06:00  hrs. 29 de Enero de 2007

 

 

Boletín UNAM-DGCS-055

Ciudad Universitaria


Gerardo Ceballos

Pies de foto al final del boletín

 

CONSERVAR AL JAGUAR PROTEGERÍA A LA FLORA Y FAUNA DE LAS SELVAS MEXICANAS

 

·        Afirmó Gerardo Ceballos, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM

·        Esta especie en peligro de extinción funciona como “termómetro” de lo que ocurre en esos ecosistemas, dijo

·        Su población era de 22 mil ejemplares a la llegada de los españoles; hoy sobreviven menos de cuatro mil, reveló

 

El jaguar es una especie en peligro de extinción que requiere atención urgente en México. De realizarse acciones para su conservación se salvarían también millones de especies de plantas y animales que habitan las selvas mexicanas, señaló Gerardo Ceballos, investigador del Instituto de Ecología (IE) de la UNAM.

 

El experto indicó que este depredador carismático, sorprendente y majestuoso, funciona como “termómetro” de lo que ocurre en esos ecosistemas. Así, su presencia y número de individuos es de tal importancia que indica cuál es la situación de estos ambientes.

 

Es un carnívoro que requiere  grandes superficies de selva para su sobrevivencia, que lo convierte en una “Bolsa de Valores que muestra si las acciones de algunas compañías están altas o bajas”, comparó.

 

Por ello, insistió, “si se salva al jaguar, el cual depende de áreas extensas, se salvaguardará a millones de otras especies. Las selvas de México se encuentran entre los ambientes más ricos en plantas y animales de todo el planeta y nuestro país es el tercero con mayor diversidad biológica de todo el mundo, después de Indonesia y Brasil.”

 

Sólo en la Reserva de la Biosfera Calakmul, abundó, se ha estimado que proteger al jaguar ayudaría a rescatar 70 mil variedades de microorganismos,  de plantas y de animales.

 

De esta manera, Gerardo Ceballos sugirió tomar una estrategia de vanguardia para demostrar que, a pesar de los enormes problemas que enfrenta el país, “es posible articular respuestas que ambientalmente sean la base para mantener a estos animales y toda la trama biológica que habita en dichas regiones”.

 

Explicó que la calidad de vida del hombre depende de que los engranajes de las especies se mantengan, pues cada una de ellas actúa en la naturaleza como los ladrillos de una pared, “si se quita uno y luego otro, el muro tarde o temprano se va a colapsar”. Ello significaría perder los servicios ambientales, beneficios gratuitos de la naturaleza que permiten la vida en la Tierra.

 

En esta trama, refirió, el jaguar es el carnívoro más grande de las selvas tropicales de América, de gran importancia desde tiempos prehispánicos.

 

Debido a la destrucción de su hábitat, por la deforestación y la cacería indiscriminada, se encuentra globalmente en peligro de extinción, excepto en Brasil y el área de Amazonas. Se ve amenazado en naciones como México, Argentina o Ecuador, mientras que en otras ha desaparecido, como en El Salvador, apuntó.

 

En nuestro territorio habitaba desde Tamaulipas y Sonora a lo largo de las planicies costeras tropicales hasta la Península de Yucatán y Chiapas. Cuando llegaron los españoles a nuestro territorio, precisó, había 22 mil jaguares. Hoy la estimación es de no más de cuatro mil, distribuidos en áreas fragmentadas, sin conexión entre ellas, lo que representa problemas serios para su continuidad.

 

Frente a ello, enfatizó Gerardo Ceballos, un grupo de científicos, encabezado por el IE de la UNAM, así como de representantes de diversas universidades, organizaciones sociales, el gobierno federal y la iniciativa privada se reunieron para analizar el tema del jaguar. La conclusión más importante del encuentro fue que aún es tiempo de salvarlo de la extinción en México, pero para lograrlo se requieren acciones concretas en el ámbito nacional.

 

Se documentó que existen por lo menos ocho regiones de alta prioridad para su conservación. Ellas son el noroeste de la Península de Yucatán, la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an en Quintana Roo, la reserva de la Biosfera de Calakmul y zonas aledañas en Campeche y Quintana Roo, la Selva Lacandona en Chiapas, Los Chimalapas en Oaxaca, la reserva de la Biosfera Chamela-Cuixmala en Jalisco, la Sierra de Vallejo en Nayarit, y el noroeste de Sonora.

 

Las regiones de Chimalapas, Montes Azules, Calakmul, Sian Ka’an y el norte de Yucatán  son las que mantienen  las mayores poblaciones de jaguar en el país. En Calakmul existe una población de alrededor de mil jaguares, siendo la más numerosa de México.

 

Así, se asentó entre los expertos, una prioridad en la estrategia  de conservación del jaguar es consolidar los grupos de trabajo que laboran en estas áreas, con objeto de mantener el estudio y monitoreo del felino a mediano y largo plazos.

 

Las regiones de prioridad II tienen todavía selvas de tamaño considerable, con el hábitat propicio, pero no está bien probado que existan jaguares. Son las selvas bajas de Sinaloa, la costa de Nayarit, la región de Cabo Corrientes en Jalisco, la Costa de Michoacán, la costa de Guerrero, el norte de Oaxaca, la costa y la Sierra Madre del Sur en Chiapas, la costa de Campeche y Tamaulipas.

 

Existen sitios como la Reserva de la Biosfera de Chamela-Cuixmala en Jalisco, que tiene una pequeña población de jaguares. “Estas áreas  son de alta prioridad porque debe hacerse un esfuerzo por conectarlas con otras regiones y en conjunto poder mantener a un mayor número”.

 

Es decir, recordó, la estrategia implica mantener áreas extensas y conectarlas con otras más pequeñas para formar corredores  biológicos, en donde se pueda mantener poblaciones de 100 o más ejemplares.

 

No es posible, expuso, reintroducir estos animales en donde desaparecieron, porque éstos tienen una serie de conductas biológicas o ecológicas, que hace que su reintroducción sea complicada. La única manera de recuperarlos es buscar la conexión entre regiones donde todavía se les encuentra, para que naturalmente se realice el repoblamiento.

 

Gerardo Ceballos consideró necesario coordinar las acciones de diversas dependencias  para evitar que se otorguen incentivos anuales a los campesinos que desmontan sus terrenos. La conclusión de los expertos es que éstos deben continuar otorgándose pero para conservar sus bosques y selvas, concluyó.

 

FOTO 01.

De realizarse acciones para la conservación del jaguar se salvarían también millones de especies de plantas y animales que habitan las selvas mexicanas, señalaron especialistas de la UNAM.

 

 

FOTO 02

Investigadores de la UNAM identificaron que las regiones de Chimalapas, Montes Azules, Calakmul, Sian Ka’an y el norte de Yucatán  mantienen  las mayores poblaciones de jaguar en el país.

 

 

FOTO 03

Gerardo Ceballos, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM, informó que a la llegada de los españoles a nuestro territorio había 22 mil jaguares. Hoy la estimación es de no más de cuatro mil.