14:50  hrs. 26 de Abril de 2007

  

Boletín UNAM-DGCS-252

Ciudad Universitaria


Yair Krongold

Pie de fotos al final del boletín

 

DESCUBREN FUENTE DEL MATERIAL INTERGALÁCTICO QUE POSIBILITÓ VIDA EN LA TIERRA

 

·        El equipo internacional que hizo el hallazgo fue liderado por Yair Krongold, del Instituto de Astronomía de la UNAM

·        Hoyos negros, responsables de “sembrar semillas de la vida en el espacio intergaláctico”, al esparcir metales en el universo

·        El director del IA, José Franco López, puntualizó que este hecho aporta datos adicionales para entender la historia del cosmos

 

Científicos de diversas universidades del mundo, liderados por la UNAM, encontraron que el gas caliente que escapa de los linderos de enormes hoyos negros provoca “contaminación” intergaláctica, elementos a partir de los cuales se hizo posible la vida. Mediante este tipo de procesos se podría generar vida en cualquier lugar del universo.

 

Para ello, utilizaron el satélite espacial XMM-NEWTON de la Agencia Espacial Europea (AEE).

 

Un equipo internacional de astrónomos, liderados por Yair Krongold, investigador del Instituto de Astronomía (IA) de la Universidad Nacional, encabezaron el grupo de trabajo que determinó que estos hoyos negros son responsables de “sembrar semillas de la vida en el espacio intergaláctico”.

 

En conferencia de prensa, el director del IA, José Franco López, precisó que la relevancia del trabajo de Yair Krongold es haber medido cuál es la fracción del material que es lanzado y cuál es rico en elementos químicos pesados.

 

Puntualizó que este hallazgo aporta datos adicionales para entender la historia del universo. Además, se muestra una vez más que la astrofísica que se desarrolla en la UNAM es competitiva con el resto del orbe. Los científicos universitarios son de primer nivel y de talla mundial.

 

La Universidad demuestra, también, que produce nuevos cuadros, científicos y tecnólogos que contribuirán a que el país avance.

 

Los investigadores de esa entidad Yair Krongold y Luc Binette explicaron que hasta ahora se sabía que las estrellas “son las fábricas” de la materia que hay en el Universo, los átomos, desde el más simple como el hidrógeno, hasta el de mayor peso como el uranio.

 

Esta información apareció en la revista científica de alto impacto internacional Astrophysical Journal. Los especialistas señalaron que los hoyos negros no absorben todo lo que se les acerca. Mientras el gas circundante no cruce la frontera conocida como el “horizonte de eventos”, todavía puede escapar si se calienta lo suficiente.

 

Durante décadas, indicaron, observaron gas caliente que logra dispersarse de los más poderosos hoyos negros a velocidades de entre mil y dos mil kilómetros por segundo, y se han preguntado en qué cantidad. Ahora, con el XMM-NEWTON han obtenido medidas precisas de este proceso.

 

Yair Krongold y su equipo estudió un hoyo negro de dos millones de masas solares que se encuentra en el centro de la galaxia activa NGC 4051.

 

Observaciones anteriores sólo habían revelado las propiedades promedio del gas que logra escapar. Gracias a las capacidades únicas del XMM-NEWTON de observar, al mismo tiempo, un solo objeto celeste con varios instrumentos, el equipo acopió información sobre las variaciones en el resplandor del gas y su estado de ionización.

 

El mismo calentamiento que permite que el gas evada la poderosa fuerza de atracción del hoyo negro, dijeron, también ocasiona que los electrones sean arrancados de sus núcleos atómicos. El grado al cual sucede esto es conocido como estado de ionización.

 

Con los datos obtenidos con el XMM-NEWTON, el equipo observó que el gas logra librarse desde mucho más cerca del hoyo negro de lo que se pensaba.

 

Los investigadores también pudieron determinar la cantidad que evitaba ser absorbida. Se calculó “que entre el dos y el cinco por ciento del material que gira en torno al hoyo negro, o material de acreción, es el que logra escapar. Esto es menos de lo que algunos astrónomos esperaban”, aseveraron los investigadores.

 

El gas caliente contiene elementos químicos pesados, que los astrónomos llaman metales. Estos, en realidad, son cualquier componente más pesado que el hidrógeno o el helio, es decir, se incluye al carbono, el elemento esencial para la vida en la Tierra. Los metales sólo pueden ser “fabricados” dentro de estrellas y están dispersos en enormes extensiones del espacio entre las galaxias.

 

Los especialistas se han preguntado cómo es que estos metales llegan al espacio intergaláctico. El trabajo realizado por este grupo señala que galaxias activas más poderosas que la NGC 4051 pueblan el espacio y se les conoce como cuásares. En sus centros hay un hoyo negro que se alimenta vorazmente del material que lo circunda, pero también tienen vientos de gas que escapan  y de esa manera los metales son acarreados hasta las zonas intergalácticas.

 

Si los cuásares son los responsables de rociar de metales el espacio intergaláctico, la “contaminación” podría expandirse en burbujas que rodean a cada galaxia de ese tipo. De esta forma las diversas regiones del Universo serían enriquecidas por metales a distintas velocidades. Esto puede explicar por qué los astrónomos ven diferentes cantidades según la dirección hacia la que hacen sus observaciones.

 

Sin embargo, si la fracción del gas que escapa del hoyo negro es tan baja como muestra el XMM-NEWTON en la NGC 4051, los astrónomos deberán hallar otra fuente de metales intergalácticos, que podrían ser las galaxias que con mayor frecuencia forman estrellas: las llamadas Infra Rojas Ultra Luminosas (ULIRGs, por sus siglas en inglés).

 

“Con base en estas mediciones puede decirse que los cuásares están haciendo su contribución de metales, pero no de todos los que existen en el medio intergaláctico", concluyó Yair Krongold.

 

Para continuar su investigación, los astrónomos tendrán que utilizar la técnica del XMM-NEWTON sobre una galaxia activa más poderosa. Tales observaciones les permitirán determinar si la cantidad de gas que logra escapar del hoyo negro cambia o permanece igual. Si se incrementa habrán solucionado el rompecabezas. Si no cambia, la búsqueda tendrá que seguir.

 

El equipo de investigadores, encabezado por Yair Krongold, está conformado por Fabrizio Nicastro, del Harvard–Smithsonian Center for Astrophysics (HSCA) y el Observatorio Astronómico de Roma; Luc Binette, del IA de la UNAM; Martin Elvis y Nancy Brickhouse, del HSCA; Smita Mathur, de la Ohio State University, y Elena Jiménez–Bailón, del Departamento de Física de la Università degli Studi “Roma Tre”.

 

 

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FOTO 01.

Yair Krongold, José Franco y Luc Binette informaron, en el Instituto de Astronomía, que un equipo internacional, encabezado por científicos de la UNAM, descubrieron la fuente de material intergaláctico que posibilitó la vida en la Tierra.

 

FOTO 02

Yair Krongold, investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM, encabezó el equipo internacional de astrónomos que encontraron la fuente del material intergaláctico que hizo posible la vida. Lo acompañan el director del IA, José Franco, y el investigador Luc Binette.

 

FOTO 03

Simulación artística de hoyos negros, de los cuales escapa gas caliente que provoca “contaminación” intergaláctica, con elementos a partir de los cuales se hizo posible la vida, según se desprende de análisis de expertos de la UNAM.

 

FOTO 04

Todas, o la mayoría de las galaxias tienen un hoyo negro, responsable de “sembrar semillas de la vida en su espacio intergaláctico”, al esparcir elementos a partir de los cuales se hizo posible la vida, señalaron científicos de la UNAM.