12:30  hrs. 10 de Febrero de 2007

 

 

Boletín UNAM-DGCS-083

Ciudad Universitaria 


Emilio Romero

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SEGUIRÁ SIENDO LA MIGRACIÓN FUENTE DE GRANDES TENSIONES ENTRE MÉXICO Y EU

 

 

Mientras no se solucione el fracaso que en materia de desarrollo económico y social ha implicado para el país el neoliberalismo, la migración seguirá siendo una vergüenza nacional y fuente de grandes tensiones políticas entre México y Estados Unidos, aseguró Emilio Romero Polanco, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.

 

Subrayó que desde 1982 a la fecha ha habido situaciones catastróficas en cuanto a crecimiento, empleo y desigualdades, que son el trasfondo de este fenómeno; es decir, por falta de oportunidades el país ha expulsado a gran parte de su mejor mano de obra.

 

Por ello, afirmó, en tanto no se revalorice la importancia estratégica del campo mexicano y no se impulse una política de progreso asociada con una mejor distribución del ingreso y generación de empleos reales, será difícil detener esta situación.

 

Informó en entrevista que cada año abandonan el país 400 mil trabajadores para incorporarse a la fuerza de trabajo estadounidense, e ingresan a México unos 20 mil millones de dólares por remesas, monto suficiente para pagar los intereses de la deuda externa.

 

Dicha cantidad, abundó el economista universitario, constituye el doble de los recursos generados por la inversión extranjera directa, y dos veces el valor de todas las exportaciones agrícolas mexicanas.

 

No obstante, Romero Polanco consideró que es un hecho que “nos debe poner en alerta de que la nación no puede hipotecar su futuro en situaciones tan inestables como las remesas, que envían lo trabajadores en condiciones de ilegalidad y precariedad laboral”.

 

México podría enfrentar graves sorpresas, como el nuevo contexto mundial de precios a la alza en granos básicos y exponerse a situaciones impredecibles que cambien el flujo de recursos, alertó.

 

Admitió que una situación recesiva en Estados Unidos podría influir en que haya menor demanda de mano de obra mexicana en el campo y en los servicios, lo que impactaría de manera directa los envíos. Asimismo, la intención de gravar con impuestos dichos recursos en el vecino país del norte o cambios en las leyes migratorias pueden generar condiciones en donde esos dólares, en lugar de fluir a nuestra economía se queden en la de Norteamérica.

 

Con una amnistía o legalización, o con la posibilidad de reunir a las familias en territorio estadounidense, se tendría que los excedentes del salario se canalizaran al consumo en esa nación y dejaran de fluir hacia la nuestra, explicó.

 

El integrante del IIEc sostuvo que en los últimos años se ha resaltado el avance contra la pobreza; sin embargo, ello no se debe a una política de Estado, sino a que muchos de los pobres salieron del país.

 

Emilio Romero dijo que de acuerdo con algunas cifras, se calcula que con la crisis de la tortilla y el elevado precio del maíz, por cada mil toneladas de ese grano que México compra a Estados Unidos se pierden cien empleos en el sector campesino tradicional.

 

En los últimos años, los ilegales en la Unión Americana pasaron de 7 a 10 millones, de los cuales 58 por ciento son de origen mexicano. “Ahí está un foco de tensión que, además, lleva a la extrema derecha estadounidense a espantarse por lo que consideran una amenaza para el estilo de vida americano”, refirió.

 

Comentó que esta situación tenderá a agudizar y tensar las relaciones entre ambas naciones, pero no tiene vías de resolverse mientras México no cree las condiciones para elevar la calidad de vida y las oportunidades de empleo.

 

Las remesas se han constituido como la principal, y en ocasiones única, fuente de ingresos de millones de familias mexicanas. Según encuestas realizadas por el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática, se estima que 1.2 millones de hogares son sostenidos básicamente con esos recursos, reveló.

 

De hecho son, junto con el petróleo, la fuente de divisas número uno para el país. Sin embargo, argumentó, su principal problema son las altas comisiones que cobran los bancos.

 

Se estima que sus cuatro quintas partes se canalizan a alimentos, salud y educación; es decir, son fondos para el consumo, que si bien atacan la pobreza y elevan la calidad de vida de esa población, no son capital de inversión ni generan fuentes de empleo o infraestructura que garanticen un desarrollo más equilibrado en las zonas rurales, expuso.

 

Por si fuera poco, añadió, reconfigura el espacio rural. Es decir, producto de la crisis agrícola, la pobreza y la migración, cada vez menos habitantes del campo viven de actividades agropecuarias, y su persistencia obedece a la forma como se adaptan a los nuevos retos, como la agromaquila, la prestación de diversos servicios a las zonas urbanas (como domésticas, albañiles y peones), el narcotráfico y otras formas de ingreso que les han perfilado nuevas tareas.

 

Por ello, concluyó el economista de la UNAM, es necesario revalorar la importancia estratégica del medio rural, las actividades primarias y de soberanía alimentaria como fórmula para reactivar la economía, a fin de aminorar las desventajas ante un mundo global.

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FOTO 01

Mientras no se solucione el fracaso producido por el neoliberalismo, la migración seguirá siendo fuente de grandes tensiones entre México y EU, aseguró Emilio Romero Polanco, del IIEc de la UNAM.

 

FOTO 02.

El especialista de la UNAM Emilio Romero Polanco aseguró que las remesas no son capital de inversión ni generan fuentes de empleo o infraestructura que garanticen un desarrollo más equilibrado.