Boletín
UNAM-DGCS-344
Ciudad Universitaria
Pies de foto al
final del boletín
IMPLICARÁN MAYOR
DEMANDA DE VIVIENDA, CAMBIOS EN
·
Señaló Elba Bañuelos Bárcenas, de la
Facultad de Economía de la UNAM
·
Dijo que los jóvenes en edad de formar un
hogar es el sector de mayor crecimiento; para 2010 se requerirán en el país
30.2 millones de inmuebles
·
Su construcción debe impulsar la actividad
económica, que se traduzca en mayores empleos y más utilización de insumos
nacionales, indicó
Los cambios en la estructura de la pirámide poblacional en el país en la
próxima década, muestra a los jóvenes en edad de formar un hogar como el sector
de mayor crecimiento, lo cual implicará más demanda de vivienda, aseguró Elba
Bañuelos Bárcenas, de la Facultad de Economía (FE) de la UNAM.
Informó que de acuerdo con el Consejo
Nacional de Población (CONAPO) se estima que para 2010 se requerirán en el territorio
30.2 millones de inmuebles; en la actualidad el parque habitacional es de 22
millones.
Al dictar
Además, apuntó, no se debe “olvidar la
imperiosa necesidad de edificar por lo menos 700 mil viviendas anuales en los
próximos años, para lo cual el Estado debe lograr una mejor distribución de la
riqueza y el mejoramiento del patrimonio familiar”.
Elba Bañuelos refirió que ante esa
situación se debe redefinir el papel que juegan los organismos nacionales de
vivienda, así como establecer una política de mediano y largo plazos que
coordine las actividades de las instituciones de ese sector y las financieras, al
poner especial atención a las familias con ingresos menores.
En
Asimismo, agregó, es indispensable que el
ahorro interno de largo plazo, como el generado por los fondos de pensiones, se
canalice a este ámbito a través de la emisión de valores financieros, lo cual permitirá
captar recursos del exterior.
Elba Bañuelos dijo que es importante
fomentar mecanismos de ahorro previo con fines habitacionales, que posibilite
el acceso a sistemas con rendimientos reales en los depósitos, de forma que se
pueda cubrir el pago inicial de un crédito hipotecario con la participación de
la banca y las sofoles (sociedades financieras de objeto limitado).
También es necesario desarrollar un sistema
de subsidio para que las familias de bajos ingresos puedan adquirir una
vivienda a precios accesibles. Para ello deben tomarse en cuenta tanto la
capacidad económica como el esfuerzo por contar con un ahorro previo, de tal
forma que se combine el ingreso familiar y
En este contexto, Bañuelos Bárcenas refirió
que la industria de la construcción y el sector inmobiliario deben realizar un
programa de investigación, que contemple la aplicación de nuevas tecnologías para
abatir los costos directos. Para ello hay que establecer vínculos más estrechos
con las universidades y centros de generación de conocimiento del país.
Señaló que la captación de recursos, ya sea del ahorro en general, que
se deposita en la banca múltiple o en instituciones financieras especializadas,
o incluso el externo, constituye una importante fuente para las aportaciones en
vivienda.
Consideró que en países como México el
principal problema para resolver el déficit habitacional, especialmente de las
familias de bajos ingresos, es el acceso al crédito. Ello se debe al poco poder
adquisitivo de los hogares, generalmente menores a tres salarios mínimos, lo
que impide pasar de la demanda potencial de vivienda a la efectiva.
Pero también a la falta de garantías, ya
que en sectores informales es difícil acreditar ingresos permanentes, lo que
hace imposible integrar el binomio ahorro inicial-crédito hipotecario,
necesario para la concesión del crédito habitacional.
Por otro lado, detalló que en 1995 el
parque habitacional en el país era de 19.4 millones de viviendas, mientras que
la demanda fue de 22.2. No obstante, para 1999 el déficit acumulado alcanzó los
seis millones, lo que implica construir en los próximos años más de 700 mil
viviendas anuales.
En la actualidad, México cuenta con cuatro
organismos públicos, que son de alcance nacional: INFONAVIT, FOVISSSTE, FOVI
(ahora Sociedad Hipotecaria Federal) y FONHAPO.
Entre 1995 y 1999 los cuatros organismos
otorgaron el 44.7 de los créditos. Si a ello se agregan los concedidos por los
institutos estatales y los organismos públicos de vivienda, dependientes de un
sector o empresa paraestatal como PEMEX, y los programas temporales, el
porcentaje asciende a 98.5 por ciento.
Por su parte, la banca comercial ha
otorgado créditos a la vivienda media y residencial por sólo 1.4 por ciento
debido a problemas derivados de la crisis de 1995.
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FOTO 01.
Elba Bañuelos, de
la Facultad de Economía de la UNAM, previo a
FOTO 02
Debe establecerse
una política que coordine las acciones de las instituciones de vivienda y
financieras, para atender a las familias con bajos ingresos, afirmó la experta
de