12:00  hrs. 1 de Abril de 2007

  

Boletín UNAM-DGCS-194

Ciudad Universitaria


Efraín Ovando Shelley

Pie de fotos al final del boletín

 

AMENAZA EL HUNDIMIENTO DE LA CIUDAD DE MÉXICO, SU PATRIMONIO ARTÍSTICO Y ARQUITECTÓNICO

 

·        Afirmó Efraín Ovando Shelley, investigador del Instituto de Ingeniería de la UNAM

·        Además, los embates regionales dañan gravemente la infraestructura urbana como calles, postes, ductos de suministro de agua, drenaje y gas, dijo

·        Sus implicaciones dependen de las características de las estructuras y sus cimentaciones; de las propiedades del subsuelo y de la variabilidad local, refirió

 

El hundimiento de la Ciudad de México representa una amenaza real para su patrimonio artístico y arquitectónico; el problema geotécnico relacionado con este fenómeno constituye incluso un mayor peligro que los temblores. “Es una catástrofe lenta que ocurre poco a poco”, advirtió Efraín Ovando Shelley, investigador del Instituto de Ingeniería (II) de la UNAM.

 

El especialista aseguró que la cantidad de monumentos históricos en riesgo por esta causa es enorme. “Como sociedad no se ve de dónde se obtendrán los recursos para salvaguardar esta herencia cultural”.

 

La realidad, alertó Efraín Ovando, es que la capital de la República continuará hundiéndose a velocidades alarmantes, junto con su legado artístico; además, los embates regionales dañan gravemente la infraestructura urbana como calles, postes, ductos de suministro de agua, drenaje y gas.

 

El investigador universitario explicó que la velocidad con la que se sume el centro de la ciudad varía. Por ejemplo, “en la parte central, por el zócalo, la celeridad del desnivel es de entre siete u ocho y medio centímetros al año y en la alameda quizá llegue a los diez centímetros anuales”.

 

Sin embargo, hay lugares donde su celeridad es pasmosa, como en la cuenca del antiguo lago de Xochimilco y Valle de Chalco. “Ahí son de más de 30 o 50 centímetros por año”, expresó Ovando Shelley.

 

En ese contexto, recordó que todas las estructuras e instalaciones urbanas de la Ciudad de México, ubicadas dentro de la zona del antiguo lago de Texcoco, están sometidas a los efectos del hundimiento regional.

 

Por ello, dijo, la ingeniería de cimentaciones ha producido soluciones diversas para evitar o mitigar sus efectos. Algunas de estas respuestas no sólo son aplicables en nuevas edificaciones, sino en la creciente tarea de conservar muchas otras que forman parte del patrimonio arquitectónico de la ciudad.

 

Las implicaciones de este fenómeno en su seguridad dependen, entre otros factores, de las características propias de las erecciones y sus cimentaciones; de las propiedades del subsuelo que las subyace y de la variabilidad local de los diferenciales de hundimiento, expuso.

 

Las anteriores manifestaciones, agregó, determinan el riesgo a que están expuestas edificaciones, vialidades, tuberías, rellenos sanitarios y otras instalaciones importantes, como los sistemas de drenaje y de transporte colectivo.

 

Asimismo, resaltó, acarrea otros efectos nocivos como el de la aparición de grietas y fisuras, principalmente en zonas de transición. Por otro lado, la condición inicial impuesta por los hundimientos diferenciales en construcciones de todo tipo incrementa su vulnerabilidad ante la acción de eventos sísmicos.

 

El ingeniero Ovando Shelley apuntó que las distorsiones y desplomes que afectan a las construcciones se producen porque este fenómeno no es parejo; hay partes que se sumergen más lentamente que otras y aún en un mismo edificio, de dimensiones relativamente modestas, pueden existir contrastes en las velocidades.

 

Finalmente, planteó que el asunto del agrietamiento de las arcillas en las zonas de transición de la Ciudad de México no sólo es un problema puramente geotécnico, sino potencial de salud pública.

 

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FOTO 01.

Efraín Ovando Shelley, investigador del II de la UNAM, advirtió sobre la enorme cantidad de monumentos históricos amenazados por el hundimiento de la ciudad de México.

 

FOTO 02

La Ciudad de México continuará hundiéndose a velocidades alarmantes junto con su patrimonio artístico, alertó el investigador del II de la UNAM, Efraín Ovando Shelley.