06:00  hrs. 8 de Mayo de 2007

  

Boletín UNAM-DGCS-281

Ciudad Universitaria

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EL ESTANCAMIENTO DE LAS INSTITUCIONES, ENTRE  LOS FACTORES QUE FRENAN EL POTENCIAL EUROPEO

 

 

El estancamiento en el desarrollo de las instituciones europeas, como las negativas en los referendos de Francia y los Países Bajos sobre el tratado constitucional, son algunos de los factores que le impiden a la Unión Europea (UE) desarrollar su potencial hegemónico, consideró José Luis Valdés Ugalde, director del Centro de Investigaciones sobre América del Norte de la UNAM.

 

El especialista intervino durante el IV Encuentro Interuniversitario de Estudios Europeos, organizado por el Centro de Estudios Europeos (CEE) de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, cuyo tema fue la conmemoración de los 50 años de la firma de los Tratados de Roma.

 

Otros dos puntos al respecto, agregó el funcionario universitario, serían las diferencias regionales y la reticencia popular a futuras ampliaciones; actualmente cuenta con 27 miembros, y hay naciones, como Croacia y Turquía, que aún son candidatas.

 

Una de las grandes ventajas de la UE ante las crisis de Estados Unidos, es que representa a un actor multilateral, benigno por excelencia. Asimismo, apuntó, la progresiva derrota de la Unión Americana en Irak la hace acreedora a una legitimidad indirecta.

 

También, dijo, tiene como características potenciales el consenso tácito entre sus miembros para delinear la política exterior; simboliza un poder suave, es un actor político unitario, y puede cubrir el vacío de liderazgo en derechos humanos.

 

Indicó que Estados Unidos constituye el unilateralismo, es intervencionista, tiene una supremacía armamentista y económica, y un interés nacional establecido: la seguridad; presenta contradicciones en cinco valores internacionales: libertad, seguridad, orden, justicia y bienestar, y hay violación de las garantías personales, como el caso de los prisioneros secretos de la CIA.

 

A su vez, Alejandro Chanona Burguete, del CEE, indicó que a partir de la solidaridad y el llamado a la unidad como elemento de certidumbre, la UE tiene la oportunidad de consolidar su proyecto de integración a partir de sus grandes objetivos de estabilidad y prosperidad.

 

Posee además, opinó, la posibilidad de erigirse como actor global que haga contrapeso al unilateralismo norteamericano y se convierta en interlocutor privilegiado con el mundo en desarrollo, lo que dependerá de su voluntad política para avanzar en el proceso de unificación y desarrollar sus capacidades de seguridad y defensa.

 

Si bien es previsible que su papel estará marcado por la lucha antiterrorista, es deseable que recupere una visión más amplia y promueva la cooperación frente a los grandes desafíos que van desde la reforma de las instituciones internacionales hasta la lucha contra la pobreza, el tráfico de armas y estupefacientes, refirió.

 

En cambio, para el embajador de Finlandia en México, Ilkka Heiskanen, la UE no es una superpotencia hegemónica, “porque políticamente no es una federación, y hay países cuyas poblaciones ni gobierno están dispuestos a formarla. Hay naciones con diferentes niveles de desarrollo político y económico”.

 

Por otra parte, si bien es cierto que sus políticas exterior y de seguridad común hoy en día son mucho más poderosas que hace 10 años, todavía no son únicas. Es evidente que sus miembros tienen sus propios intereses en el mundo, y cuando entran en conflicto con la directriz unitaria normalmente perdura, gana lo nacional, resaltó.

 

Además, comentó en la Mesa La Unión Europea: hegemonía emergente del siglo XXI, estructural o constitucionalmente no tiene todavía sistemas de decisión adecuadas para acciones conjuntas. No posee un gobierno propiamente dicho; únicamente cuenta con la Comisión Europea, que es su brazo ejecutivo.

 

Lo anterior, abundó Ilkka Heiskanen, no significa que más adelante no pueda ser más sólida; que no vaya a tener un futuro exitoso, o que su política común sea inexistente. No tiene sistemas y fuerzas adecuadas para una operación mayor, pero sí una fuerza militar de acción rápida que podría ser utilizada en conflictos internacionales; además, económicamente es más fuerte que hace algunos años.

 

Por su parte, José María Laviña Rodríguez, consejero de la Embajada de España en México, resaltó que la UE afronta su proceso integrador y de ampliación en paralelo, sin primar una de las dos opciones sobre la otra. La dificultad añadida viene porque el debate sobre la construcción del futuro europeo se produce en un nuevo contexto.

 

Se asiste, expresó en la Casa de las Humanidades, a la irrupción de China e India, entre otras naciones, en la primera línea de la política mundial; al próximo agotamiento de la bonanza económica de los últimos años, o si se prefiere, a la crisis del modelo neoliberal; a la importancia del medio ambiente y de la sociedad de la información en las agendas nacional e internacional, y problemas internos europeos, como el vacío demográfico, pues se estima que Europa perderá más de 50 millones de habitantes al 2050.

 

No es tanto de funcionamiento como de futuro, sostuvo. Lo que está en juego es el papel que desempeñará en diversos temas, entre otros, el establecimiento de un nuevo orden mundial justo y democrático; promover el modelo social europeo, e intervenir en la globalización para democratizarla y socializarla.

 

Recordó, además, que Europa ha atravesado dos grandes etapas, una más política y otra económica, antes de encarar su situación actual. La primera fue la de creación de la UE con el objetivo último de superación del conflicto bélico, después de la Segunda Guerra Mundial. En la otra, que puede situarse en los últimos 20 años, se fragua el mercado interior y la unión monetaria.

 

Por último, Ana Teresa Gutiérrez del Cid, de la Universidad Autónoma Metropolitana Xochimilco, detalló que no hay que olvidar a Rusia dentro del contexto europeo, que es el mayor productor y exportador de gas y petróleo de la región.

 

Su posición es clave, concluyó la especialista, la cuestión es que, por el momento, se enfoca –en lo relativo a hidrocarburos– al oriente, en especial a China, y para Europa el asunto es que depende de los rusos para contar con energía suficiente.

 

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José Luis Valdés y José María Laviña durante el IV Encuentro Interuniversitario de Estudios Europeos, organizado por el Centro de Estudios Europeos de la FCPyS de la UNAM.

 

FOTO 02

La especialista Ana Teresa Gutiérrez detalló en la UNAM que no debe olvidarse a Rusia dentro del contexto europeo, pues es el mayor productor y exportador de gas y petróleo de la región.

 

FOTO 03.

José Luis Valdés, el embajador de Finlandia en México, Ilkka Heiskanen, y Alejandro Chanona, en el IV Encuentro Interuniversitario de Estudios Europeos, en la Casa de las Humanidades de la UNAM.