06:00  hrs. 27 de Febrero de 2007

  

Boletín UNAM-DGCS-118

Ciudad Universitaria

 


Valera Souza

Pie de fotos al final del boletín

 

CUATRO CIÉNEGAS PERMITE ESTUDIAR LA EVOLUCIÓN TEMPRANA DE LA VIDA EN LA TIERRA

 

·        Señaló Valeria Souza, investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM

·        Remite al Precámbrico en un mundo de bacterias en donde cada tapete microbiano es autosuficiente, dijo

·        Este ecosistema se encuentra amenazado por el uso de agua de su cuenca con intereses agrícolas o industriales, afirmó

·        Dictó la conferencia ¿Por qué no podemos perder a cuatro Ciénegas?, en el auditorio del CCADET

 

El Valle de Cuatro Ciénegas es un laboratorio vivo, único en el mundo que, por su biodiversidad, permite estudiar la evolución temprana de la vida en nuestro planeta, afirmó Valeria Souza, investigadora del Instituto de Ecología de la UNAM.

 

Este sitio, destacó, es un viaje en el tiempo no sólo porque contiene agua del Jurásico, sino porque remite al Precámbrico en un mundo de bacterias en donde cada tapete microbiano es autosuficiente, además de que tiene organismos que no existen en ningún otro lugar del mundo.

 

Al dictar la conferencia ¿Por qué no podemos perder a cuatro Ciénegas?, en el auditorio del Centro de Ciencias Aplicadas y Desarrollo Tecnológico (CCADET), se preguntó sobre qué hizo que la vida persistiera después de tantos millones de años, a pesar de todos los desastres naturales.

 

Las bacterias perduraron y llegaron a ser únicas porque se mantuvo el ciclo del Sol. Siempre hubo estromatolitos –comunidades de microbios que constituyen las primeras evidencias de vida en la Tierra– que pudieron fotosintetizar y servir de alimento a los peces y las diatomeas que vivieron junto a ellos, respondió.

 

Todo esto, recalcó, ayuda a entender el ciclo de vida en la Tierra, el porqué somos un planeta azul y, en ese sentido, se considera que Cuatro Ciénegas es un pedazo insustituible del rompecabezas de la vida.

 

Sin embargo, señaló la especialista, este ecosistema se encuentra amenazado por el uso de agua de su cuenca con intereses agrícolas o industriales.

 

Por ello, mencionó, además de políticas de conservación, las acciones que se proponen son el cierre de canales inútiles; entubar el conducto de flujo salado y, en ese sentido, evitar la evaporación es el tema principal; analizar su calidad, aislarla de la basura; cambios del sistema de riego, y obtener un banco de agua que permita dar un servicio ambiental, es decir, que los humedales se rellenen del líquido que le sacan al sistema.

 

Asimismo, abundó, hacer parcelas e invernaderos demostrativos para enseñarle a la gente qué sembrar; por ejemplo, las hortalizas por hidroponia –forma de cultivar plantas sin tierra–, la cual les va a dar mucho más dinero de lo que están haciendo hasta ahora.

 

Este lugar se muere. Hay un ecocidio causado por la irresponsabilidad de quienes manejan el líquido al argumentar que este recurso existía en cantidad infinita en los valles vecinos y permitieron que se abrieran pozos. Además, aseguran que Cuatro Ciénegas no está conectado a nada, que es un valle perdido en el desierto, aseveró.

 

Empero, se tiene un lugar único y probablemente el más importante para entender por qué somos una biodiversidad. Por ello, se trabaja para concientizar a la gente sobre la que significa esta agua, destacó.

 

Si bien, dijo, los volúmenes de este lugar son pobres en nutrimentos, particularmente en fósforo, en ellas existe una cadena trófica análoga a la que se considera distintiva del Cámbrico temprano, donde los estromatolitos y bacterias fotosintéticas y quimioautótrofas constituyeron la fuente de alimento de caracoles y peces herbívoros.

 

De hecho, acotó, en este ecosistema acuático las bacterias y no las algas o plantas superiores, parecen formar la base de la pirámide alimenticia.  Entonces, en Cuatro Ciénegas hay un tesoro que ayudará a explicar el futuro. Lo que hace extraordinario a este sitio es que ahí se juntaron las condiciones físicas, químicas e históricas que lo hicieron no sólo guardar la biota del Jurásico sino parecerse a un mundo más antiguo, enfatizó.

 

En este espacio, ubicado en el desierto de Chihuahua, hay mucha diversidad. De hecho, es el lugar más rico en estromatolitos, los cuales son la base de la cadena alimenticia de caracoles, peces y crustáceos de  ese sitio, concluyó.

 

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FOTO 1

Valeria Souza, del Instituto de Ecología de la UNAM, dijo que el Valle de Cuatro Ciénegas es un laboratorio vivo que, por su biodiversidad, permite estudiar la evolución temprana de la vida en nuestro planeta.

 

FOTO 2.

Cuatro Ciénegas remite al Precámbrico en un mundo de bacterias, en donde cada tapete microbiano es autosuficiente, además de tener organismos únicos en el mundo, afirmó Valeria Souza, del Instituto de Ecología de la UNAM.