Boletín
UNAM-DGCS-307
Ciudad Universitaria
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final del boletín
Fue una simbiosis
fructífera entre la experiencia del doctor Palacios y la maestra en ciencias
Se sabe que los genomas
no son estructuras estáticas; por un lado, mutan, es decir, se presentan
transformaciones en las bases que los conforman, y por el otro pueden presentar
rearreglos, hechos relacionados con la evolución de los organismos, dijo.
Gracias a la acción de
ciertas enzimas, la doble hélice del ADN se replica en algún momento para dar
lugar a células hijas con la misma información genética. No obstante, a veces
la maquinaria presenta errores, aclaró.
Las enzimas que de forma
natural reparan estos fragmentos encuentran porciones genéticas iguales unas a
otras, y las juntan, pero lo hacen en el sitio incorrecto. Se trata de la
llamada “recombinación homóloga no alélica”, detalló.
“Hemos trabajado sobre
todo con las secuencias repetidas y producción de rearreglos en bacterias, y
establecido técnicas novedosas para identificar dichos rearreglos
genómicos”. Estas técnicas se basan en
identificar las huellas que quedan en el ADN como consecuencia de la generación
de un rearreglo.
El utilizar los conocimientos
adquiridos en bacterias para estudiar rearreglos en el genoma humano, requirió
de un complejo análisis bioinformático de la totalidad de las secuencias
repetidas con 100 por ciento de identidad en el genoma humano. Posteriormente fue necesario estudiar todas
las regiones repetidas, para seleccionar algunas que pudieran ser estudiadas
por el enfoque experimental desarrollado previamente por el grupo de
investigación del Centro de Ciencias Genómicas.
El concepto clásico que
existía es que el ADN de las diversas células humanas, con excepción de algunas
que participan en la respuesta inmune y que presentan rearreglos programados,
es idéntico. Empero, puntualizó, “encontramos que hay rearreglos que se repiten
en distintas personas”.
Los experimentos se hicieron en células de la sangre y se vio que entre
los leucocitos algunos los presentan. Eso indica que el ADN no es idéntico en
todas las células, sino que en algunas varía por la presencia de tales
“modificaciones” genómicas, explicó.
Además, abundó, se
encontró que su proporción es significativamente mayor en adultos que en recién
nacidos (una entre mil y una en 100 mil, respectivamente, para algunas de las
regiones del genoma estudiadas). La propuesta de
La mayor parte de los
rearreglos, refirió el emérito, no debieran tener consecuencias directas en
Lo peor que puede ocurrir es que adquiera una ventaja de crecimiento, que de no ser detenida podría producir una neoplasia. De ahí que uno de los propósitos de este grupo sea determinar su frecuencia cuando se presenta ese padecimiento.
Asimismo, pronto se
comenzará a estudiar si esas modificaciones en el genoma existen en
espermatozoides, es decir, si ocurren en la línea germinal. En el mediano plazo
se trabajará en células en cultivo para ver si se pueden “aislar poblaciones
celulares que presenten rearreglos específicos”, entre otras líneas que se
abren a partir del descubrimiento, expuso.
Reconoció que esta labor
–cuya publicación está dedicada a
“Este trabajo no compete
sólo a este laboratorio sino al CCG. Aquí se secuenció el primer genoma en
México (Rhizobium etli) y nos
comprometimos a abrir nuevas avenidas de conocimiento; estamos cumpliendo y
para nosotros es un gusto trabajar a nivel básico con el genoma, ya no sólo de
bacterias o plantas, sino también humano”, concluyó.
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FOTO 01
Un grupo de la UNAM, encabezado por el investigador
FOTO 02.
Estudiantes de Ciencias Genómicas de la UNAM,
participaron, junto con el investigador