06:00 hrs. 13 de Julio de 2007

  

Boletín UNAM-DGCS-428

Ciudad Universitaria

 

 


Gabriela Ángeles Serrano

 Pie de fotos al final del boletín

 

REQUIERE MÉXICO DARLE UN MANEJO ADECUADO AL AGUA SUBTERRÁNEA

 

·        Señaló Gabriela Ángeles Serrano, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM

·        El país tiene delimitados 653 acuíferos, de los cuales 104 presentan un estado crítico debido a un mal manejo de la extracción, informó

·        Los veneros subterráneos representan más del 90 por ciento del líquido dulce en el planeta, dijo

·        Es necesario un acuerdo conjunto para proteger esos volúmenes y crear una agenda de protección de los acuíferos transfronterizos en el mundo, propuso

 

El agua subterránea es estratégica para el país, al tener un potencial mayor que la superficial; sin embargo, hasta el momento este recurso ha tenido un manejo inadecuado, advirtió Gabriela Ángeles Serrano, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte (CISAN) de la UNAM.

 

La investigadora universitaria, quien dirige el proyecto Implicaciones de las políticas del manejo de agua subterránea en la transformación ambiental de las regiones fronterizas de América del Norte, informó que en la actualidad México tiene delimitados y reconocidos de manera oficial 653 acuíferos, de los cuales 104 presentan un estado crítico debido a un mal manejo de la extracción. Esto causa por ejemplo, que disminuya el nivel de los cuerpos de agua superficial en la frontera México-EU.

A pesar de sus posibilidades, señaló, su mal empleo comienza a tener fuertes repercusiones en la frontera entre Estados Unidos y la nación mexicana, donde, entre otros efectos, se ha disminuido el nivel de cuerpos superficiales y escurrimientos como el río Bravo, lo que impacta directamente los humedales, que son ecosistemas asociados con las descargas subterráneas. En todos los estados fronterizos se han visto alteraciones y también en el lado estadounidense.

 

Recordó que los veneros subterráneos representan más del 90 por ciento del líquido dulce disponible en el planeta.

 

En la actualidad, EU hace todo lo posible para proteger sus volúmenes, incluso a costa del potencial mexicano, pero como no se tiene un tratado en la materia no hay forma de evitarlo; por ello, es necesario un acuerdo conjunto al respecto en el marco de una agenda de cooperación para la protección de los acuíferos transfronterizos en el mundo, propuso.

 

Subrayó que, por ejemplo, el revestimiento de cemento que en el país vecino se realiza al canal Todo Americano, cancelará las filtraciones hacia nuestro territorio y además de los costos económicos y sociales, dañará la recuperación del acuífero compartido entre ambas naciones.

 

Añadió que a mediano plazo, los agricultores del lado mexicano tendrán gran dificultad para obtener líquido en sus pozos en calidad y cantidad aceptable. De seguir la tendencia se perderán las descargas naturales en la ribera del Mar de Cortés y con ello la biota asociada a la zona.

 

Ángeles Serrano afirmó que estos problemas podrían generar pugnas al interior del país, porque habrá falta de cohesión social entre el gobierno federal y los diferentes intereses locales; es decir, “el revestimiento del canal referido es una bomba de tiempo que podría dar lugar a diversos conflictos en los próximos diez años”.

 

Por ello, lamentó que hasta el momento los tratados internacionales de México no regulen los veneros subterráneos, sino sólo los superficiales. Además, tanto al norte como al sur se tiene poco conocimiento sobre los acuíferos y cómo se comparten. No se sabe quién tiene más agua ni quién la ocupa más.

Incluso, el mismo gobierno estadounidense asegura no poder normar lo que no se conoce. Sin embargo, eso sólo le da más ventajas a quienes poseen mayor capacidad para mejorar sus sistemas de extracción y distribución.

 

La investigadora del CISAN precisó que el reto es complejo y por un largo periodo. Por ello se debe trabajar en diversas áreas y con grupos interdisciplinarios para crear esquemas de cooperación bilaterales o entre ciudades, con el fin de administrar de manera conjunta, tanto en lo referente a la cantidad que se puede bombear, como en la protección de los sistemas de agua subterránea.

 

Ángeles Serrano aseguró que en la frontera norte los yacimientos tienen un potencial importante. De hecho, en eras geológicas anteriores en el norte del país había bosques húmedos en las ahora regiones áridas y semiáridas, pero cuyas formaciones geológicas todavía almacenan gran cantidad de líquido. Al igual que el sur-oeste de Estados Unidos.

 

Dijo que el acuífero más importante de Estados Unidos, el de Ogallala, llega al norte de Texas y cubre más de cuatro estados de la Unión Americana, aunque tiene gran potencial, se estima que está deteriorado por la extracción intensiva sin un adecuado conocimiento de cómo regular el sistema.

 

Sostuvo que uno de los principales problemas es no saber cómo manejar el agua subterránea. Refirió que desde hace siglos se conoce cómo optimizar el líquido superficial. Desde hace al menos un milenio se tienen sistemas hidráulicos para conducir los escurrimientos hacia las zonas de riego; en cambio, el flujo subterráneo tiene apenas unos cien años de utilizarse intensivamente.

 

Por tanto se requiere un mayor entendimiento del recurso. Por ejemplo, los ríos y presas tienen un periodo de respuesta casi instantáneo; en cambio, el de los acuíferos es más lento, y el impacto por su manejo no se tiene en cinco o diez años, sino en 20 o 50, detalló.

 

En este aspecto, la labor institucional también es importante, pues si por un lado se cuida la calidad o los efectos al ambiente y a los ecosistemas y por otro la cantidad, “no habrá articulación entre instancias para enfrentar situaciones complejas”.

 

En todo caso, aclaró, es necesario trabajar en cuestiones políticas y de negociación, y compaginar los intereses entre diferentes órdenes de gobierno y autoridades, industriales, agricultores y la sociedad. Ante esta situación, México debe incrementar la participación de la población, pero con un mayor conocimiento de nuestro potencial como país. Es importante que el ciudadano reconozca que tiene derecho al agua en cantidad y calidad suficiente y que ello está por encima de los intereses económicos.

 

Gabriela Ángeles concluyó que cuando las cuencas subterráneas están compartidas por gobiernos con sistemas de regulación diferentes, puede haber conflicto, porque mientras uno tiene más preocupación o posibilidad para regular sus sistemas, quizá el otro posea menor capacidad técnica e institucional para manejar y regular la extracción del agua.

 

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FOTO 01.

 

Gabriela Ángeles Serrano, del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM, aseveró que el agua subterránea es estratégica para el país, al tener un potencial mayor que la superficial.

 

 

FOTO 02

 

De los 653 acuíferos delimitados y reconocidos de manera oficial por México, 104 se encuentran en estado crítico por el mal manejo de la extracción, afirmó la investigadora universitaria Gabriela Ángeles.