12:00  hrs. 31 de Marzo de 2007

  

Boletín UNAM-DGCS-193

Ciudad Universitaria


Vivianne Solís-Weiss

Pie de fotos al final del boletín

 

DEBE CONSTITUIRSE EN RESERVA ECOLÓGICA Y DE PROTECCIÓN A LA BIOSFERA, LA ISLA DE CLIPPERTON

 

·        Señaló  Vivianne Solís-Weiss, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la UNAM

·        La jefa del Laboratorio de Ecología y Biodiversidad de Invertebrados Marinos se pronunció por establecer en ese espacio un observatorio oceanológico

·        Tiene un extraordinario potencial pesquero y minero submarino, y de migración de especies, dijo 

 

Por su interés histórico y características naturales, la isla de Clipperton debería constituirse en reserva ecológica y de protección a la biosfera, afirmó Vivianne Solís-Weiss, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICMyL) de la UNAM, quien se pronunció por establecer ahí un observatorio oceanológico para llevar a cabo programas de investigación.

 

Su posición geográfica, explicó, la hace el punto más alejado del macizo continental dentro de la región biográfica del Pacífico oriental, que incluye toda la costa occidental del continente americano, por lo que es un sitio clave para el estudio de la distribución de las especies marinas de esta zona, al representar un puente de colonización de faunas y floras entre Asia y América.

 

La jefa del Laboratorio de Ecología y Biodiversidad de Invertebrados Marinos del ICMyL explicó que las aguas profundas del Pacífico tropical, sobre todo alrededor de la isla, constituyen, además, uno de los depósitos de nódulos polimetálicos más ricos del mundo; en el fondo del océano existe fierro, cobre, manganeso y níquel en abundancia.

 

Este pequeño territorio, también conocido como Isla de la Pasión, tiene un enorme interés científico-ecológico y un potencial económico desde el punto de vista pesquero y minero submarino. Es la porción emergida de un pequeño atolón coralino de forma ovalada con cuatro kilómetros de diámetro y 3.7 kilómetros de extensión arrecifal, abundó.

 

“Desde el punto de vista biológico y microbiológico, su laguna interna es de lo más interesante, pues está en gran expansión. Los que se ocupan de microbiología consideran que es un sitio único en el mundo”, indicó la bióloga marina, especializada en el estudio de anélidos, poliquetos y otros invertebrados marinos.

 

Como científicos, dijo, estamos interesados en la vida de los organismos y su organización ecológica. Nos atañen los pequeños especímenes que viven ahí asociados al coral; además, se reconoce también su importancia histórica para nuestro país, toda vez que, además de su relevancia natural, Clipperton es el último territorio mexicano que se perdió ante Francia.

 

Por ello, agregó, se quiere colaborar con los franceses en el marco de un observatorio oceanológico para llevar a cabo diversos programas de investigación. Es decir, hacerlo reserva natural, espacio ecológico y de investigaciones nacionales con ellos como socios prioritarios, “como fue propuesto después de la expedición francesa de 2005 en la que participamos cuatro mexicanos”.

 

Vivianne Solís-Weiss organizó y encabezó, en 1997, la histórica expedición científica mexicano-francesa a la isla de Clipperton, que marcó el retorno oficial de los mexicanos después de 80 años a este atolón. Se trata de una pequeña isla desierta a mitad del Pacífico; además de una roca de 30 metros de altura.

 

 

La isla, informó la bióloga marina, posee la mayor colonia de pájaros bobos del mundo, tiene entre 110 mil y 130 mil individuos. Naturalmente está cubierta de guano, lo que la hizo en el siglo XIX codiciada por esa riqueza explotable como fertilizante agrícola natural.

 

En 1997 se hizo una expedición para realizar estudios de tipo biológico, químico, físico y geológico, en el buque de la UNAM El Puma. “Se efectuaron muestreos a grandes profundidades, como a tres mil metros, y ahí se obtuvieron nódulos de manganeso que son reservas mineras del fondo marino de tipo especial, muy puros”, recordó.

 

Es una reserva monumental, indicó la investigadora universitaria, quien recordó que en esta isla habita una gran cantidad de cangrejos terrestres color naranja (se piensa que llegan a ser más de diez millones de individuos) que atacan a todo lo que no se mueva.

 

“Lo que sí es un tesoro y sigue siendo explotado por varios países es el atún. Es un recurso que en esas aguas es abundante”. Por esa y otras razones relacionadas con la Zona Económica Exclusiva, las autoridades francesas se interesan, lo que crea inquietud y revuelo, comentó Vivianne Solís-Weiss.

 

Sin embargo, agrego la doctora en oceanografía Biológica, lo más importante de la isla de Clipperton –con 200 millas náuticas de Zona Económica Exclusiva–  es su futuro, porque tiene un extraordinario potencial, desde el punto de vista pesquero y minero submarino, y de migración de especies.

 

Por todo ello, y reconociendo su importancia histórica, la UNAM y otras instituciones llevarán a cabo una Jornada dedicada a Clipperton a principios del mes de junio, concluyó Solís-Weiss.

 

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FOTO 01.

La isla de Clipperton tiene un enorme interés científico ecológico y la zona marina circundante un potencial económico pesquero y minero submarino, afirmó la biologa marina Vivianne Solís-Weiss,  del ICMyL de la UNAM.

 

 

FOTO 02

La investigadora de la UNAM, Vivianne Solís-Weiss, aseguró que la isla de Clipperton debería constituirse en laboratorio oceanográfico y zona de protección a la biosfera.