14:30  hrs. 23 de Abril de 2007

  

Boletín UNAM-DGCS-244

Ciudad Universitaria

 


Federico Álvarez

Pies de foto al final del boletín

VIVE EL MUNDO UNA CRISIS EN LO REFERENTE A LA FUNCIÓN DEL LIBRO Y LA LECTURA

 

 

Desde hace varias décadas se vive una crisis trascendental en lo que se refiere a la función del libro y de la lectura en el mundo; en ese sentido, se engañaría quien pensara que en lo referente al ámbito editorial nada ha cambiado, afirmó Federico Álvarez, profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.

 

El también Premio Universidad Nacional en el área de Docencia en Humanidades participó en la conmemoración del Día Internacional del Libro, que fue inaugurada por Martha Judith Sánchez, secretaria académica del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de esta casa de estudios.

 

Al dictar la conferencia El papel del libro en la cultura actual, consideró que el libro y la lectura tienen ante sí problemas serios que no será nada fácil resolver: los derivados de su competencia con otros medios de comunicación, y los procedentes de su propia evolución tecnológica, en tanto que su soporte es en papel.

En el centro de la primera problemática, puntualizó, está la pugna entre la imagen verbal y la visual. Si bien la palabra ha sido a lo largo de la historia un elemento insustituible en el pensamiento y las relaciones cotidianas, no se transmite con igual eficacia como lo hace una imagen publicitaria, fotográfica o televisiva.

 

En la actualidad resulta prácticamente imposible escapar de la representación electrónica, porque ésta es directa e inmediata de la acción o del objeto, no hay que hacer ningún esfuerzo para percibirla, y uno accede pasivamente a través del sentido de la vista, refirió.

 

Por el contrario, agregó, el libro es una comunicación indirecta y para acceder a su mensaje es necesario conocer el código en que se escribe, y requiere además, una disposición activa de la voluntad.

 

Es cierto, como editores académicos o universitarios, aseveró, que los niños quedan lejos de las publicaciones, pero no es menos cierto que esas sucesivas generaciones se originan en la infancia y los menores que no leen serán los adultos ajenos a la lectura en pocos años.

 

De hecho, la sociedad americana piensa que no hay más camino en la vida que el de ganar cada año más dinero y leer no es el mejor camino para ello; si bien en Estados Unidos hay miles de empresas editoriales, bibliotecas públicas y lectores, éstos son proporcionalmente menos que en Europa, aclaró.

 

En efecto, los países más poderosos del mundo del libro son Alemania, Inglaterra y Francia, seguidos de Holanda, Canadá y Rusia, Italia y España, precisó.

 

En América, detalló, son Argentina, Uruguay, Chile, Cuba y Brasil, y México, por su enorme población, viene después. En ambos continentes se ha llegado a la conclusión de que quienes leen lo hacen cada vez más y hay un número grande e ignorado de pseudolectores, es decir, quienes sólo los hojean.

 

A ello se pueden añadir otras problemáticas como que cada vez hay menos adquisición de textos extranjeros, no se hacen tantas traducciones como antes, cada vez se reseña menos y han decrecido las bibliotecas públicas con al menos 100 títulos en su haber, reveló.

No obstante, advirtió, otro enemigo de la lectura entre los jóvenes es la computación escolarizada. Es acudir con frecuencia a la página web que, si bien es evidentemente la fuente de un cúmulo enorme de información, los más listos enseguida cobran conciencia de la cantidad de textos inútiles, triviales o ficticios, de verdadera basura.

 

El integrante del Consejo Editorial de la FFyL consideró que los e-book, las páginas web e Internet han orillado a concebir estos medios como instrumentos imprescindibles para los estudiantes y para muchos ese es el pretexto idóneo para ya no comprar libros.

 

“El libro con soporte en papel siempre existirá pero encarecerá y habrá que ir a las bibliotecas públicas universitarias para conocerlos y usarlos, como hoy se goza de un incunable. Frente a él acabará llegando un libro electrónico atractivo, hay que preverlo desde ahora”, alertó.

 

No obstante, desde un punto de vista positivo, el pensamiento humano no dejará de producir nuevos textos e ideas, pensaremos más profundamente, habrá que leer esas obras y dictaminarlas y, en su caso, traducirlas y componerlas, y en lugar de llevarla a una imprenta irá a una casa grabadora de discos y continuarán haciéndose buenos libros, más baratos y habrá mucho más lectores, puntualizó.

 

En su oportunidad, Martha Judith Sánchez, secretaria académica del IIS, mencionó que el Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor se celebró por primera vez en España el 7 de octubre de 1926, para conmemorar el nacimiento de Miguel de Cervantes, y en 1930 se instauró definitivamente la fecha del 23 de abril.

 

Asimismo, añadió, con festejos como éste se constata una vez más la atinada decisión que tuvo la UNESCO en 1995 de aprobar esa fecha para fomentar la lectura, la industria editorial y la protección intelectual.

 

Otros temas que se abordan en este evento, organizado por el IIS y el Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, son: La Biblioteca Nacional y el depósito legal, El registro de los libros de la UNAM ante el Instituto Nacional de Derechos de Autor, Qué leen los estudiantes en las bibliotecas de la UNAM. El caso de la Biblioteca Central, Visiones apocalípticas sobre el libro, Éxitos y errores de las tiendas electrónicas de la UNAM y La historia de las publicaciones digitales en la UNAM.

 

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FOTO 1.

 

Martha Judith Sánchez y Federico Álvarez durante la ceremonia de conmemoración del Día Internacional del Libro, organizado por el IIS y el Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM.

 

 

FOTO  2

 

Federico Álvarez, profesor de la FFyL de la UNAM, dijo que el libro y la lectura deben enfrentar los retos derivados de su competencia con otros medios, y los procedentes de su propia evolución tecnológica.