Boletín
UNAM-DGCS-420
Ciudad Universitaria
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CONCENTRAN 40 POR
CIENTO DEL PIB MUNDIAL, 200 EMPRESAS TRASNACIONALES
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Contribuyen a profundizar la desigualdad y
pobreza en el orbe, aseveró Angelina Gutiérrez Arreola, del Instituto de
Investigaciones Económicas de
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La mayoría de estos grupos proviene de
Estados Unidos, aunque también de Alemania, Inglaterra, Francia, Japón e
Italia, entre otros, dijo
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A las naciones subdesarrolladas envían
manufactura y maquila, y retienen investigación, desarrollo, distribución y comercialización
en los industrializados, reveló
Alrededor de 200
empresas trasnacionales, provenientes de países industrializados, concentran
cerca del 40 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, aseveró
Angelina Gutiérrez Arreola, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc)
de
La experta indicó que
su influencia sobre la producción, distribución y consumo global es
determinante, ya que acaparan la mayor parte del capital financiero, la
información, conocimiento, tecnología y personal capacitado, y proceden casi
exclusivamente de naciones en auge.
No pueden aportar
para el desarrollo del resto de los países, pero –aclaró– favorecen la
ampliación de la brecha entre sociedades, ya que fomentan la bonanza de ciertos
Estados, mientras el tercer mundo queda a la zaga.
Si bien la instalación de sus subsidiarias y filiales impulsan el
crecimiento de algunos sectores al crear procesos de industrialización,
comercialización y servicios integrados a cadenas internacionales, no
forzosamente responden a las necesidades locales y profundizan la desigualdad,
dando lugar a nuevas formas de
dependencia, precisó.
Abundó que la mayoría
de estos grupos proviene de Estados Unidos, aunque también figuran los de
Alemania, Inglaterra, Francia, Japón e Italia, entre otros.
Dichas empresas, cada
vez más grandes, se expanden mundialmente y forman poderosos consorcios
financieros, industriales, comerciales o de servicios, a las que el proceso
histórico de acumulación ha llevado a
desplazarse hacia los más diversos campos, detalló.
Su influencia se deja
sentir, sobre todo por medio de su sistemática localización de plantas y
proveedoras, que modifican el mapa socioeconómico de cada uno de los países
donde se asientan, al transformar ramas económicas y zonas geográficas, agregó.
Esta situación obliga
a la reestructuración del capital, la generación y el trabajo de las zonas
integradas a estas redes y a una adaptación que margina a regiones, rubros y
comercios caracterizados por modos tradicionales de producción y organización
del trabajo, reveló.
Expuso que estas
compañías han sufrido cambios a partir de la década de los años setenta, para reforzar
su presencia mundial.
Anteriormente, dijo,
eran verticales, pero a partir de esa época difunden sus diversas fases a nivel
internacional. Así, a las naciones subdesarrolladas envía la manufactura o
ensamble y maquila, mientras que concentra en los países industrializados las
áreas de investigación, desarrollo, diseño, distribución y comercialización.
Asimismo, inciden en
el ámbito laboral, con una dinámica flexible e insegura, al tiempo que
seleccionan a los Estados en función de la mano de obra, de la infraestructura
existente y de las facilidades que les otorgan los gobiernos, apuntó.
Su forma de operar
también influye, pues le son atractivos los cambios constantes, con producción
y regulaciones flexibles, añadió.
En el caso de México,
precisó la investigadora, les interesa la fuerza de trabajo en ámbitos como el
automotriz, la electrónica y confección. Para las empresas provenientes de
Japón o Europa es una forma de acceder al mercado norteamericano, a través del
Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Alertó que si bien la
legislación mexicana todavía no ha variado, en la práctica las contrataciones
se dan sin seguridad social, de manera flexible y en ocasiones sin puesto fijo.
La investigadora,
quien publicó recientemente el libro La empresa trasnacional en la
reestructuración del capital, la producción y el trabajo, insistió que su
constante reorganización ha modificado la forma de operar y organizar el
trabajo en las diferentes ramas, sectores económicos y empresas, que se encuentran
integrados a sus cadenas en los diversos
países donde incursionan.
Concluyó que su
expansión provoca cambios profundos que violentan, en uno u otro sentido, las
estructuras sociales nacionales, e influyen en las nuevas formas de integración
de los Estados.
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FOTO 01.
La mayoría de las
grandes trasnacionales provienen de EU, aunque también de Alemania, Inglaterra,
Francia, Japón, Italia, entre otros, aseguró la investigadora de
FOTO 02
La influencia de
la empresa trasnacional sobre la producción, distribución y consumo mundial es
determinante, dijo Angelina Gutiérrez Arreola, del IIEc de