Boletín
UNAM-DGCS-194
Ciudad Universitaria
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AMENAZA EL HUNDIMIENTO DE
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Afirmó Efraín Ovando Shelley, investigador del Instituto de Ingeniería de la
UNAM
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Además, los embates regionales dañan
gravemente la infraestructura urbana como calles, postes, ductos
de suministro de agua, drenaje y gas, dijo
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Sus implicaciones dependen de las
características de las estructuras y sus cimentaciones; de las propiedades del
subsuelo y de la variabilidad local, refirió
El hundimiento de la Ciudad de México representa una amenaza
real para su patrimonio artístico y arquitectónico; el problema geotécnico
relacionado con este fenómeno constituye incluso un mayor peligro que los
temblores. “Es una catástrofe lenta que ocurre poco a poco”, advirtió Efraín
Ovando Shelley, investigador del Instituto de
Ingeniería (II) de la UNAM.
El especialista aseguró que la cantidad de monumentos
históricos en riesgo por esta causa es enorme. “Como sociedad no se ve de dónde
se obtendrán los recursos para salvaguardar esta herencia cultural”.
La realidad, alertó
Efraín Ovando, es que la capital de la República continuará hundiéndose a
velocidades alarmantes, junto con su legado artístico; además, los embates
regionales dañan gravemente la infraestructura urbana como calles, postes, ductos de suministro de agua, drenaje y gas.
El investigador universitario explicó que la velocidad con
la que se sume el centro de la ciudad varía. Por ejemplo, “en la parte central,
por el zócalo, la celeridad del desnivel es de entre siete u ocho y medio
centímetros al año y en la alameda quizá llegue a los diez centímetros
anuales”.
Sin
embargo, hay lugares donde su celeridad es pasmosa, como en la cuenca del
antiguo lago de Xochimilco y Valle de Chalco. “Ahí son de más de 30 o
En ese
contexto, recordó que todas las estructuras e instalaciones urbanas de la
Ciudad de México, ubicadas dentro de la zona del antiguo lago de Texcoco, están sometidas a los efectos del hundimiento
regional.
Por ello, dijo, la ingeniería de cimentaciones ha producido
soluciones diversas para evitar o mitigar sus efectos. Algunas de estas
respuestas no sólo son aplicables en nuevas edificaciones, sino en la creciente
tarea de conservar muchas otras que forman parte del patrimonio arquitectónico
de la ciudad.
Las
implicaciones de este fenómeno en su seguridad dependen, entre otros factores,
de las características propias de las erecciones y sus cimentaciones; de las
propiedades del subsuelo que las subyace y de la variabilidad local de los
diferenciales de hundimiento, expuso.
Las
anteriores manifestaciones, agregó, determinan el riesgo a que están expuestas
edificaciones, vialidades, tuberías, rellenos sanitarios y otras instalaciones
importantes, como los sistemas de drenaje y de transporte colectivo.
Asimismo, resaltó, acarrea otros efectos nocivos como el de
la aparición de grietas y fisuras, principalmente en zonas de transición. Por
otro lado, la condición inicial impuesta por los hundimientos diferenciales en
construcciones de todo tipo incrementa su vulnerabilidad ante la acción de
eventos sísmicos.
El ingeniero Ovando Shelley apuntó
que las distorsiones y desplomes que afectan a las construcciones se producen
porque este fenómeno no es parejo; hay partes que se sumergen más lentamente
que otras y aún en un mismo edificio, de dimensiones relativamente modestas,
pueden existir contrastes en las velocidades.
Finalmente, planteó que el asunto del agrietamiento de las
arcillas en las zonas de transición de la Ciudad de México no sólo es un
problema puramente geotécnico, sino potencial de salud pública.
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Efraín Ovando Shelley,
investigador del II de la UNAM, advirtió sobre la enorme cantidad de monumentos
históricos amenazados por el hundimiento de la ciudad de México.
FOTO 02
La Ciudad de
México continuará hundiéndose a velocidades alarmantes junto con su patrimonio
artístico, alertó el investigador del II de la UNAM, Efraín Ovando Shelley.