Boletín
UNAM-DGCS-290
Ciudad Universitaria
Pies de foto al final del boletín
DESARROLLAN EN
·
Indicó Roberto Anarbol López Medina,
estudiante del Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada
·
Este material no pierde su estructura y es capaz de resistir múltiples
impactos, incluso, en el mismo lugar, dijo
·
Con este plástico es posible detener impactos calibre .223, que viajan a
2 mil
Investigadores y
estudiantes de la UNAM desarrollaron un polímero altamente resistente a golpes
e incluso a impactos de bala, y durable ante los embates del medio ambiente y
rayos ultravioleta, gracias a la ayuda de nanopartículas, que poseen un tamaño
equivalente a la mil millonésima parte de un metro.
Además, si se le
aplica calor, el novedoso producto se deforma pero en cuanto deja de recibirlo
vuelve a su forma normal, recta, aseguró Roberto Anarbol López Medina,
integrante del Centro de Física Aplicada y Tecnología Avanzada (CFATA).
Se trata de un
plástico cuya estructura ha sido modificada nueve millones de veces en una
superficie equivalente a la cabeza de un alfiler, que lo vuelve resistente en
condiciones que degradan a los plásticos convencionales, refirió.
La aplicación
directa de los acrílicos anti-impacto, antecesores de esta tecnología, ya
mejorada respecto a éstos, es extensa: en ventanas, puertas y accesos. No
obstante, los nuevos materiales se planea emplearlos en el diseño de un
vehículo blindado, que fuera más ligero que los existentes, especificó.
Al respecto, Víctor
Manuel Castaño Meneses, director del CFATA, agregó que un material acrílico
anti-impacto “normal” resiste el primer impacto de un arma de fuego, luego del
cual se quiebra y ya no soporta
Con el novedoso
polímero es posible detener, en múltiples ocasiones, impactos calibre .223,
donde las balas viajan a 2 mil
Roberto Anarbol
López Medina indicó que el desarrollo tecnológico, realizado en esa entidad con
sede en el campus Juriquilla de la UNAM, se basó en el estudio de las
propiedades mecánicas y físicas de materiales. “Luego se metieron en la química
para lograr la combinación con nanopartículas”.
El proceso para su
obtención es sencillo: por medio de inyección, se obtienen “planchas” de
partículas de plástico que posteriormente pasan por una máquina de expansión y
moldeado, donde se les añaden las nanopartículas poliméricas. Se homogenizan y
al final sale una placa.
Sería importante
contar con ese sistema de protección en las instituciones bancarias, por
ejemplo. No obstante, hasta ahora se cree que el vidrio grueso, blindado, es
complemente resistente, cuando en realidad no lo es tanto, y sus costos y peso
son elevados, apuntó.
Este tipo de
cristal tiende a resquebrajarse y caer, a diferencia del polímero, que
permanece en su lugar, no pierde su estructura y es capaz de resistir múltiples
impactos, incluso, en el mismo lugar, afirmó el experto.
Hasta ahora,
expuso, algunos de los chalecos antibalas están fabricados con placas de
cerámica que, por sí solas, pueden llegar a pesar hasta tres kilogramos y que
luego de ser impactadas pueden dañar a quien lo porta, cortándolo.
La energía de los
proyectiles se distribuye en los polímeros, señaló Anarbol López, por lo que es
más fácil detenerlos que con un metal. Si se utiliza una placa de 20 por
Como parte de las
pruebas realizadas hasta ahora, expuso, algunos de los tiros de calibres más
pequeños ni siquiera llegan a marcarse. Puede recibirlo a “quemarropa” o a
Los disparos se
detienen en las placas de polímero y las trayectorias de impacto se modifican
de acuerdo con la combinación del arreglo de placas del material, hasta obtener
logros importantes, como contener un tiro de AK47 u otro calibre .223, aunque,
reconoció, en una placa donde el peso se eleva un poco.
Por el momento,
sólo se usan en ventanas, como sustitutos de vidrio, ya que son irrompibles. De
hecho, por regla de seguridad, el cuerpo de bomberos debe saber que se
utilizan, pues en caso de incendio no podrían romperse con un martillo. De
ocurrir así, lo que se haría es atorarlas y jalarlas con mucha fuerza, incluso
con ayuda de un vehículo, concluyó.
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FOTO 01
Roberto Anarbol López Medina, integrante del CFATA de
la UNAM, sostiene una placa del polímero realizada en esta entidad, que es
altamente resistente a golpes e incluso a impactos de bala.
FOTO 02.
Científicos del CFATA de la UNAM desarrollaron un
plástico mediante nanopartículas, que puede detener, en múltiples ocasiones,
impactos calibre .223, donde las balas viajan a 2 mil