tradicional. Se emplea para bajar la glucosa en la sangre, como anti-inflamatorio, contra dolores, reumas, y demás, agregó.

 

Martínez Vázquez señaló que otras variedades estudiadas son las Casimiroas –tan sólo en México existen más de 10 especies– como la Casimiroa edulis o zapote blanco, conocida por inducir el sueño. El especialista analizó, una vez más, las propiedades contra la inflamación y de citotoxicidad. Se halló que en la Casimiroa pubescens, "zapote de rata" o "cimarrón", hay sustancias útiles contra esos síntomas. Lo mismo ocurrió en la guanábana y las chirimoyas.

 

En tanto, los toronjiles (morado, blanco, chino) son ricos en flavonas y, por lo tanto, efectivos contra la ansiedad o la depresión que presentan algunos individuos, relató.

 

El universitario sostuvo que en naciones como Japón y China siembran, por ejemplo, el cuachalalate, para definir sus propiedades. De ahí la urgencia de ocuparnos de esta riqueza que es del país y no se aprovecha, enfatizó.

 

Mientras, el científico y su grupo continúan el análisis de las casimiroas del sureste del país, así como de una planta que disminuye la glucosa en la sangre, llamada guereque. Además, se ha comenzado a investigar a las cactáceas, como el garambuyo, ricas en esteroles y triterpenos.

 

Los trabajos, para los cuales se ha contado con la colaboración de integrantes de los institutos de Investigaciones Biomédicas de la UNAM y del Instituto Nacional de Psiquiatría, han sido publicados, entre otras, en revistas como Bioorganic and Medicinal Chemistry, Journal Pharmacological and Pharmacy, Life Sciences y Fitoterapia, esta última italiana.

 

Por último, Mariano Martínez Vázquez especificó que en su laboratorio no se valida el uso de plantas medicinales. Pero "si uno quiere emplearlas hay que apegarse a la tradición, y saber bajo qué condiciones y cómo tomarlas. Lo peligroso es tratar de incluir especies sin referencia en la medicina herbolaria. En la actualidad hay que tener especial cuidado con las que dicen incrementar la actividad sexual", concluyó.

 

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FOTO 01.

 

Mariano Martínez, del IQ de la UNAM, lidera un grupo que ha mejorado los principios activos de las plantas medicinales mexicanas con efectos anticancerígenos y anti-inflamatorios.

 

 

FOTO 02

 

Muchas especies vegetales utilizadas de manera tradicional sí poseen efectos anti-inflamatorios, aunque la correlación no es del cien por ciento, reveló Mariano Martínez, del IQ de la UNAM.