Boletín
UNAM-DGCS-055
Ciudad Universitaria
Pies de foto al
final del boletín
CONSERVAR AL JAGUAR PROTEGERÍA A LA FLORA Y FAUNA DE LAS SELVAS
MEXICANAS
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Afirmó Gerardo Ceballos, investigador del
Instituto de Ecología de la UNAM
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Esta especie en peligro de extinción funciona como
“termómetro” de lo que ocurre en esos ecosistemas, dijo
·
Su población era de 22 mil ejemplares a la
llegada de los españoles; hoy sobreviven menos de cuatro mil, reveló
El jaguar es una especie en
peligro de extinción que requiere atención urgente en México. De realizarse acciones
para su conservación se salvarían también millones de especies de plantas y
animales que habitan las selvas mexicanas, señaló Gerardo Ceballos,
investigador del Instituto de Ecología (IE) de la UNAM.
El experto indicó que este
depredador carismático, sorprendente y majestuoso, funciona como “termómetro”
de lo que ocurre en esos ecosistemas. Así, su presencia y número de individuos
es de tal importancia que indica cuál es la situación de estos ambientes.
Es un carnívoro que
requiere grandes superficies de selva
para su sobrevivencia, que lo convierte en una “Bolsa de Valores que muestra si
las acciones de algunas compañías están altas o bajas”, comparó.
Por ello, insistió, “si se
salva al jaguar, el cual depende de áreas extensas, se salvaguardará a millones
de otras especies. Las selvas de México se encuentran entre los ambientes más
ricos en plantas y animales de todo el planeta y nuestro país es el tercero con
mayor diversidad biológica de todo el mundo, después de Indonesia y Brasil.”
Sólo en la Reserva de la
Biosfera Calakmul, abundó, se ha estimado que proteger al jaguar ayudaría a
rescatar 70 mil variedades de microorganismos,
de plantas y de animales.
De esta manera, Gerardo
Ceballos sugirió tomar una estrategia de vanguardia para demostrar que, a pesar
de los enormes problemas que enfrenta el país, “es posible articular respuestas
que ambientalmente sean la base para mantener a estos animales y toda la trama
biológica que habita en dichas regiones”.
Explicó que la calidad de vida
del hombre depende de que los engranajes de las especies se mantengan, pues
cada una de ellas actúa en la naturaleza como los ladrillos de una pared, “si
se quita uno y luego otro, el muro tarde o temprano se va a colapsar”. Ello
significaría perder los servicios ambientales, beneficios gratuitos de la
naturaleza que permiten la vida en la Tierra.
En esta trama, refirió, el
jaguar es el carnívoro más grande de las selvas tropicales de América, de gran
importancia desde tiempos prehispánicos.
Debido a la destrucción de su
hábitat, por la deforestación y la cacería indiscriminada, se encuentra
globalmente en peligro de extinción, excepto en Brasil y el área de Amazonas.
Se ve amenazado en naciones como México, Argentina o Ecuador, mientras que en
otras ha desaparecido, como en El Salvador, apuntó.
En nuestro territorio habitaba
desde Tamaulipas y Sonora a lo largo de las planicies costeras tropicales hasta
la Península de Yucatán y Chiapas. Cuando llegaron los españoles a nuestro
territorio, precisó, había 22 mil jaguares. Hoy la estimación es de no más de
cuatro mil, distribuidos en áreas fragmentadas, sin conexión entre ellas, lo
que representa problemas serios para su continuidad.
Frente a ello, enfatizó
Gerardo Ceballos, un grupo de científicos, encabezado por el IE de la UNAM, así
como de representantes de diversas universidades, organizaciones sociales, el
gobierno federal y la iniciativa privada se reunieron para analizar el tema del
jaguar. La conclusión más importante del encuentro fue que aún es tiempo de
salvarlo de la extinción en México, pero para lograrlo se requieren acciones
concretas en el ámbito nacional.
Se documentó que existen por
lo menos ocho regiones de alta prioridad para su conservación. Ellas son el
noroeste de la Península de Yucatán, la Reserva de la Biosfera de Sian Ka’an en
Quintana Roo, la reserva de la Biosfera de Calakmul y zonas aledañas en
Campeche y Quintana Roo, la Selva Lacandona en Chiapas, Los Chimalapas en
Oaxaca, la reserva de la Biosfera Chamela-Cuixmala en Jalisco, la Sierra de
Vallejo en Nayarit, y el noroeste de Sonora.
Las regiones de Chimalapas,
Montes Azules, Calakmul, Sian Ka’an y el norte de Yucatán son las que mantienen las mayores poblaciones de jaguar en el
país. En Calakmul existe una población de alrededor de mil jaguares, siendo la
más numerosa de México.
Así, se asentó entre los
expertos, una prioridad en la estrategia
de conservación del jaguar es consolidar los grupos de trabajo que
laboran en estas áreas, con objeto de mantener el estudio y monitoreo del
felino a mediano y largo plazos.
Las regiones de prioridad II
tienen todavía selvas de tamaño considerable, con el hábitat propicio, pero no
está bien probado que existan jaguares. Son las selvas bajas de Sinaloa, la
costa de Nayarit, la región de Cabo Corrientes en Jalisco, la Costa de
Michoacán, la costa de Guerrero, el norte de Oaxaca, la costa y la Sierra Madre
del Sur en Chiapas, la costa de Campeche y Tamaulipas.
Existen sitios como la Reserva
de la Biosfera de Chamela-Cuixmala en Jalisco, que tiene una pequeña población
de jaguares. “Estas áreas son de alta
prioridad porque debe hacerse un esfuerzo por conectarlas con otras regiones y
en conjunto poder mantener a un mayor número”.
Es decir, recordó, la
estrategia implica mantener áreas extensas y conectarlas con otras más pequeñas
para formar corredores biológicos, en
donde se pueda mantener poblaciones de 100 o más ejemplares.
No es posible, expuso, reintroducir
estos animales en donde desaparecieron, porque éstos tienen una serie de
conductas biológicas o ecológicas, que hace que su reintroducción sea
complicada. La única manera de recuperarlos es buscar la conexión entre
regiones donde todavía se les encuentra, para que naturalmente se realice el
repoblamiento.
Gerardo Ceballos consideró necesario coordinar las acciones de diversas dependencias para evitar que se otorguen incentivos anuales a los campesinos que desmontan sus terrenos. La conclusión de los expertos es que éstos deben continuar otorgándose pero para conservar sus bosques y selvas, concluyó.
FOTO 01.
De realizarse
acciones para la conservación del jaguar se salvarían también millones de especies
de plantas y animales que habitan las selvas mexicanas, señalaron especialistas
de la UNAM.
FOTO 02
Investigadores de
la UNAM identificaron que las regiones de Chimalapas, Montes Azules, Calakmul,
Sian Ka’an y el norte de Yucatán mantienen las mayores poblaciones de jaguar en el
país.
FOTO 03
Gerardo Ceballos, investigador del Instituto de Ecología de la UNAM, informó que a la llegada de los españoles a nuestro territorio había 22 mil jaguares. Hoy la estimación es de no más de cuatro mil.