06:00  hrs. 06 de Febrero de 2007

 

 

Boletín UNAM-DGCS-074

Ciudad Universitaria

 


María del Carmen Valverde

Pies de foto al final del boletín

 

EFECTÚA LA UNAM COLOQUIO DE ESTUDIANTES DE DOCTORADO EN URBANISMO

 

·        Organizado por el Programa de Maestría y Doctorado en Urbanismo de la Facultad de Arquitectura

·        Hizo la declaratoria inaugural, la coordinadora de este evento, María del Carmen  Valverde

·        Tuvo como propósito intercambiar conocimientos y analizar los avances en torno a las investigaciones sobre desarrollo y progreso de las poblaciones

 

Con el propósito de intercambiar conocimientos y analizar los avances en torno a las investigaciones sobre desarrollo y progreso de las poblaciones, el Programa de Maestría y Doctorado en Urbanismo de la Facultad de Arquitectura (FA) de la UNAM efectuó el Primer Coloquio de Estudiantes de Doctorado en Urbanismo.

 

En la declaratoria inaugural, la coordinadora de este evento, María del Carmen Valverde explicó que se incluyeron trabajos terminados, otros en proceso y algunos que apenas iniciaban.

 

“Es el primero de muchos coloquios de doctorantes y solamente con este ejercicio de reunión e intercambio de ideas se puede institucionalizar este tipo de eventos. La idea es que periódicamente, y de manera pública, se evalúen tanto en su papel de estudiantes como en el desempeño de los tutores del programa”, indicó.

 

Destacó el apoyo de las cinco entidades participantes: las facultades de Arquitectura y de Estudios Superiores Acatlán, e institutos de Geografía, Ingeniería e Investigaciones Sociales. Es, dijo, el primero de muchos encuentros de estudiantes de doctorado que se quieren institucionalizar.

 

En esta ceremonia se dieron cita los directores: Jorge Tamés, de la Facultad de Arquitectura; Sergio Alcocer, del Instituto de Ingeniería, y Rosalba Casas, del Instituto de Investigaciones Sociales, entre otras personalidades.

 

Al dictar la conferencia Procesos de urbanización y tamaños de ciudad: consideraciones para una política urbana nacional, Boris Graizbord Ed, profesor de posgrado de la FA, aseguró que actualmente es necesario orientar la inversión de infraestructura económica y equipamiento social al conjunto de ciudades de 50 a 100 mil y de 100 mil a 500 mil habitantes.

 

Es necesario pensar no sólo en la construcción física de las metrópolis como lo hicieron los gobiernos revolucionarios de los años cincuenta y setenta. Un sistema urbano nacional, dijo, es consistente con diferentes óptimos para diversas actividades.

 

El también investigador de El Colegio de México expuso que un proceso de planeación no es hacer proyectos, sino crear un instrumento que sea continuo para responder a esta dinámica, y recordó que los niveles de eficiencia y productividad de las grandes ciudades pueden ser semejantes en diferentes tamaños.

 

Un sistema jerárquico de centros urbanos es una manera eficiente de organizar la producción y distribución de bienes y servicios dentro de una región; es un mecanismo eficiente para distribuir a la población en el territorio y permite la transmisión de tecnología, propicia la especialización, división del trabajo, diferenciación funcional de los centros y, por lo tanto, de complementariedad, detalló.

 

En su oportunidad, Eduardo Ramírez Favela, doctorante en urbanismo de la Facultad de Ingeniería, recordó que durante el siglo XX, el campo mexicano no era el mejor lugar para vivir y trabajar, tampoco era la mejor forma de participar de manera justa en la República. Aún hoy no existe un sistema de seguridad social para las familias del sector agrícola como el que reciben los obreros.

 

Expresó que el continente americano es el único lugar del mundo donde existieron 300 años de colonia, y México generó la primera reforma agraria.

 

En la Torre de Ingeniería, precisó que a partir de que el gobierno federal impulsó la economía con base en la industrialización, a mediados del siglo XX, gran parte de la población campesina emigró a las ciudades para emplearse como obreros de tiempo completo y dejar de lado sus raíces rurales.

 

Al exponer su tesis doctoral, Ramírez Favela aclaró que la respuesta económica al abandono de la tierra para emigrar a las ciudades fue el arrendamiento de las parcelas. Los cambios relevantes se dieron en las periferias de las ciudades.

 

Refirió que la venta ilegal de lotes para asentamientos humanos en dominios ejidales y comunales a campesinos migrantes que llegaron a las ciudades, reveló que ninguno de los tres ámbitos de gobierno legisló ni estructuró programas para ordenar la expansión de las ciudades, menos aún, previó los espacios para alojar a esta población.

 

En los últimos veinte años, concluyó, se puso de manifiesto que las políticas surgidas del movimiento revolucionario de 1910 entraron en crisis. En el campo el esquema de propiedad y producción observaron graves problemas sustanciales al igual que el resto de la economía.

 

Las mesas que constituyeron este Coloquio versaron sobre: Desarrollo y Planeación Urbana; Desarrollo Inmobiliario; Ciudad, Economía y Administración; Ambiente y Ciudad; Imagen y Ciudad; Ciudad y Sociedad, y Vivienda y Ciudad.

 

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FOTO 1

 

Eduardo Ramírez Favela, de la FI de la UNAM, precisó que a partir de que se impulsó la economía con base en la industrialización, gran parte de la población campesina emigró a las ciudades.

 

 

FOTO 2.

 

Iván San Martín, Jorge Tamés, Carmen Valverde, Sergio Alcocer y Rosalba Casas en la inauguración del Primer Coloquio de Estudiantes de Doctorado en Urbanismo en la Torre de Ingeniería de la UNAM.

 

 

FOTO 3

 

Boris Graizbord Ed, profesor de posgrado de la FA de la UNAM, aseguró que es necesario orientar la inversión de infraestructura económica y equipamiento social de un conjunto de ciudades.