15:20 hrs. 2 de Julio de 2007

  

Boletín UNAM-DGCS-407

Ciudad Universitaria

 


Antonio Ortiz Mena

 Pie de fotos al final del boletín

 

MÉXICO Y BRASIL PODRÍAN TENER UNA INFLUENCIA IGUAL QUE EU, EN EL CONTINENTE AMERICANO

 

·        Afirmó en la UNAM Antonio Ortiz Mena, agregado económico de la Embajada de México en los Estados Unidos

·        Porfirio Muñoz Ledo, presidente del Centro Latinoamericano de la Globalidad, dijo que las relaciones de ambos países  no sólo pueden ser buenas, sino inmejorables

·        Participaron en el Seminario Internacional Brasil y México frente a la globalidad: ¿desafíos comunes?, junto con Cándido Grzybowski

 

México y Brasil podrían tener una influencia decisiva en el futuro del continente americano como la de Estados Unidos, pero sólo si unen esfuerzos y comparten visiones, señaló en la UNAM Antonio Ortiz Mena, agregado económico de la Embajada de México en los Estados Unidos.

 

La agenda de trabajo entre ambos países es amplia, hay muchos temas donde hay coincidencia, desde cambio climático, derechos humanos y gobernabilidad, afirmó al participar en el Seminario Internacional Brasil y México frente a la globalidad: ¿desafíos comunes?, organizado por el Centro de Investigaciones sobre América del Norte y la Fundación Friedrich Ebert México.

 

Durante la Primera Mesa Multilateralismo: retos comunes y otros actores, Ortiz Mena añadió –acompañado por José Luis Valdés y Guillermo Palacios– que las sinergias entre ambas naciones se pueden retroalimentar en lo bilateral, en lo regional y lo global. Sus grandes retos, a resolver con gran visión política, son la pobreza y distribución del ingreso.

 

La rivalidad entre dichas sociedades es evitable, prosiguió. “No se ignora el peso de los factores geográficos y económicos y el particular contexto geopolítico de cada país, independientemente de voluntades y vaivenes coyunturales; pero la habilidad diplomática, y el mayor y mejor conocimiento mutuo pueden reducir circunstancias estructurales que dificultan la cooperación y crear espacios para el acercamiento en ese sentido”.

 

De acuerdo con Porfirio Muñoz Ledo, presidente del Centro Latinoamericano de la Globalidad, es evidente que desde el punto de vista formal, las relaciones de México con Brasil no sólo pueden ser buenas, sino ser prácticamente inmejorables. Sin embargo, en los últimos 10 años se desarrolló un sentimiento de rivalidad, que sólo se puede esclarecer mediante trabajo conjunto y entendimiento mutuo.

 

México debería comprender a su homólogo, “lo que ha sido, su proyecto histórico, su estilo nacional, su temperamento; la dinámica de su diplomacia, sus intereses económicos nacionales y trasnacionales”. En contraparte, la nación del cono sur podría “entender que demográfica y culturalmente somos el gran puente hacia el mundo del norte, la plataforma de enlace particularmente hacia Estados Unidos”. Se tiene una visión razonablemente común de lo que pasa en el mundo, a través de un balance de las últimas dos décadas.

 

Asimismo, Muñoz Ledo destacó que una vez fracasados los intentos de integración latinoamericana, lo cual es evidente por el curso que tomaron los hechos desde los años 60, se pasó a la unión subregional.

 

Una medida práctica sería designar un representante conjunto de América Latina en la Organización de las Naciones Unidas, en nombre de todos los países de la región, lo cual estimularía la unificación y llevaría a lo que para los europeos es el “pan de todos los días”, como los secretariados mixtos, agregó en el auditorio Mario de la Cueva de la Torre II de Humanidades.

 

A su vez, Cándido Grzybowski, del Instituto Brasileiro de Análises Sociais e Econômicas, recalcó que para transformar a México y Brasil desde la sociedad civil deben desarrollarse ciertas condiciones políticas, económicas, técnicas y culturales, las cuales deben partir de un cambio de perspectiva: “qué México y qué Brasil necesita el mundo en vez de preguntarnos qué requerimos”.  

 

Ambas naciones, concluyó, han perdido capacidad de incidencia en la agenda de América del Sur. “En los años 80 y 90 del siglo pasado se tuvo un papel mucho más importante que ahora”. Por ello, un desafío es qué hacer para que aparezca de facto un multilateralismo con nueva cara, que apunte para la creación de una base de unidad política mundial.

 

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FOTO 01

 

Cándido Grzybowski, Porfirio Muñoz Ledo, José Luis Valdés, Antonio Ortiz Mena y Guillermo Palacios, en el Seminario Internacional Brasil y México frente a la globalidad: ¿desafíos comunes?, en la UNAM.

 

 

FOTO 02.

 

Cándido Grzybowski, Porfirio Muñoz Ledo y José Luis Valdés en la primera mesa Multilateralismo: retos comunes y otros actores, en la UNAM, para abordar las relaciones entre México y Brasil.