14:00  hrs. 14 de Marzo de 2007

  

Boletín UNAM-DGCS-155

Ciudad Universitaria

 


Andrés Navarrete

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INEXPLORADO, EL POTENCIAL DE LAS PLANTAS MEDICINALES PARA CREAR NUEVOS FÁRMACOS

 

·        Señaló Andrés Navarrete, del Departamento de Farmacia de la Facultad de Química de la UNAM

·        El aumento de la esperanza de vida demanda nuevas formas para tratar los padecimientos de las personas de la tercera edad, y ahí, estas especies juegan un papel importante, dijo

·        Dictó la conferencia Las plantas medicinales y su acción en el Sistema Nervioso Central

 

Pese a conocerse las causas o etiología de los padecimientos mentales, no ha sido explorado el potencial de las plantas medicinales para generar nuevos fármacos que actúen sobre el sistema nervioso central (SNC), afirmó Andrés Navarrete, coordinador de la sección de Farmacología y Toxicología del Departamento de Farmacia de la Facultad de Química de la UNAM.

 

Si se sabe que la variedad ‘manto de cielo’ tiene efectos sobre la memoria, y ésta se relaciona con el mal de Alzheimer, por qué no estudiar sus semillas, argumentó; o si los hongos alucinógenos actúan sobre el neurotransmisor conocido como serotonina, vinculado con procesos psico-fisiológicos, por qué no analizarlo.

 

En la conferencia Las plantas medicinales y su acción en el Sistema Nervioso Central, efectuada en el Auditorio A de la FQ, añadió que el aumento de la esperanza de vida demanda nuevas formas para tratar los padecimientos de las personas de la tercera edad, y ahí, estas especies juegan un papel importante.

Por ejemplo, en ese sector se registran problemas de insomnio, no obstante, no se ha dado atención a los vegetales que podrían contribuir a resolverlos, tales como el azahar, valeriana, tila, hojas de naranjo o té de limón, que ayudan a conciliar el sueño y a mantener la tranquilidad, aseveró.

 

Explicó que un tercio de la población adulta presenta dificultades para dormir y conforme aumenta la edad se incrementan estas alteraciones, consideradas como el síntoma más común de enfermedades mentales.

 

Andrés Navarrete detalló que 17 por ciento de los pacientes con este mal sienten que su padecimiento tiene repercusiones en su vida diaria, y es cierto, un descanso pobre provoca que las personas sean menos eficientes y que su desempeño se reduzca.

 

El insomnio ocasional afecta entre el 25 y 35 por ciento de la población, pero es posible tratarlo con fármacos comunes. No obstante, advirtió, el crónico –aquel que se presenta tres veces por semana en un mes– es más difícil de manejar y mella en 57 por ciento de las personas mayores de 65 años.

 

Para ellos hay remedios eficaces, con efectos secundarios; pero también hay plantas para inducir el sueño. En el antiguo libro de Martín de la Cruz hay recetas contra dicho trastorno, para las que se señala la flor de tila y azahar, té de limón, las hojas de naranjo, valeriana, zapote blanco, ruda y albaca blanca, recordó.

 

Algunas de ellas han sido estudiadas por Andrés Navarrete y su equipo de colaboradores, quienes han descubierto actividad sedante en los tres primeros. También se ha analizado la valeriana mexicana, “cuyo uso principal es para el tratamiento del insomnio; aunque también presenta acción anticonvulsiva, mayor que otras especies”, informó.

 

Antes, el experto relató que las plantas con efectos sobre el SNC han apasionado a los hombres de todos los tiempos, pues ese entramado proporciona el control consciente e inconsciente de la actividad sensorial y motora básica, así como de las funciones emocionales e intelectuales.

Los fármacos que actúan sobre ese sistema son cada vez más importantes. En la primera mitad del siglo XX se clasificaban en: narcóticos (opio, morfina), hipnóticos (cloroforma, alcohol) y sales de bromuro (antiepilépticos). Más adelante, refirió, se describieron los usos clínicos de las anfetaminas, con origen en 1927, y para la segunda mitad del siglo surgió la mayor parte de los medicamentos que se conocen hoy, cuyas aplicaciones clínicas fueron descritas gracias a la observación de sus efectos secundarios.

 

El uso de plantas con diferentes propósitos, como la amapola, es mucho más antiguo; y las que intervienen sobre el SNC fueron de las primeras en ser utilizadas, junto con las comestibles, dijo.

 

Algunas de ellas son Papaver somniferum y su componente, la morfina; la Atropa belladonna y Cannabis sativa; no obstante, reconoció, “en México no se puede estudiar, a diferencia de países donde, por ejemplo, se permite diseccionar la mariguana desde el punto de vista agronómico, biotecnológico y farmacológico, obteniendo nuevos derivados”.

 

En el país, estas variedades han sido importantes en diferentes aspectos. Es conocida la escultura de Xochipilli, el príncipe de las flores, donde se identifican diferentes especies que han sido ubicadas por su acción sobre el sistema nervioso, comentó.

 

Algunas son Nicotiana tabacum, tabaco; Ipomoea violacea (Oloiuhqui o manto), cuyas semillas tiene compuestos activos; Psilocybe mexicana u hongos alucinógenos llamados por los antiguos mexicanos teonanacatl o “carne de los dioses”; junto con Datura sp o toloache; Lophophora willansii o peyote, y Salvia aivinorum o pastora, concluyó.

 

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FOTO 1

Asistentes a la conferencia Las plantas medicinales y su acción en el Sistema Nervioso Central, efectuada en el Auditorio A de la Facultad de Química de la UNAM.

 

FOTO 2.

Las plantas con efectos sobre el sistema nervioso central han apasionado a los hombres de todos los tiempos, aseguró Andrés Navarrete, de la FQ de la UNAM.