12:00  hrs. 18 de Febrero de 2007

 

 

Boletín UNAM-DGCS-100

Ciudad Universitaria 

 


Mónica González

Sergio Torres

Pie de fotos al final del boletín

DETECTAN ALUMNOS DE LA PREPARATORIA 5 DE LA UNAM UNA EXPLOSIÓN EN EL SOL

 

· Dicha información fue confirmada por la NASA posteriormente, al cotejar sus registros

· Este estallido, conocido como eyección de masa coronal, fue descubierto por seis estudiantes el pasado 23 de enero

· Realizarán la misma labor pero con Júpiter y su satélite natural Ío, los últimos días de febrero o los primeros de marzo próximos

 

Alumnos de sexto año de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP) de la UNAM, plantel 5 José Vasconcelos, detectaron una explosión en el Sol, información que posteriormente fue confirmada por especialistas de la NASA, de acuerdo con sus propios registros.

 

Este estallido, también conocido como eyección de masa coronal, fue descubierto por seis estudiantes de esa Escuela el pasado martes 23 de enero a las 12:47 del día, tiempo de México, cuando monitoreaban dicho astro en el Laboratorio de Radioastronomía de esta entidad.

 

De esa forma, Mónica González, Irvin Dionisio, Paola Trejo, Jacqueline Olea, Sergio Torres y Eric Baños, apoyados por el  ingeniero Alfonso Castillo Ábrego, coordinador operativo del proyecto y profesor del plantel, fueron testigos de dicho acontecimiento.

 

Estos fenómenos emiten miles de millones de toneladas de energía solar, lanzan gas electrificado al espacio, expulsan el viejo campo magnético del Sol y permiten que se forme uno nuevo con orientación inversa y renovada fuerza.

 

Al respecto, los preparatorianos comentaron que entre las instituciones de educación superior, la UNAM es la única que cuenta con este tipo de antenas; además, es difícil que el gobierno u otra instancia posean información similar.

 

Estos jóvenes, quienes durante varios meses se han dedicado a monitorear en sus tiempos libres al astro rey, se aprestan a realizar la misma labor pero con el planeta Júpiter, específicamente en su satélite natural Ío, durante los últimos días de febrero o los primeros de marzo, en colaboración con varios académicos del plantel.

 

Mónica González Flores señaló que este equipo se ha abocado al estudio y monitoreo de la actividad solar, en especial a detectar cuando se presentan eyecciones de masa coronaria.

 

Para su labor, utilizaron diversos instrumentos como computadoras, receptores o antenas parabólicas o especiales, como la Yagi o la Radio Hob. Incluso, se pueden usar aquellas con las que se reciben señales de televisión de paga o restringida.

 

Asimismo, emplearon programas para registrar gráficas de sonido. El dispositivo se conecta directamente al receptor y de éste a la computadora, con lo cual se puede graficar lo que capta. Para el audio se emplea un software y masterización. También cuentan con receptores HF o de alta frecuencia.

 

González Flores aclaró que casi siempre las emisiones producidas por las eyecciones solares no son perceptibles por el oído humano, y se necesitan aparatos especiales que las hacen audibles.

 

A su vez, Paola Trejo Flores detalló que por lo general “se reciben ondas de radio del Sol, y se registra si hay una posible protuberancia”.

 

Estos fenómenos, comentó Irvin Dionisio Calderón, se presentan de manera espontánea. En el Laboratorio se comienza a monitorear al astro rey desde las 10 de la mañana, y en ocasiones, cuando es necesario, a las 8, y se concluye a las 2 o 2:30 de la tarde.

 

No obstante, informó que es alrededor del medio día cuando presenta mayor actividad, al estar en el centro, específicamente entre 11:50 y 12:20, cuando se registran un poco más de protuberancias y eyecciones.

 

Eric Baños Alaniz afirmó que se consignan sonidos. “En esta ocasión fue uno diferente; es decir, por lo general se presentan variaciones, pero con el mismo audio, y el 23 de enero apareció uno distinto. Eso permitió determinar que había algo anormal en lo que se había captado, y al ver en la gráfica hallamos que podría ser una protuberancia”.

 

Jacqueline Olea subrayó que este tipo de actividad se origina cuando el Sol muestra manchas. En una página que la NASA tiene en Internet se puede apreciar lo que realiza el Solar and Heliospheric Observatory (SOHO), en donde es posible observar dichas figuras, y cuando ello sucede se notan más las fulguraciones.

 

Sin embargo, abundó, no son constantes, no aparece una cada cinco minutos o cada minuto. Ello depende de la cantidad de dibujos en el Sol, si no tiene serán pocas las que se reciban, de lo contrario serán abundantes.

 

Sergio Torres Vázquez explicó que la protuberancia detectada ha sido la única que han recibido desde que comenzó el actual ciclo escolar. Sin embargo, el 25 de diciembre se descubrió otra.

 

Jacqueline Olea dijo que lo primero que se hizo con la información fue registrarla, apartar la gráfica, guardarla junto con el sonido y enviarla a la NASA. Posteriormente, mediante un correo electrónico, la Agencia respondió que habían avistado lo mismo.

 

Expuso que estos fenómenos pueden ocasionar interferencias en los celulares, apagones en las ciudades o daños a los aparatos eléctricos. Desde el punto de vista de la salud, se observa que en cada ciclo solar, cuando está en su máximo punto, existen más infartos al miocardio.

 

Ubicar esta eyección de masa coronaria ha sido una gran satisfacción. Además, este tipo de actividades despiertan un gran interés de los estudiantes por la ciencia. Cuando “recibimos el correo de la NASA fue satisfactorio, porque nos dimos cuenta de que estábamos captando algo correcto. Somos la única universidad en México que tiene este tipo de antenas, por lo que es gratificante no sólo para nosotros sino para la Universidad Nacional”, refirió.

 

En su oportunidad, Alfonso Castillo Ábrego reiteró que la labor realizada por los jóvenes ha sido satisfactoria; sobre todo porque los introduce más en la ciencia, con el fin de que utilicen la física o matemáticas en general, no sólo la del pizarrón, sino también en la vida.

 

El Laboratorio de Radioastronomía cuenta con varios tipos de antenas, y recién adquirieron dos nuevas del Tecnológico de Massachussets, que comienzan a armar. Además, construyen otra de 12 metros de longitud y 17 de ancho, para monitorear a Júpiter y su satélite Ío.

 

Esta luna es el cuerpo celeste más volcánico que hay en el Sistema Solar, por lo que lanza enormes fumarolas de sulfuros, los rayos ultravioletas llegan, las ionizan y dan vuelta en espiral en las líneas del campo magnético. “Todo ello provoca ondas de radio que se pueden detectar”, arguyó.

 

Según las predicciones anuales que emite la Universidad de Florida, el 27 de febrero será cuando se registre mayor actividad en esa región, “por lo que será en esos días cuando se siga a Júpiter. La información que se obtenga será enviada a la NASA, y a las universidades de Florida y de Hawai, y ellos, a su vez, mandaran la que recaben”, concluyó el académico universitario.

 

–o0o–

FOTO 1

Mónica González, Irvin Dionisio, Paola Trejo, Jacqueline Olea, Sergio Torres y Eric Baños, son los alumnos de sexto año de la Prepa 5 de la UNAM, que detectaron una explosión en el Sol.

 

FOTO 2

El profesor Alfonso Castillo Ábrego coordina al grupo de alumnos de la Prepa 5 de la UNAM que monitorea las eyección de masa coronal del Sol, en el  Laboratorio de Radioastronomía de esta entidad.

 

FOTO 3

Un alumno de la ENP de la UNAM, plantel cinco, muestra el lugar del Sol en donde se produjo una eyección de masa coronal. Sus observaciones fueron corroboradas por la NASA.

 

FOTO 4

Alumnos de la Prepa 5 de la UNAM monitorean al Sol con un telescopio óptico. La actividad del astro es más intensa entre las 11:50 y 12:20 del medio día, cuando hay más protuberancias y eyecciones.

 

FOTO 5

Estudiantes de la ENP de la UNAM, plantel 5, armaron una antena Yagi de 9 metros, dentro de las labores del Laboratorio de Radioastronomía de esta entidad.

 

FOTO 6.

Estudiantes de la Preparatoria 5 de la UNAM dan mantenimiento a una de las antenas del Laboratorio de Radioastronomía, con la que pudieron identificar una explosión en el Sol.

 

FOTO 7

Alumnos de sexto año de la ENP de la UNAM, plantel 5, detectaron una explosión en el Sol, que posteriormente fue confirmada por especialistas de la NASA, de acuerdo con sus propios registros.

 

FOTO 8

 

Alumnos de la Prepa 5 de la UNAM dan mantenimiento a la antena parabólica SRT (Haystack) del Laboratorio de Radioastronomía, con el que hacen sus monitoreos solares.

 

 

FOTO 9

 

Armado de una de las antenas con que cuenta el Laboratorio de Radioastronomía del plantel 5 de la ENP de la UNAM, cuyos alumnos realizaron observaciones confirmadas por la NASA.