06:00  hrs. 7 de Mayo de 2007

  

Boletín UNAM-DGCS-278

Ciudad Universitaria

 


Manuel de Llano

Pie de fotos al final del boletín

 

BUSCAN EN LA UNAM NUEVOS MATERIALES SUPERCONDUCTORES A TEMPERATURA AMBIENTE

 

 

En los institutos de Investigaciones en Materiales (IIM) y Física de la UNAM, en colaboración con la Universidad de las Islas Baleares (UIB) en Palma de Mallorca, España, se realizan estudios teóricos para orientar la búsqueda de superconductores a temperatura ambiente que podrían revolucionar las industrias eléctrica, de transportes, de la computación e, incluso, médica.

 

Con ello sería posible, por ejemplo, contar con líneas de transmisión de corriente eléctrica por donde fluya la energía sin pérdidas, las cuales en la actualidad alcanzan hasta 20 por ciento; nuevos tipos de baterías recargables para almacenar grandes potencias; densidad de corriente eléctrica mil veces mayor que en un cableado típico de cobre y unas 70 veces más ligero, o electrodomésticos de bajo consumo, entre muchas otras aplicaciones.

 

Asimismo, serían factibles tomógrafos de resonancia magnética nuclear portátiles y baratos; supercomputadoras ultrarrápidas del tamaño de una caja de zapatos; coches eléctricos potentes y baratos que no contaminarían, entre otros usos.

 

Al respecto, Manuel de Llano, investigador del IIM, explicó que los superconductores de “alta” temperatura, descubiertos desde 1986, aún no son plenamente comerciales. Llegan a poseer una temperatura crítica (Tc) récord (desde 1993) de 109 grados Celsius bajo cero, “aún lejos de la ambiental” de unos 27 grados. Por ahora, se utilizan las aleaciones binarias convencionales que requieren refrigerante helio líquido, cuyo manejo es complejo y costoso.

 

De conseguirse una Tc ambiental se podría usar agua en vez de helio o de nitrógeno líquido como refrigerante. No obstante, dijo, no se ha elaborado una sólida teoría microscópica. O sea, un formalismo basado en el comportamiento cuántico a escala de los electrones, átomos y moléculas que componen la materia, que describa y prediga qué tipo de materiales pueden ser superconductores a temperaturas ambientales.

 

Recordó que, aunque el estado superconductor existe sólo por debajo de la temperatura crítica Tc, los electrones que constituyen la corriente adquieren una coherencia cuántica especial.

 

Ante eso, el universitario y su colega española Monserrat Casas (recientemente elegida rectora de la UIB en España) han dado un nuevo enfoque para entender dichos mecanismos y tal vez predecir qué se necesita en un material de temperatura de transición crítica alta. Para ello, han propuesto un modelo teórico basado en la condensación de Bose-Einstein (BEC, por sus siglas en inglés), en la cual las partículas pierden por completo su individualidad y forman un aglomerado coherente que sugiere lo que ocurre en un superconductor.

 

Hay semejanzas con este fenómeno, refirió el experto, que ocurre en gases atómicos a las temperaturas más bajas conocidas del Universo, ya conseguidas en el laboratorio.

 

La BEC es producida desde 1995 en nubes de diferentes átomos, que mediante láseres y trampas magnéticas pueden enfriarse para formar ese condensado. Ese conjunto coherente de átomos, que prácticamente no se mueven a tan bajas temperaturas, forman un quinto estado de la materia, el cual se suma al gas, líquido, sólido y plasma, expuso.

 

Se busca aprovechar el concepto mismo de la BEC, que ha predicho Tc sorprendentemente altas, para ver qué ideas nuevas pueden surgir de la unificación recientemente conseguida dentro del Convenio UIB-UNAM de la teoría BEC con la teoría “estándar” de superconductores de 1957 de Bardeen, Cooper y Schrieffer, laureados con el Premio Nobel en física en 1972, aseveró.

 

De Llano apuntó que en el universo toda partícula, ya sea fundamental o compuesta, es o fermiónica (como el electrón, el protón y el neutrón), o bien, bosónica (fundamental, como el fotón, o compuesta, como el deuterón), de acuerdo con la forma en que giran alrededor de su propio eje, es decir, si su momento angular propio (o espín) es par o impar (en unidades de la constante de Planck).

 

Si es par son bosones, y si es impar fermiones. Pero sólo los primeros pueden formar el estado tipo BEC. En un superconductor se tiene un gas binario, una mixtura de electrones y de electrones apareados de Cooper, o sea una mezcla de fermiones y de bosones, respectivamente. Debido a que el componente bosónico sí puede sufrir una BEC, “creemos que ésta genera la corriente superconductora.” Eso querría decir que la superconductividad no es más que un ejemplo de la BEC de los pares de Cooper, precisó de Llano.

 

A la fecha, se ha producido en el laboratorio la BEC de 11 átomos diferentes: de rubidio (dos isótopos, ambos bosónicos), litio (dos isótopos, uno bosónico y uno fermiónico), sodio, hidrógeno, helio, potasio (dos isótopos, uno bosónico y uno fermiónico), cesio y cromo. Por su importancia, tales sistemas son analizados por expertos de la UNAM y de la UIB desde 1997, cuando se firmó el convenio entre ambas universidades que ya fue ratificado en dos ocasiones, aunque ya antes, en 1991, había aparecido la primera publicación conjunta.

 

Hasta la fecha se han publicado 29 trabajos de investigación como resultado de la colaboración UIB-UNAM, a la que se han sumado universitarios de Argentina, Brasil, Estados Unidos, Rusia y Sudáfrica, y se han elaborado siete tesis de posgrado.

 

El llamado es para alumnos de física, química, ingeniería química y metalúrgica y áreas afines, con buena preparación matemática y en mecánica cuántica, e interesados en realizar su tesis en el tema con el atractivo de que se otorgan becas.

 

El estudio es teórico, pero importante para entender qué pasa a nivel microscópico cuántico entre los electrones, átomos y moléculas de un material. Se busca una teoría de primeros principios que describa a los superconductores y prediga nuevos materiales. Tal es la meta por alcanzar, finalizó.

 

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FOTO 1

 

Manuel de Llano, del IIM de la UNAM, habló sobre la búsqueda de superconductores a temperatura ambiente para revolucionar las industrias eléctrica, de transportes e, incluso, médica.

 

 

FOTO 2.

 

El investigador de la UNAM Manuel de Llano dijo que de conseguirse superconductores a temperatura ambiente se podría usar agua en vez de helio o de nitrógeno líquido como refrigerante.