12:30  hrs. 03 de Febrero de 2007

 

 

Boletín UNAM-DGCS-069

Ciudad Universitaria

Pies de foto al final del boletín

 

 

REALIZA LA UNAM IMPORTANTES APORTACIONES  EN LA LUCHA CONTRA EL CÁNCER

 

 

 

 

 

 

Con buenos resultados y en distintas formas la UNAM ha participado en la ardua lucha contra el cáncer, enfermedad provocada por el crecimiento anormal e incontrolado de células, que puede darse en varias partes del organismo y la cual representa la tercera causa de muerte entre la población en México.

 

Entre otros trabajos, los científicos universitarios han desarrollado en los dos últimos años y medio un medicamento con base en cumarina para detener el crecimiento de tumores en el pulmón; fármacos de amplio uso en el tratamiento de hipertensión y epilepsia para controlar la expresión de genes en células afectadas, y estudios sobre los diversos tipos de bacteria Helicobacter pylori en úlceras pépticas y gastritis crónica.

 

Además, han sintetizado nuevos compuestos esteroidales para tratar la hiperplasia prostática benigna y el cáncer en esta glándula, y han experimentado con compuestos derivados del estaño para las neoplasias de mama, próstata, colon y pulmón, también trabajan desde hace más de una década en la obtención de una vacuna que permita prevenir el cáncer cérvico-uterino y diseñaron las casiopeínas, los primeros anticancerígenos elaborados en México.

 

Cabe señalar que el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática destaca que cada año se registran alrededor de 62 mil muertes por cáncer en nuestro país. De acuerdo con el volumen de su población, cuatro entidades concentran 37 de cada 100 fallecimientos por este mal: el Distrito Federal el 11.1 por ciento; Estado de México, 10.5; Veracruz, 8.1, y Jalisco, 7.2 por ciento.

 

En el ámbito mundial cada año se diagnostican 10 millones de nuevos casos, mientras que 6.2 millones de personas pierden la vida a causa de esta enfermedad. Entre los tipos más comunes se encuentran el cérvico-uterino, de seno, colon, páncreas, próstata, cutáneo y pulmonar. Esta situación llevó a celebrar cada 4 de febrero el Día Mundial contra el Cáncer.

 

Una de las acciones de la Universidad Nacional es la encabezada en la FM por Yolanda López Vidal, investigadora del Departamento de Microbiología y Parasitología, quien desde la década de los 90 estudia la bacteria Helicobacter pylori, sobre la cual demostró que no hay un solo tipo, como se creía antes, sino varios que producen una infección multiclonal en la población mexicana, en comparación con la anglosajona.

 

Ese microorganismo patógeno se asocia a más de 90 por ciento de los casos de úlceras pépticas diagnosticadas, 70 y 80 por ciento de los de gastritis crónica y 40 por ciento de los de cáncer gástrico.

 

La especialista definió que el riesgo de que dichas úlceras sangren no depende única y necesariamente de esta presencia, sino de otros factores de riesgo asociados, como la edad (más de 60 años), la ingesta crónica de antiinflamatorios no esteroideos, tabaquismo, alcoholismo y consumo de carnes rojas.

 

A su vez, Juan Molina Guarneros, responsable del Laboratorio de Inmunofarmacología de la FM, encabeza el grupo de científicos que elaboraron un medicamento que puede detener el crecimiento de los tumores cancerosos en el pulmón, el cual se pretende probar en pacientes del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias.

 

Uno de sus compuestos, la cumarina, detiene la división celular, de manera que el tumor, incluidas las metástasis, deja de avanzar y, por tanto, no es tan agresivo para el enfermo. Originalmente, con ella se elaboraban medicamentos para otros fines, como pastillas contra la inflamación de piernas, anticoagulantes.

 

Los tratamientos actuales contra el cáncer de pulmón tienen ventajas en velocidad de respuesta, calidad de vida y menor toxicidad, pero poca mejoría en sobrevida. La ventaja de este remedio es que ya está aprobado por la Secretaría de Salud y no es tóxico.

 

Otra iniciativa es la de Alfonso Dueñas, quien pertenece a la Unidad Periférica que  el Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIBm) tiene con el Instituto Nacional de Cancerología, Incan. Junto con su grupo encontró que la utilización de fármacos de amplio uso en el tratamiento de la hipertensión y la epilepsia controlan la expresión de genes en células cancerosas.

 

Demostraron por primera vez en tumores sólidos que la combinación de un inhibidor de la metilación del DNA y de las enzimas desacetilasas de histonas, reactiva la expresión de más de mil genes en las formaciones de pacientes con cáncer de mama, entre los que están los implicados en la regulación de la proliferación celular, la diferenciación, muerte celular, invasión, metástasis y reconocimiento inmune.

Adicionalmente, esa mezcla de medicamentos epigenéticos es segura cuando se administra junto con quimioterapia citotóxica convencional, por ejemplo con doxorrubicina y ciclofosfamida, que se utiliza rutinariamente para el tratamiento de neoplasias mamarias.

 

En la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, investigadores del Laboratorio de Inmunobiología –encabezados por Alberto Monroy García– trabajan desde hace más de una década en la obtención de una vacuna que permita prevenir el cáncer cérvico-uterino.

 

Este adelanto, que se encuentra en fase clínica, ya ha demostrado in vitro que, al activar las células de defensa de las pacientes (linfocitos T) con las proteínas virales L1, E6 y E7, es posible obtener linfocitos capaces de matar células infectadas y así evitar que el virus del papiloma humano (VHP) transforme el epitelio del cuello del útero.

 

Se basan en el estudio de la inmunología del VPH para obtener una vacuna que permita reforzar el sistema inmunológico de las mujeres y atacar el cáncer cérvico-uterino hasta sus etapas más avanzadas.

 

Científicos de la Facultad de Química (FQ) –bajo cuya dirección está Lena Ruiz Azuara–  diseñaron las casiopeínas, los primeros fármacos anticancerígenos elaborados en México tras 26 años de ardua investigación, con base metálica.

 

Integran una familia de 100 compuestos metálicos, de los cuales las casiopeínas II y III son los más prometedores por su solubilidad y selectividad para combatir carcinomas y leucemia, respectivamente, apuntó la especialista.

 

Ambas se aplicarán al cáncer cérvico-uterino y de mama; y la casiopeína III, en cáncer de colon y leucemia. La ventaja es que reduce sus costos, pues el cobre es más económico que el platino y las dosis son menores; además, tienen la misma o mayor actividad que otros anticancerígenos y una toxicidad mucho menor.

 

En esa misma Facultad científicos sintetizaron nuevos compuestos esteroidales que hasta ahora han mostrado tener una actividad farmacológica más alta que otros medicamentos comerciales para el tratamiento de la hiperplasia prostática benigna (HPB o agrandamiento de la próstata) y el cáncer de esa glándula.

 

Eugene Bratoeff, adscrito al Departamento de Farmacia de esa entidad, quien ha dedicado alrededor de 20 años a la obtención de derivados esteroidales con efecto antiandrogénico, indicó que mediante experimentos se sabe qué tipo de esteroides deben ser sintetizados para producir uno con actividad farmacológica alta, la cual se predice gracias a un método de análisis comparativo molecular.

 

Para la síntesis de los compuestos, explicó, se usa un derivado esteroidal acetato de 16-dehidropregnenolona, que se obtiene de un camote, Dioscorea compositae, que crece en Tabasco y Veracruz.

 

Los experimentos se hacen in vitro, con el uso de próstatas humanas –obtenidas del Centro Médico Siglo XXI–, de las cuales se aísla la  enzima 5α-reductasa después de las cirugías de los pacientes.  También se emplean de animales con resultados casi idénticos.

 

Además, especialistas del Instituto de Química obtuvieron nuevos compuestos derivados del estaño, que demostraron en experimentos una alta eficiencia para el combate del cáncer de mama, próstata, colon y pulmón. Con ello será posible desarrollar fármacos menos tóxicos y 80 por ciento más baratos contra la enfermedad.

 

Gracias a este proyecto, en el que confluyen cuatro miembros del Instituto e integrantes de los IIBm y del Incan, detalló Elizabet Gómez Pérez, una de sus integrantes, podrían elaborarse remedios cuyos costos sólo representarían 20 por ciento de lo erogado, en comparación con los tradicionales como son los obtenidos del platino.

 

Para las pruebas realizadas en laboratorio se utilizaron células cancerosas, donde se aplicaron los nuevos compuestos que inhiben su crecimiento, y las sustancias resultaron ser altamente activas.

 

Un hito en esta materia es que en conjunto con el Incan y el gobierno de Guerrero, la Universidad Nacional intervino en la creación del Centro de Investigación Biomédica en Cáncer en Acapulco, cuyo propósito es la investigación, el servicio y la formación de recursos humanos en la oncología.

 

Por otra parte, la Unidad de Tomografía por Emisión de Positrones- Ciclotrón –ubicada en el nuevo edificio de Investigación de la Facultad de Medicina (FM)– puede llevar a cabo una identificación temprana de cáncer de pulmón, colon, mama, próstata, melanoma maligno, ovario, linfoma, cabeza y cuello, y tumores cerebrales, entre otros; y es posible hacer un diagnóstico diferencial entre malignidad y benignidad.

 

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FOTO 01

Un grupo de académicos de la Facultad de Medicina de la UNAM elaboraron un medicamento a base de cumarina, que puede detener el crecimiento de los tumores cancerosos en el pulmón.

 

FOTO 02.

Científicos de la Facultad de Química de la UNAM diseñaron las casiopeínas, los primeros fármacos anticancerígenos elaborados en México para aplicarse contra neoplasias de mama.

 

FOTO 03

En la FQ de la UNAM investigadores sintetizaron nuevos compuestos para el tratamiento de la hiperplasia prostática benigna y el cáncer de esa glándula, gracias a un camote que crece en Tabasco y Veracruz.