06:00 hrs. 31 de Mayo de 2007

  

Boletín UNAM-DGCS-332

Ciudad Universitaria

 

Raymundo Cea Olivare

Pies de foto al final del boletín

 

ES LA CIENCIA FACTOR DE DESARROLLO, SÓLO CUANDO SE VINCULA CON LAS NECESIDADES SOCIALES

 

·        Señaló Raymundo Cea Olivares, director del Instituto de Química de la UNAM

·        Para José Franco, titular del Instituto de Astronomía, la ciencia y arte son los pilares del conocimiento

·        Severino Rubio, director de la ENEO, dijo que el desarrollo de la creatividad depende del espíritu de innovación y de los procesos básicos de pensamiento

·        Intervinieron en la mesa Ciencia y arte como factor de desarrollo, junto con el académico Sergio de Regules

 

La ciencia es un factor de desarrollo sólo cuando está vinculada realmente a las necesidades sociales, de otra manera su labor estaría sobrevalorada de forma injustificada en la sociedad actual, aseguró Raymundo Cea Olivares, director del Instituto de Química de la UNAM.

 

Al participar en la mesa redonda Ciencia y arte como factor de desarrollo, comentó que el hecho de producirse menos maíz por hectárea o la elevada contaminación ambiental en México no es un problema de investigación científica sino de injusticia social.

 

Se piensa que hay una vinculación directa entre ciencia, tecnología y beneficio social; no obstante, “este país no saldrá adelante sólo por el hecho de que haya más personas haciendo investigación”, subrayó en el auditorio Doctor Manuel Sánchez Rosado de la Escuela Nacional de Trabajo Social.

 

No obstante, consideró importante la vinculación entre actores que tradicionalmente han estado divididos: por un lado los de las ciencias duras y exactas, y por el otro las humanidades y lo social, como mundos apartados que separan al hombre y no propician una formación integral.

 

Por todo ello la ciencia y el arte no se han relacionado de mejor modo, a lo más que se ha llegado es que la primera ha apoyado al arte con material, y el ejemplo es la pintura y la escultura, pues gracias a la ciencia de los materiales se ha dotado a los artistas de nuevos elementos para expresarse, argumentó.

 

El investigador universitario refirió que al arte corresponde el verbo de la creación. Ante todo, el artista crea; mientras que para el científico su verbo principal es descubrir, y sólo se revela aquello que ya existe. Ello hace una gran diferencia entre ambos campos. “Por más que un astrónomo sea excelente jamás generará un nuevo objeto de estudio, y si es malo quizá ni siquiera lo vea. Mientras que el artista a diario obtendrá sus estrellas, sus nuevas galaxias”.

 

Por su parte, José Franco López, director del Instituto de Astronomía, aseveró que ciencia y arte son los pilares de la civilización, y la educación se desarrolla alrededor de ambos, al significar la transmisión del conocimiento logrado por procesos diferentes, y el arte es un saber enriquecedor.

 

Ahí existe una parte social denominada educación pública, unida a otro concepto indisoluble: democracia, en donde cualquier ciudadano tiene la posibilidad de llegar a ser gobernante, y lo que se quiere es que quien mande, ya sea en el ámbito familiar o de un país, tenga la mejor formación para realizar su trabajo de mejor manera, explicó.

 

La instrucción generalizada, que es una de las bases fundamentales que cualquier Estado da a los ciudadanos, garantizará que los servidores públicos o los cuadros dirigentes sean capaces de entender y llevar en buena dirección a los ciudadanos, añadió.

 

En los últimos 50 años, afirmó Franco López, se vive una fuerte revolución económica y social, en donde el conocimiento se ha convertido en uno de los motores más importantes para las economías del mundo, y para generar satisfactores sociales.

 

Por ello, “es importante visualizar no sólo a la ciencia, la tecnología y la innovación como factores de este desarrollo socioeconómico, sino también al arte”, aclaró.

 

Para Severino Rubio Domínguez, director de la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia (ENEO), el desarrollo de la creatividad depende más del espíritu de innovación, de los procesos básicos de pensamiento, análisis, síntesis, deducción, inducción y la capacidad de esfuerzo.

 

Sin embargo, ello no sólo se puede conseguir en el espacio del aula y de la cátedra si no se da a través de un complemento imprescindible, que es acercar a los estudiantes, profesionistas o investigadores en embrión a las diversas expresiones de la cultura y el arte, sostuvo.

 

Acercar a los alumnos a la cultura, el cine, la danza y la música, sensibiliza su compromiso con la sociedad. Por ello, la Universidad pretende desarrollar profesionistas o científicos dotados de una cultura humanista o de la más alta capacidad científica para producir investigación original, sentenció.

 

Por último, Sergio de Regules, de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM, detalló que ciencia no es lo que está en los libros de texto, sino más bien lo que la comunidad permanentemente acepta como tal.

 

“Las personas somos seres integrales y trabajamos, seamos artistas o científicos, con la misma maquinaria, por lo tanto sería sorpresivo que no hubiera semejanzas entre la ciencia y el arte”, concluyó.

 

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FOTO 01

 

Leticia Cano, Severino Rubio y Raymundo Cea en la mesa redonda Ciencia y arte como factor de desarrollo, celebrada en la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM.

 

 

FOTO 02.

 

José Franco y Sergio Régules hablaron en la ENTS de la UNAM sobre las coincidencias entre las ciencias exactas, las humanidades y ciencias sociales, y las artes.