Boletín
UNAM-DGCS-070
Ciudad Universitaria
Pies de foto al final del boletín
·
Señaló en la
UNAM Bruce E. Rittman, director del Centro de Biotecnología Ambiental del
Instituto de Biodiseño de la Universidad del Estado de Arizona, Estados Unidos
·
Es reciente
el desarrollo de poderosas herramientas científicas y tecnológicas,
particularmente las relacionadas con la biología molecular, dijo
·
Dictó las
conferencias Making Research meet Practice in Enviornmental Biotechnology, y The
Hidrogen-Based Membrane Biofilm Reactor for Removing Oxidized Contaminants
Además de descontaminar el
entorno, la biotecnología ambiental puede ayudar a obtener nuevas fuentes de
energía, al tomar desperdicios que generan problemas y convertirlos en
electricidad, destacó en la UNAM el especialista Bruce E. Rittman.
El director del Centro de Biotecnología Ambiental del
Instituto de Biodiseño de la Universidad del Estado de Arizona, Estados Unidos,
recalcó que si bien las funciones de los microorganismos han sido aprovechadas
desde hace más de un siglo para tratar aguas residuales y desechos orgánicos,
el término es nuevo.
El experto ofreció en la
Universidad Nacional las conferencias Making Research meet Practice in
Enviornmental Biotechnology, y The Hidrogen-Based Membrane Biofilm Reactor for
Removing Oxidized Contaminants, organizadas por el Instituto de Ingeniería.
En el auditorio José Luis
Sánchez Bribiesca de la Torre de Ingeniería, indicó que es reciente el
desarrollo de poderosas herramientas científicas y tecnológicas,
particularmente las relacionadas con la biología molecular, las cuales permiten
entender mejor a los microorganismos, identificarlos y conocer sus metabolismos
y qué pueden hacer por nosotros.
También es actual el avance de nuevos materiales, el cual
ha sido acelerado. Existe, además, la necesidad apremiante de resolver los
problemas ecológicos y de nuevas fuentes energéticas para la humanidad,
advirtió Bruce E. Rittman.
Acerca de los retos de la biotecnología medioambiental
desde el punto de vista social, consideró que el principal es la energía,
porque se debe “depender menos de combustibles fósiles, lo que abre una
oportunidad importante al campo de las opciones renovables”.
Otro es el agua, pues ante el crecimiento de la población
y la mayor demanda de ese recurso por parte de la agricultura y la industria,
cada vez se tendrá que recurrir a veneros hídricos de menor calidad. Por ello
se debe desarrollar la tecnología para que sea tratada y tenga una estado
adecuado, refirió.
Desde su punto de vista, un desafío es entender mejor los
sistemas biológicos de los microorganismos. “No se conocen plenamente sus
interacciones tanto bioquímicas como químicas”. En consecuencia, apuntó, se
necesitan grupos multidisciplinarios involucrados.
Un reto más sería llevar los
estudios fundamentales hasta el desarrollo tecnológico, en un continuo. También
está el aspecto del financiamiento, actualmente compartimentalizado: hay
instituciones que apoyan la investigación básica, otras la aplicada y unas más
el desarrollo tecnológico.
De esta forma, Bruce E. Rittman precisó que, en términos
generales, los microorganismos pueden proveer servicios a la humanidad, como
por ejemplo descontaminar agua, suelo y aire, o producir energía. Pero, para
ello, se necesitan dos pasos: el primero, hacer investigación básica para
“pensar” como ellos, ponerse en su lugar.
El segundo, agregó, desarrollar una herramienta
tecnológica que permita dirigir a esas especies hacia funciones útiles, y la
forma de lograr las condiciones para que sucedan es unir los conocimientos
fundamentales con herramientas de ingeniería, diseños adecuados y nuevos
materiales.
En la conferencia The
Hidrogen-Based Membrane Biofilm Reactor for Removing Oxidized Contaminants, el
especialista señaló que los reactores de membrana para transferencia de
hidrógeno pueden ser aplicados a una gran variedad de contaminantes
problemáticos. No sólo nitratos o tetracloretano, sino también cromo y selenio,
es decir, compuestos que la sociedad ha producido en años recientes y deben ser
tratados.
Sólo, dijo, se tiene que proporcionar el hidrógeno a una
cierta presión y los microorganismos se encargan de realizar el proceso:
dosifican su alimento, el hidrógeno, y controlan su evolución sin que se deba
intervenir.
Este adelanto, concluyó, está por ingresar a la escala
comercial, esto es, disponible para resolver los problemas reales. Lo anterior
ha sido posible con el apoyo de una empresa privada, y toda la fase
experimental, fundamental de desarrollo, fue concluida.
-oOo-
FOTO 01.
El especialista Bruce E. Rittman dijo en la UNAM que la biotecnología
ambiental puede ayudar a obtener nuevas fuentes de energía, al tomar
desperdicios que generan problemas y convertirlos en electricidad.
FOTO 02
En términos generales, los microorganismos pueden proveer servicios a la
humanidad, como por ejemplo descontaminar agua, suelo y aire, o producir
energía, afirmó en la UNA el experto Bruce E. Rittman.