12:00  hrs. 28 de Abril de 2007

  

Boletín UNAM-DGCS-257

Ciudad Universitaria


Luis Medrano González

Pie de fotos al final del boletín

 

NINGUNO DE LOS MAMÍFEROS MARINOS DEL PACÍFICO MEXICANO ESTÁ EN PELIGRO CRÍTICO

 

·        Señaló Luis Medrano González, investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM

·        Dictó la conferencia Hacia una dinámica de la mastofauna marina del Pacífico mexicano, con motivo del 25 aniversario del ICMyL

·        La especialista Nuria Méndez Ubach habló del ciclo de vida del Poliqueto Capitella sp

 

A pesar de la explotación intensiva de los recursos del mar y de la contaminación, ninguna de las especies de mamíferos marinos que habitan el Pacífico mexicano se encuentran en peligro crítico, aseguró Luis Medrano González, investigador del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la UNAM.

 

Durante su participación en el encuentro académico que con motivo del 25 aniversario del ICMyL se llevó a cabo, resaltó el interés público por conservar esas especies.

 

Al dictar la conferencia Hacia una dinámica de la mastofauna marina del Pacífico mexicano informó que en México se encuentran registradas entre 45 y 49 variedades de mamíferos marinos; tal incertidumbre se debe a que se conoce poco de la familia de cetáceos continentales conocida como sífidos, de la cual a veces se sospecha la presencia de un linaje en regiones, pero no está registrado o incluso su identidad todavía es dudosa.

 

Detalló que dentro de ellas es posible contabilizar siete carnívoros, en los cuales se debe incluir recientemente el registro del lobo fino de las Galápagos (arctocephalus galapagoensis); así como el manatí, tres especies de cachalotes, dos marsopas, una de ellas la vaquita marina; 18 delfines y 8 ballenas.

 

Es factible observar a la mayoría, dentro de las cuales se incluyen algunas especies de aguas frías como las ballenas francas, cuya presencia es ocasional; y otras cuya aparición es más frecuente como la foca de puerto, la común y la elefante. “En México la nutria marina está formalmente extinta, aunque hay algunos registros recientes. Hay otras de origen tropical como los delfines moteados o los tornillo”, comentó.

 

Recalcó que la ballena jorobada es un animal con un período migratorio típico. Lo más interesante es que se reproduce durante el invierno en aguas someras, relativamente cálidas, con temperaturas de 21 a 25 grados centígrados, cerca de islas, bancos de peces y costas.

 

Sostuvo que el rorcual común es una ballena errabunda que no tiene un ciclo migratorio regular, ni zonas de abrevaciones particulares. Por lo general, durante el verano se encuentra en latitudes más altas y en el invierno en otras más cercanas al Ecuador. Pero no tiene un desplazamiento tradicional.

 

Este mamífero tiene una población local en el Golfo de California separada de la que habita el Océano Pacífico. De hecho, recordó, la identificación de esta ballena, por Francisco Xavier Clavijero en el siglo XVIII, es la primera caracterización en México de un mamífero marino.

 

Asimismo, abundó, el delfín moteado pantropical es el mamífero que más cae en las redes de cerco de atún y su estudio ha preocupado en el ámbito internacional. Además, tiene una subespecie costera desde el Ecuador hasta el Golfo de California y dos oceánicas.

 

Por otro lado, añadió Medrano González, el manatí registra presencia desde las costas de Brasil hasta La Florida, incluyendo las Antillas, Centroamérica y el Golfo de California. El lobo marino de California se distribuye desde Canadá hasta Centroamérica.

 

Dijo que comparada a otras partes del mundo, el Pacífico oriental es una región de enorme riqueza mamífera. El de México registra un fenómeno similar a la terrestre de nuestro país, la confluencia de una corriente cálida con una fría permite la cercanía o la coexistencia tanto de especies de aguas frías como de tropicales.

 

Detalló que el grupo de Mastozoología Marina, del cual está a cargo, tiene 25 años, la mayor parte de ellos en la Facultad de Ciencias. En la actualidad tienen cinco grandes proyectos y el más grande de todos es Biología de la ballena jorobada en el Pacífico Mexicano.

 

Por su parte, Nuria Méndez Ubach, investigadora en la Unidad Académica de Mazatlán del ICMyL, habló del ciclo de vida del Poliqueto Capitella sp.

 

Explicó que tradicionalmente Capitella capitata ha sido considerada como un indicador universal de contaminación por materia orgánica. Consiste en un complejo de especies crípticas, que difieren en sus patrones enzimáticos o proteínicos, en características ecofisiológicas y también en estrategias reproductivas. Su ciclo de vida es variable.

 

La hembra construye un tubo de yodo y en él encuba los embriones. Una vez que dejan de serlo pasan por dos estados larvarios, uno es la larva trocófora, que generalmente es libre nadadora; posteriormente desarrolla ciertas estructuras y se convierte en metatrocófora, que puede ser libre nadadora o no y en un momento dado se instala en el sedimento, hay metamorfosis y se convierte en juvenil.

 

Más tarde, concluyó la bióloga marina, el juvenil ya tiene forma de gusano, hay proliferación de segmentos, y posteriormente se desarrollan estructuras reproductivas y así se completa el ciclo de vida.

–o0o–

 

 

 

 

 

FOTO 01.

Luis Medrano González, del ICMyL de la UNAM, dijo que ninguna de las especies de mamíferos marinos que habitan el Pacífico mexicano se encuentran en peligro crítico.

 

FOTO 02

Nuria Méndez Ubach, investigadora en la Unidad Académica de Mazatlán del ICMyL de la UNAM, habló del ciclo de vida del Poliqueto Capitella sp.