Boletín
UNAM-DGCS-208
Ciudad Universitaria
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EN AUMENTO,
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Buscan aumentar su autoestima, la
aceptación de un grupo social o copiar estereotipos, aseguró Arturo Enrique
Becerril Lerín, de la Facultad de Medicina de la UNAM
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Las intervenciones más requeridas son:
de nariz, orejas o aumento de mamas, glúteos y pantorrillas; así como
liposucciones e implantes de pómulos, refirió
·
Hay factores de riesgo, como choque
anafiláctico o reacción alérgica extrema, procesos infecciosos, rechazo a algún
material o que se abra la herida, advirtió
En los últimos años ha
aumentado en México la cantidad de jóvenes que se someten a cirugías estéticas
para mejorar su apariencia, a fin de aumentar su autoestima, buscar la
aceptación del grupo social donde se desenvuelven, o copiar estereotipos
manejados en los medios de comunicación, afirmó Arturo Enrique Becerril Lerín, profesor de la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM.
Normalmente, apuntó, recurren a ello guiados por ideas que imperan en
la sociedad, sobre si la mujer debe ser delgada o tener más busto; si el hombre
debe tener el pecho cuadrado o si la nariz debe ser recta.
Varios modelos han condicionado también el querer emular diversos
aspectos. De hecho, en algunas etapas de su vida el individuo crea ídolos y los
destruye, pero al principio quiere ser como ellos. De acuerdo con este patrón,
abundó, los jóvenes quieren un abdomen sin grasa, plano; unos glúteos
prominentes o aumentar la talla del busto.
Ello explica que las cirugías estéticas que más solicite este sector
sean: la rinoplastia o de nariz, la otoplastia o de
orejas, aumento de las mamas, glúteos y pantorrillas; así como liposucciones e
implantes de pómulos, refirió.
Comentó que la región facial es la más común porque la cara es en
primera instancia lo que se proyecta. “Aquí se vuelve a los estereotipos,
porque en la actualidad las modelos tienen pómulos prominentes, orejas
pequeñas, nariz recta o labios voluminosos”.
Puede pensarse que la mujer es quien más recurre a esta práctica, pero
el hombre también acude con frecuencia a ellas, pero lo que más busca hacerse
son rinoplastias y corregirse defectos a nivel mandibular, afirmó.
Ellas pueden operarse desde los 15 años la nariz o hacerse tatuajes de
labios y párpados, lo demás no porque el desarrollo continúa, salvo que sea una
liposucción, porque ésta no es para bajar de peso sino para moldear el cuerpo,
detalló.
Reveló que es en el periodo vacacional de julio y agosto cuando más se
practica este tipo de cirugías, porque normalmente los pacientes “no quieren
que se les note mucho y como no es posible aprovechan los tiempos de descanso
para hacerlo”.
La cirugía puede
dividirse en reconstructiva y estética. La primera trata que el paciente se
reincorpore a su vida normal luego de fuertes traumatismos en alguna parte del
cuerpo, como un choque, que le provoque fractura de los huesos de la cara o
manos, lesiones vasculares o amputaciones, explicó.
En cambio, acotó, la segunda es para mejorar algunos aspectos con
respecto a parámetros trazados de lo que sería lo más “normal”, bello o
estético dentro de un concepto predeterminado o imperante.
La edad en donde empiezan a practicarse estos procedimientos dependerá
del estatus social al que pertenezca la gente. “A veces, a los 15 años los
papás les regalan cirugías estéticas a los hijos para mejorar su aspecto,
porque en ocasiones se sienten deprimidos o rechazados por el grupo social
donde se desenvuelven o quieren pertenecer”, puntualizó.
No obstante, indicó, estos profesionales recomiendan empezar a los 18
años porque hay reglas: no se puede operar a un paciente de ciertas partes del
cuerpo donde el desarrollo no ha terminado y si se insiste se le advierte que
los resultados no serán satisfactorios. Además, no a todos se les hace lo
mismo. “Se busca lo más estético de acuerdo con el genotipo de
Además, advirtió, debe cerciorarse de que quien realice la cirugía sea
un cirujano plástico avalado por una institución educativa seria; por ejemplo,
en el Distrito Federal la UNAM es la única universidad autorizada para
certificar este tipo de estudios.
Becerril Lerín aseveró que como en toda
operación hay factores de riesgo; se puede presentar choque anafiláctico o
reacción alérgica extrema, procesos infecciosos, rechazo a algún material o que
se abra la herida, pero todo ello se le especifica al paciente. “En general
sólo queda inflamado y con algunas molestias propias de la intervención”.
El tiempo de recuperación realmente va de 15 días a tres semanas,
dependiendo del tipo de intervención, porque se trabaja prácticamente con capas
superficiales del cuerpo, precisó.
La cirugía estética es un lujo, no una necesidad ni una prioridad para
que la gente pueda vivir y, por lo mismo, es costosa, aunque realmente lo más
oneroso son los hospitales, porque son hoteles de lujo. “Por ejemplo, un
tatuaje de párpados o labios cuesta entre tres y cinco mil pesos, una
rinoplastia entre 15 y 18 mil, unas mamas de aumento o reducción como mil
dólares, y unos implantes de glúteos están como en mil 400 dólares, pero sin
considerar servicio hospitalario”, concluyó.
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FOTO 01
En los últimos años ha aumentado la
cantidad de jóvenes mexicanos que se someten a cirugías estéticas, afirmó
Arturo Enrique Becerril Lerín, profesor de la
Facultad de Medicina de la UNAM.
FOTO 02.
Enrique Becerril, profesor de la
UNAM, refirió que las cirugías estéticas que mas buscan los jóvenes son: de
nariz, orejas, aumento de mamas, glúteos y pantorrillas; liposucciones e
implantes, como estas muestras.