06:00 hrs. 9 de Julio de 2007

  

Boletín UNAM-DGCS-421

Ciudad Universitaria

 

 


Ana Lidia Pérez

 Pie de fotos al final del boletín

 

INVESTIGAN EN LA UNAM PROPIEDADES ANTIBACTERIANAS DEL TOMATE VERDE

 

·        Emma Maldonado y Ana Lidia Pérez, del Instituto de Química, trabajan con plantas del género Physalis, que podrían ser útiles contra infecciones gastrointestinales y de las vías respiratorias

·        En la medicina tradicional mexicana las cáscaras del tomate se usan para bajar los niveles de azúcar en la sangre, los frutos para atender amigdalitis y las hojas para tratar dolores de estómago

·        Informó que de estas plantas podrían obtenerse antibióticos contra ciertas enfermedades producidas por bacterias

 

Un grupo de investigadoras del Instituto de Química (IQ) de la UNAM, encabezado por Emma Maldonado Jiménez y Ana Lidia Pérez Castorena, estudian plantas del género Physalis, con potenciales propiedades antibacterianas, anticancerígenas e hipoglucemiantes. Entre ellas está la que produce el tomate verde.

 

Por décadas, en la medicina tradicional mexicana las cáscaras de este fruto han sido utilizadas como té para bajar los niveles de azúcar en la sangre, los frutos asados en la atención de amigdalitis y las infusiones de hojas para el dolor de estómago, señaló Emma Maldonado.

 

Expuso que, en teoría, de especies de Physalis podrían obtenerse antibióticos contra ciertas enfermedades producidas por bacterias, aunque destacó que en el caso del tomate verde, pese a cultivarse de forma importante en el territorio, se usa sólo el fruto y el resto de la planta se desperdicia; sin embargo, ésta contiene al menos una decena de compuestos, por lo que si alguno de ellos resulta útil, podría aprovecharse de mejor manera.

 

La investigadora universitaria, quien ha publicado sus resultados en revistas como Journal of Natural Products y Planta Médica, indicó que la cubierta del tomate es rica en compuestos llamados acilsacarosas, formados por el azúcar común de mesa pero esterificada con ácidos grasos.

 

Informó que compañías de Estados Unidos ya sintetizan esas sustancias, algunas aprobadas por la Federal Drug Administration como sustitutos grasos por sus propiedades organolépticas y porque cuando tienen cinco o más ácidos grasos el organismo no las degrada y las excreta. De hecho, ya se usan en botanas y frituras, como sucedáneos, lo que ayuda a combatir la obesidad.

 

Destacó que México tiene el mayor número de especies de Physalis, y es centro de diversificación. Se estima que en el planeta hay entre 90 y 120 especies de estas plantas, de las cuales en nuestro territorio se concentran unas 70, la mayoría de ellas endémicas, por lo que se le puede encontrar en toda la República.

 

Refirió que sólo una especie no es originaria de América, aunque hay otras que se las han llevado de la región y reproducido en otras zonas para realizar diversas investigaciones.

 

Hasta hace algunos años estas especies no habían sido estudiadas en el país, pero los universitarios han determinado que tienen actividad antibacteriana moderada. Si bien se han evaluado los extractos, aún se sigue con las investigaciones, aclaró.

 

La investigadora del Departamento de Productos Naturales del IQ reconoció que en el mercado de medicamentos hay una amplia variedad de antibióticos, y parecería no haber razón para buscar más.

Empero, existe un problema grave porque las bacterias han adquirido resistencia a muchos de ellos y entonces es necesario descubrir otros que no presenten ese problema.

 

Comentó que en ese Departamento comenzaron a trabajar con Physalis en el 2000 y hasta el momento se han analizado químicamente alrededor de nueve especies y se han encontrado compuestos importantes.

 

Recordó que empezaron a estudiar Physalis porque les llamó la atención que la gente usara las cáscaras del tomate verde para disminuir los niveles de azúcar en la sangre. En la cultura popular existe la creencia de que sirve para eso.

 

Reveló que en colaboración con Carlos Eslava Campos, de la Facultad de Medicina, realizaron diversas pruebas de actividad antibacteriana con Staphylococcus aureus, bacteria que causa infecciones leves de la piel y otras más severas como neumonía, y Staphylococcus epidermis.

 

Se utilizaron diversas cepas y algunos extractos tuvieron buena actividad, pero aún falta profundizar en el estudio y ensayar con compuestos puros. El problema es que las plantas tienen cientos de ellos, de los que generalmente solo se aíslan los más abundantes y en ocasiones los activos están en una cantidad mínima, que no permite su aislamiento, puntualizó.

 

Mencionó que en EU hay un grupo que también ha trabajado Physalis,  aislaron compuestos que tienen propiedades quimiopreventivas (para prevenir enfermedades). Ante ello, adelantó que hay amplias posibilidades de que los compuestos que han aislado en el IQ  tengan propiedades similares o algunas otras, como antibacteriana o anticancerígena.

 

La investigación en productos naturales es importante, sobre todo en medicina, porque permite descubrir compuestos que pueden ser útiles. Aunque el problema es que generalmente se obtienen cantidades pequeñas, no obstante si el compuesto es relevante, se pueden producir las porciones requeridas mediante su síntesis, concluyó.

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FOTO  01

Emma Maldonado Jiménez, investigadora del Instituto de Química de la UNAM, encabeza un grupo que estudia plantas con potenciales propiedades antibacterianas, anticancerígenas e hipoglucemiantes.

 

 

FOTO 02.

 

México cuenta con unas 70 especies de Physalis, la mayoría endémicas, con potenciales propiedades antibacterianas y anticancerígenas, afirmó la experta de la UNAM Emma Maldonado.