12:00  hrs. 15 de Abril de 2007

  

Boletín UNAM-DGCS-227

Ciudad Universitaria


Lukas Nellen

 

Pie de foto al final del boletín

 

OPERA EN LA UNAM EL PRIMER NODO LATINOAMERICANO DEL PROYECTO INTERNACIONAL ALICE

 

 

En el Instituto de Ciencias Nucleares (ICN) de la UNAM comenzó a operar el primer nodo de América Latina en el GRID de la colaboración ALICE, una red de cómputo distribuida a escala global. Dicho experimento internacional estudia el plasma de quarks y gluones, un estado de la materia que existió en el universo temprano, de altísima densidad y temperatura, en una escala infinitamente pequeña.

 

Es el primero en el continente americano configurado con base en los últimos desarrollos de middleware o software intermediario –entre el sistema operativo y la aplicación–, del proyecto EGEE o "ciencia electrónica" de la Unión Europea.

 

Así lo explicó Lukas Nellen, investigador del ICN y encargado de dicho equipo, denominado Tochtli (conejo, en náhuatl), quien añadió que la física de partículas elementales requiere de un gran poder computacional para implementar y analizar las pruebas.

Por ello se ha involucrado en el avance de la tecnología GRID, la cual permite integrar centros de cómputo y equipos individuales en institutos y laboratorios en todo el mundo en una infraestructura unificada.

 

La colaboración mexicana en el experimento ALICE (A Large Ion Collider Experiment, con sede en la Organización Europea para la Investigación Nuclear o CERN, por sus siglas en francés), tenía que desarrollar e instalar infraestructura local para participar en el GRID.

 

Ello, expuso, permite a los científicos de instituciones como la UNAM y el Instituto Politécnico Nacional, intervenir en las actividades computacionales de simulación y análisis de colaboración internacional, al tiempo que proporciona las herramientas para acceder a los datos de este ejercicio.

 

En el futuro cercano se anticipa una expansión de la infraestructura computacional disponible para los físicos del experimento ALICE. Se trabaja para "atraer usuarios de otras áreas de conocimiento a las tecnologías GRID y en la inclusión de otros equipos, como la supercomputadora de la UNAM, KanBalam, con el fin de construir un GRID nacional”, adelantó.

 

Un GRID, abundó, es una instalación para enlazar centros de cómputo separados, dentro de un campus o, como es el caso de ALICE, a escala mundial. Se trabaja con un middleware que genera una presentación uniforme a las máquinas con configuraciones particulares o sistemas operativos diferentes.

 

El nombre de GRID viene del análogo en inglés de red eléctrica o power-grid: si se quiere un equipo eléctrico se compra y conecta, sin preocuparse de cómo se genera o transporta la electricidad. “La idea en este caso es la misma, pero con cómputo, de forma que el usuario se 'enchufe' con una interfaz estándar y se conecte a la red una vez que cuenta con un software adicional", explicó.

 

En este caso, Tochtli se conforma por un cluster o cúmulo de computadoras personales: 16 máquinas con dos procesadores cada una, más un equipo controlador, más otra para el almacenamiento con casi un terabyte de espacio en disco. Ello está enlazado a la red UNAM y de ahí se integra al mundo por Internet 2, agregó.

 

"Es importante contar con infraestructura de redes para participar en el experimento ALICE, porque el equipo permite 'correr' trabajos, pero no sólo de científicos mexicanos, sino de colegas de Europa o de otras partes", abundó.

 

Así ocurre porque las máquinas "administradoras" determinan en qué parte del planeta hay recursos o computadoras disponibles para elaborar los cálculos y simulaciones; por eso pueden llegar al nodo de México, y los trabajos mexicanos ir a Italia, Francia o cualquier otro país participante, detalló.

 

Con Tochtli los científicos nacionales contribuyen con recursos de cómputo, pero ganan acceso a mucha más infraestructura; al compartir equipos la investigación se realiza con mayor rapidez, especificó el experto.

 

El nombre es, además, una referencia bicultural. En el cuento de Alicia en el país de las maravillas un conejo conduce a la protagonista a ese "reino onírico". De ese modo, ALICE, el experimento internacional, y Tochtli, el equipo mexicano, están conectados.

 

La construcción del cluster fue financiada por el Conacyt, y al mismo tiempo se aprovechó el proyecto EELA (E-Infrastructure shared between Europe and Latin America), dedicado a la transferencia de tecnología de la Unión Europea a esta región.

 

Lukas Nellen destacó el entrenamiento de técnicos mexicanos en cúmulos y en la configuración y operación de recursos en un GRID de cómputo. Asimismo, recibieron capacitación y hay estudiantes trabajando en las actividades de colaboración de ALICE.

 

Dicho experimento, ubicado físicamente en el acelerador de partículas más grande del mundo, en la frontera de Francia y Suiza, comenzará a funcionar a finales de este año.

 

Entonces, se harán chocar núcleos pesados (de plomo-plomo, por ejemplo) para generar partículas secundarias, que serán registradas por diferentes detectores. En condiciones de alta temperatura y presión, explicó, los constituyentes de protones y neutrones, los quarks, actúan como partículas libres. Es decir, el comportamiento de la materia a esa escala es distinto, refirió.

 

La meta, señaló, es estudiarla con detalle, tratar de entender la teoría de interacciones fuertes (las que normalmente mantienen unidos a los quarks) y reconstruir el universo temprano. "Hay una conexión entre la física de partículas, lo más pequeño que existe, y la cosmología. Se trata de las leyes de la física que gobernaron el desarrollo del universo”, finalizó Lukas Nellen.

 

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FOTO 01

Lukas Nellen, investigador del ICN de la UNAM, informó que en esa entidad comenzó a operar el primer nodo de América Latina en el GRID de la colaboración ALICE.

 

FOTO 02.

El primer nodo de América Latina en el GRID de la colaboración ALICE, denominado Tochtli (conejo, en náhuatl), está a cargo del investigador de la UNAM Lukas Nellen.