06:00 hrs. 13 de Junio de 2007

  

Boletín UNAM-DGCS-361

Ciudad Universitaria

 


Dolores Muñozcano

Pie de foto al final del boletín

 

DAR EMPLEO BIEN REMUNERADO A LOS PADRES, MEDIDA CONTRA EL TRABAJO INFANTIL

 

·        Señaló Dolores Muñozcano, profesora-investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM

·        Habría que darles estímulos a los niños, como becas para que vayan a la escuela e integrarlos al sistema de salud, y realizar un seguimiento en cada delegación o municipio, dijo

·        Se estima que 250 millones de niños en todo el mundo, y de 2.5 a 3 millones en México, trabajan para vivir; en el DF hay más de 250 mil, detalló

 

Para combatir el trabajo infantil es necesario que cada hogar cubra todas sus necesidades esenciales, y que los padres tengan un empleo bien remunerado, indicó Dolores Muñozcano, profesora e investigadora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM.

 

Asimismo, comentó, habría que darles estímulos a los niños, tales como becas para que vayan a la escuela e integrarlos al sistema de salud. Una vez hecho esto, realizar un seguimiento de cada uno por parte de cada delegación o municipio.

 

Si bien no es fácil, tampoco es imposible lograrlo, señaló la doctora en Sociología. Con sensibilidad y voluntad política podría alcanzarse la meta de rescatar a los infantes que laboran, a fin de canalizar recursos a este tipo de proyectos y programas de desarrollo social.

 

En la actualidad es delicada la situación del trabajo infantil, afirmó. Las Naciones Unidas (ONU), a través de la UNICEF, y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) calculan que en México hay de 2.5 a 3 millones de menores que laboran.

 

Sólo en el DF se estima que hay más de 250 mil, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, UNICEF y el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia. Empero, agregó, los informes nacionales no coinciden en “dónde se encuentran esos niños, qué están haciendo; son datos meramente cuantitativos y no se acompañan de un análisis de la situación real que viven”, aseveró Dolores Muñozcano.

 

En el ámbito mundial, prosiguió, se habla de aproximadamente 250 millones en situación de trabajo y explotación, siendo África donde más se da, y le siguen, en orden de importancia, Asia y América Latina.

 

La importancia de estudiar el tema es enorme, porque los infantes han sido y son invisibles a los ojos de todo mundo. En el caso del país, no es prioritario para el Estado, pues desapareció la Comisión Especial para el Estudios de las Niñas y los Niños, las Familias y las Mujeres. “Se creó una para Grupos Vulnerables, pero en su agenda no está el trabajo infantil”, recalcó la especialista del Centro de Estudios Sociológicos de la FCPyS.

 

El empleo de los menores, precisó, está prohibido en México. Los pequeños no deben laborar; hasta los 18 años deben estar en la escuela y no en un trabajo, aunque sí lo hacen por la situación de pobreza en que se encuentra una gran cantidad de población.

 

Dolores Muñozcano añadió que, sin embargo, “se tiene una legislación que permite a los niños de 14 a 16 años desarrollar actividades que no sean perjudiciales para su salud ni su crecimiento, ni interrumpan su formación académica”.

 

A partir de los 16 años también se puede otorgar un permiso “para que el niño o la niña se ocupen en iguales circunstancias”, lo cual sólo existe en el DF y lo otorga la Secretaría del Trabajo y Previsión Social “para los niños empacadores de las tiendas de autoservicio”.

El trabajo infantil, prosiguió, siempre se ha dado. Aunado a que en sectores como el agrícola, el de la construcción o las artesanías se lleva a cabo en el sentido de su propia formación, siguiendo la misma ocupación de sus padres. El problema es que se ha abusado de esta situación.

 

Se considera como tal si la razón principal es coadyuvar al ingreso de su familia, y la labor se inserta dentro de una explotación hacia los infantes, ya sea porque se da en edades cortas, realizan largas jornadas, no se les paga o mal, no van a la escuela, y/o no tienen derecho a la atención a la salud; asimismo, cuando no gozan de sus derechos, como son la diversión, hacer ejercicio, y el tiempo libre en general.

 

Dolores Muñozcano agregó, en el marco de la conmemoración del Día Mundial Contra el Trabajo Infantil –el cual está dedicado a los pequeños que trabajan en el sector agrícola–, que muchas veces se confunde la situación del niño trabajador con uno en situación de calle, cuando no necesariamente van juntas, pues muchos son empleados en talleres mecánicos, en fábricas o fondas, por ejemplo.

 

La investigadora concluyó también que se pugna porque la OIT elimine el Convenio 182 sobre la Prohibición de las Peores Formas de Trabajo Infantil y la Acción Inmediata para su Eliminación: la explotación sexual, la pornografía y las actividades relacionadas con el tráfico de estupefacientes, pues son delitos. Se quiere fomentar en este caso, el respeto de los derechos en sí.

 

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Dolores Muñozcano, de la FCPyS de la UNAM, indicó que en México se tiene una legislación que permite a los niños de 14 a 16 años desarrollar actividades que no sean perjudiciales para su desarrollo.

 

 

FOTO 02

 

Se calcula que en México hay de 2.5 a 3 millones de menores que laboran; mientras que en el DF se estima que hay más de 250 mil, afirmó la investigadora de la UNAM Dolores Muñozcano.